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Janeth Narvaez, la historia de una mujer en un equipo de fútbol... en silla de ruedas

Janeth Narvaez

Mariela Luján

Granada —

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En su vida han pasado “cosas muy duras”, como ella misma lo ha señalado, pero todo lo ha superado con coraje. Janeth Narváez es una joven ecuatoriana migrante en España que hace cinco años sufrió un accidente de coche que la ha obligado a vivir en silla de ruedas. Desde entonces, no ha hecho más que hacerle frente a las dificultades y demostrarse que no tiene límites.

Estudia Bachillerato de Arte, acude al gimnasio para favorecer su rehabilitación y no tiene miedo de ocupar espacios que para algunos son “concebidos principalmente para varones” porque sabe que “también son de las mujeres”. Narváez es miembro del equipo de Powerchair Football (fútbol en silla de ruedas motorizada) Los Leones de la Alhambra donde da lección de resiliencia y amistad junto con sus compañeros Radouane Boujaaboud (Reduan), Francisco Guerrero (Paco), Camilo Cena y Francisco Peres (Curro).

Una fecha: el 3 de febrero de 2017

Janeth vino desde Quito, Ecuador, para visitar a su madre cuando tenía 11 años. Juntas estuvieron en España y luego se fueron a vivir a Alemania. Fue precisamente cuando regresaba de centro Europa cuando sufrió un accidente. Tiene la fecha del 3 de febrero del 2017 grabada en la mente como si fuese ayer. La ruta era Alemania-Madrid-Granada. En este último tramo, “un auto nos adelantó, dimos vueltas de campana y me hice una lesión medular cervical”. Hoy Janeth tiene 24 años y ha transformado ese momento de su vida en un nuevo comienzo.

Porque Janeth es portera de fútbol en silla de ruedas y entrena en el Pabellón de Deporte de Ogíjares (Granada). Su sueño es ser parte de la Selección Española de Powerchair Football y “llevar a lo alto el apellido de mi abuelo” a quien considera como un padre. “Mi camiseta dice Narváez, ese es el apellido de mi abuelo José, que es una de las personas más importantes de mi vida; así como mi abuela Marta y mi madre Miryan”. 

Su sueño es jugar en la selección española de Powerchair Football y no parece un imposible ya que Janeth forma parte de la Asociación de Clubes Powerchair Football España y juega en el equipo ‘Los Leones de la Alhambra’ desde hace medio año. “Me vieron en la avenida Camino de Ronda (Granada) con mi silla de ruedas y me contaron que se practicaba el deporte en Ogíjares. Fui a verlo y me gustó”. En realidad, su amor por el fútbol venía de antes. De niña lo practicaba con sus amigos y de joven estuvo a punto de formar parte de un club en Alemania. No se concretó por el accidente. 

Actualmente, es la única mujer del equipo y un ejemplo de que los deportes son para todos. “Siempre he creído que los deportes no tienen género. Son para hombres y mujeres. Antes de la lesión medular, yo también jugaba. Hacerlo ahora no representa ninguna dificultad porque estoy acostumbrada a jugar con ellos”. 

Janeth es inteligente y cauta, no solo al hablar sino también a la hora del juego. Antes de salir al campo para entrenar o enfrentarse a otro equipo, trata de tomar todo con calma. “Cuando jugaba fútbol de pie, sabía cómo hacerlo, a dónde ir, qué posición o velocidad tomar. Ahora con este tipo de silla que no manejo diariamente (le dan una especial para jugar) lo tomo con calma porque primero debo aprender a controlarla”. 

Espacio para el compañerismo

El deporte le ha permitido a la joven tener un buen ambiente de equipo. “Mis compañeros son lo mejor. Aprendo mucho de Paco, Camilo, Curro y principalmente de Redu que es el que me motiva. ”Cuando me equivoco me dice ‘no pasa nada, lo estás haciendo bien’. Él me enseñó la técnica para manejar la silla con la mano y dar giros“.

“Camilo es como un maestro, por su forma de juego y por su forma de ser. Inspira a alcanzar más cosas”. Camilo estudia psicología en la Universidad de Granada. En tanto, Paco es uno de los motivos por los que Janeth decidió quedarse en el equipo. “Cuando llegué al Pabellón de Deportes de Ogíjares, Paco me prestó su silla para probar el juego. Fue por eso que me quedé. Vi ese compañerismo y supe que iba a recibir apoyo”. 

Curro, el más pequeño del equipo, es considerado como el “futuro en el deporte” porque es joven, es bueno en su juego y tendrá más tiempo para profesionalizarse en el Powerchair Football. Y por supuesto, su entrenador, Leo (Leonardo Cena), que “siempre está ahí, pendiente de todos”.

Para la deportista la motivación de su familia, y ahora de sus compañeros, ha sido clave. “En este camino hay muchos tropiezos, momentos en los que se puede pensar que no es posible seguir, pero poniendo fuerza y disciplina se pueden conseguir las cosas. Yo me adapto a cada situación. He vivido muchas cosas difíciles, pero finalmente las he controlado”.

Esta motivación es la que hace que Janeth trabaje tres veces por semana en su rehabilitación. Ella tuvo tres años de terapia física tras su accidente, periodo estipulado por la sanidad para casos de lesión medular. “En ese tiempo se determina qué músculo se logra mover, si se puede caminar o no, y la rehabilitación posterior queda en manos de nosotros, los pacientes, para complementar lo que consiguió en terapia inicial y estar estable físicamente. En mi caso trabajo para reforzar mi musculatura de piernas y espalda”. Durante sus terapias iniciales, la joven deportista logró ponerse de pie y caminar un momento; pero pierde el equilibrio muy rápido. 

Por una ciudad accesible

Aún así, como muchas personas con discapacidad, Janeth es autónoma. Vive en Otura pero recorre sola el centro de Granada. En un día normal, va a estudiar al instituto, al gimnasio o a terapia psicológica. Recorrer con su silla largos trayectos le ha permitido darse cuenta de lo que le falta a Granada para ser “amigable” con las personas con discapacidad. Ha comprobado que hay lugares con alturas elevadas que no son accesibles para todos. “Yo puedo subir porque tengo silla motorizada o eléctrica pero los que van con una silla normal necesitan hacer mucho esfuerzo o no pueden subir. Alguna vez, les he ayudado empujándoles con mi silla”. 

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