Las derivaciones de pacientes a la sanidad privada se disparan en Andalucía, con más de medio millón en solo seis meses
Si 2021 supuso un récord en Andalucía en cuanto a derivaciones de pacientes de centros sanitarios públicos a centros sanitarios privados, con más de 200 millones de euros y casi un millón de pacientes, las cifras van camino de superarse en 2022. Mientras Andalucía se mantiene a la cola del gasto sanitario público por habitante, solo en los primeros seis meses del presente año, entre el 1 de enero y el 30 de junio de 2022, fueron 541.884 pacientes los derivados a la sanidad privada. Esa cantidad, que rebasa por primera vez en la serie histórica el medio millón de pacientes derivados en un semestre, se aproxima mucho al número total de derivaciones que se producían en el total de un año, caso de 2017 o de 2018 sin ir más lejos, antes de que a comienzos de 2019 el Partido Popular se hiciera con los mandos de la Consejería de Salud.
Como ya informó elDiario.es Andalucía, en 2017 hubo 562.575 personas derivadas a la sanidad privada mientras que en 2018 se registraron 573.082. En los años 2019 y 2020, ya con PP y Ciudadanos en el Gobierno de la Junta, el número de derivaciones en un curso superó entonces por primera vez, en ambos casos, los 600.000 pacientes (627.202 y 618.651, respectivamente), la mayoría para estudios diagnósticos y pruebas funcionales, al igual que ocurría cuando gobernaba el PSOE.
Según información solicitada al portal de transparencia pública de Andalucía, la Junta aumentó entre enero y junio de 2022 en 125.433 los pacientes derivados de centros sanitarios públicos respecto al mismo periodo del año anterior 2021, cuando fueron derivados 416.451 pacientes. En la respuesta remitida a este medio, que requirió los presupuestos para conciertos en este sentido, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) explica que no puede aportar la información al tratarse de “cantidades anuales”, redigiendo para ello a la web de la Consejería de Economía, Hacienda y Fondos Europeos para ver la rendición contable mensual de cada departamento de la Junta, con datos en ese sentido hasta mayo de 2022.
Ningún paciente derivado con Covid-19
La Junta también informa de que el número de derivaciones de pacientes con la enfermedad COVID-19 durante el primer semestre de este año es de “0 pacientes”. Durante la primera y segunda ola, en el año 2020, fueron derivadas 70 personas con la enfermedad a clínicas privadas. La Junta, hace año y medio, cerró con los hospitales privados un justiprecio por cama y UCI a la baja, en previsión de derivar a entre el 10 y el 15% de los pacientes con Covid-19 o pluripatológicos con diagnóstico favorable, para evitar el colapso de los hospitales públicos más saturados. El precio para las arcas públicas de cada derivación a la privada quedó fijado en 177,46 euros/día, coste de la estancia hospitalaria básica (sin prueba médica).
Andalucía, como informó este periódico, estaba acostumbrada a estar entre las comunidades más reacias a entregar a las compañías privadas los servicios sanitarios, pero ha escalado posiciones en los dos últimos informes de la Federación de Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) para colocarse dentro de los territorios con un grado “medio” de privatización. Está en el sexto lugar frente al octavo puesto que ocupaba en 2020. Hace ocho años, en 2014, se situaba a la cola en privatización con 13 comunidades por delante.
Los sindicatos sanitarios han mostrado en los últimos meses su inquietud en alguna ocasión por la actitud respecto a la sanidad privada del entonces consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, ahora presidente del Parlamento andaluz. “El consejero debería estar abriendo hospitales públicos, no visitando los privados”, lamentaron cuando acudió al Hospital Materno-Infantil Quirónsalud de Sevilla a finales de año, sobre todo ante el “desmantelamiento” de la sanidad pública, que ha motivado numerosas movilizaciones en Andalucía en los últimos meses, con epicentro en las del pasado 19 de febrero en las ocho capitales.
Según un informe de CCOO publicado en este medio en noviembre, el SAS ha pasado de invertir en la sanidad privada 463 millones de euros en 2021 a subir esa cifra hasta los 662 millones para 2022, un incremento de casi 200 millones en solo un año. Aquel informe llamaba también la atención sobre la externalización de los servicios que ha incrementado su dotación presupuestaria, sobre todo en los pacientes oncológicos. En ese apartado, el desembolso de las arcas públicas aumentaba un 213% de cara a 2022. A su vez, la financiación de conciertos con instituciones privadas cerradas también se aumentaba en un 31,52% pasando de los 182 millones de 2021 a 239 para este año.
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