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Andalucía: pinceladas de cuatro victorias imperfectas y una derrota
Esta es una de esas ocasiones en la que todos parecen haber ganado en Andalucía. De algún modo. O solos, o por méritos de sus casas madre nacionales. O con lecturas personales, o de formación.O comparando con las últimas nacionales, con las autonómicas, con las municipales o con la proporción en relación a todos los escaños y votos sumados en su partido. En muchos casos tuvo que ver con lo que esperaban y lo que encontraron. Sea como fuere, todos jugaron en la ruleta del voto y salieron contentos. Todos apostaron con distintas manos de cartas yparecen satisfechos con la jugada (menos IU).Todos tenían algo que celebrar la noche del domingo en esta región. Un arranque de botella medio llena en el que (casi) todas las fuerzas políticas encontraron un motivo para justificar su sonrisa pos electoral.
Juan Marín (Ciudadanos) ha celebrado que suma votos desde su irrupción sorpresa en los comicios autonómicos de marzo. Algo más de 200.000 votos por encima de su cifra regional de votantes, aportando ocho diputados a la formación naranja. También es verdad que Marín no ha arriesgado mucho en esta mano. La partida se jugaba en otro sitio. Por eso cabe preguntarse,¿Lo entiende Marín como un logro de la sección andaluza de Ciudadanos? ¿Como un respaldo a su política de pactos? ¿No le ha pasado factura el apoyo a la investidura de la socialista Susana Díaz? ¿Qué ha sido más determinante, la marca o la personalidad del carismático Albert Rivera?
En realidad a Podemos Andalucía le sucede algo similar. Sin referencias de elecciones generales anteriores, el resultado en votos ha aumentado considerablemente. Unos 150.000 andaluces más han optado por Podemos en esta ocasión. Sin embargo, ¿ha sumado Pablo Iglesias, Teresa Rodríguez y la gestión de Podemos Andalucía o las dos cosas? Independencia de Madrid ha demostrado pero ¿servirá ahora esa idiosincrasia para apoyar a su grupo en el Congreso? ¿Cómo se podría interpretar que la única provincia andaluza donde Podemos no ha conseguido escaño (Jaén) es la que llevaba al candidato respaldado por Rodríguez,una suerte de “as en la manga” de la líder andaluza? ¿O que en Cádiz capital, donde gobierna Podemos, el PP les haya vuelto a superar en votos?
En el PP, les ha salvado el cambio de jugador. Porque memoria electoral tienen para rato. Pero Juanma ha salido contento de la partida. Se esperaba perder todo lo apostado (y sería la cuarta vez) y resulta que no ha sido exactamente así. Ha perdido, pero no se ha quedado sin blanca en el bolsillo,y tiene cartas para seguir jugando. Aunque, ¿cómo se puede considerar una victoria el haber perdido seis de las siete provincias en las que reinaba el PP en 2011? ¿O haberse visto abandonado por 700.000 votantes que sí votaron a Arenas en 2011 mientras el ex líder andaluz saludaba en el balcón entrando en la foto de la victoria de Rajoy?
En el PSOE han jugado y han ganado por cuarta vez desde que está al frente de la federación andaluza Susana Díaz. Pero ha sido una victoria amarga. Es verdad que llevaba las mejores cartas de su equipo. De hecho, ha sido una de las dos comunidades donde ha ganado el PSOE. Ha recuperado seis provincias, ha demostrado músculo en las zonas rurales, tan importantes en Andalucía,y va a aportar un cuarto de los diputados socialistas al Congreso. Sin embargo, ¿no ha sido la victoria demasiado ajustada? ¿A quién hace responsable Díaz y los socialistas andaluces de esta mano? ¿A su gestión? ¿A Pedro Sánchez por haberse metido en faena sin saber todos los trucos del juego? ¿Traerán estos resultados una reflexión interna en Andalucía? ¿Traerán consecuencias dentro del socialismo nacional? ¿Estará en posición Díaz de mostrarse poderosa en Ferraz pese a todo?
Y luego está IU. Izquierda Unida es como si hubiera jugado con la baraja marcada. A pesar de todo, han peleado la partida. Pero han perdido 100.000 votos y sus dos diputados andaluces. ¿Será, como dijo este domingo Valero, de la inercia general? ¿Habrán tenido algo que ver las accidentadas primarias en la región? ¿Habrá restado votos la falta de Antonio Maíllo? ¿Ha mostrado Izquierda Unida en Andalucía su cara más Unida? ¿Los conflictos internos han sido inoportunos? ¿O no han sabido interpretar y valorar a su rival directo: Podemos?
Cuando los analistas políticos y expertos politólogos se empeñan en señalar que el votante andaluz, en concreto, discrimina muy bien cuando vota para una cita electoral u otra, Marín y los Ciudadanos andaluces tienen un reto: demostrar que importa más el partido que están construyendo en la región y que el líder nacional, que no son atrezzo para Rivera en la zona sur, ni su baza estratégica para colocarse en el centro de la arena política española a través de su pacto con el PSOE. Que aquí, en Andalucía, también se juega una partida.
Podemos Andalucía, en realidad como todos, tiene más de un reto. Pero el más urgente parece ser el que la propia Rodríguez lo ha reconocido: les falta la “implantación en el territorio”, es decir, ganarse al votante rural. Sumar votos en las mesas pequeñas.
Juan Manuel Moreno tiene que demostrar que sabe jugar estas cartas que tiene en la mano, que hay mucho mirones en la partida, y tiene que reordenar su maltratado partido, no dejarse amedrentar por Ciudadanos y recuperar el poder perdido.
La líder socialista y el PSOE andaluz tendría también un reto, entre muchos: no acomodarse,algo muy lejos de ser sencillo cuando se ostenta el Gobierno. Repartir las cartas no garantiza victorias.
Y de entre todos los retos posibles,IU tiene uno urgente que es resistir y otro a largo plazo que sería convencer.
A partir de aquí, hagan juego, señores.