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El curso del 14
No hace mucho, pasar la última hoja del calendario de agosto y sumirse en la depresión postvacacional, era denominador común para millones de personas en este país. Lamentablemente casi seis millones de españoles han quedado fuera de ese síndrome ya que no tienen trabajo al que regresar, aunque sí se verán afectados, como el resto de congéneres, por otro de los clásicos de septiembre, la vuelta al cole, con sus novedades, nuevos profesores, material escolar a estrenar y esa especie de gusanillo de incertidumbre que se apodera de todos ante lo desconocido.
Pero no todos los cursos son iguales y seguro que ustedes guardarán en su memoria recuerdos especiales de algunos de ellos, el último del instituto, el primero de la universidad, cursos que bautizamos con el año en que los superamos ... o del que nos estrellamos.
El curso que estamos a punto de comenzar será uno de esos que recordaremos con su fecha correspondiente. Las novedades que nos esperan y los actores de las mismas son de tal calado como para que quede guardado en nuestra memoria, esperemos que para bien.
No va a ser este uno de esos cursos con los tres primeros meses a beneficio de inventario, más bien todo lo contrario. Una de nuestras protagonistas, comienza el calendario lectivo con máxima exigencia –ya sé que es una faena, pero se lleva preparando desde comienzo del verano- y es que Susana Díaz será desde el próximo sábado la primera mujer presidenta de la Junta de Andalucía.
El curso de Susana será por lo tanto de máxima exigencia desde el principio, ya que los exámenes se le irán sucediendo con más frecuencia y dureza de la habitual. El escrutinio al que será sometida la Presidenta será algo así como una evaluación permanente, en la que cada decisión, cada gesto y cada paso, tanto a nivel institucional, como orgánico, serán escrutados milimétricamente, tanto por el claustro, como por los compañeros de clase y los adversarios de aulas contiguas.
El curso del 14 será por lo tanto imborrable para Susana Díaz y seguro que inolvidable para todos nosotros. Lo primero que tendrá que hacer la nueva Presidenta, será ganarse la confianza de la clase, después no haber sido elegido por ella para desempeñar esa responsabilidad. Para ello tendrá que irse desprendiendo del tutelaje de quienes la designaron –cosa que parece haber empezado a hacer-, sin que ello suponga romper hostilidades con su mentor, tal y como este hizo con el suyo.
La “compañera” Susana deberá igualmente romper con todos aquellos que puedan tener sombra de mácula en ese escándalo monumental en que está envuelto el instituto y que la “inspectora” Alaya esta desmenuzando antes de empezar con las medidas sancionadoras. No será fácil, pero algunos de los compañeros que hasta ahora han compartido mesa de decisión con Susana, no podrán volver a sentarse a la misma.
Por seguir con las dificultades que el curso que estrenamos plantea a nuestra protagonista, hay que destacar la convivencia con los compañeros de los bancos de la izquierda, sin cuyo apoyo le será de todo punto imposible llegar a junio superando con éxito los numerosos exámenes a que va a ser sometida. No sabemos las exigencias de dichos compañeros, aunque parece que mantendrán su palabra de no echarse al monte.
Pero es que además la nueva Presidenta tendrá que hacer un sobreesfuerzo porque su gestión al frente de la clase se diferencie inequívocamente de la del Primero A que, debido a su respaldo de todo el instituto, es quien corta el bacalao en general y tiene a todo el mundo comiendo de su mano. Susana, al igual que su antecesor Pepe y los compañeros de los bancos de la izquierda, quieren salirse del redil de Mariano, para que todos los compañeros vean que otro instituto es posible y les voten en las próximas elecciones de centro.
Por si todo lo anterior fuera poco, la nueva Presidenta también tendrá que mover ficha entre los compañeros de su grupo, ya que según le enseñó su mentor, eso de dos liderazgos simultáneos, uno en el partido y otro en la institución, es un foco permanente de conflicto.
Hasta aquí un somero repaso a los trabajos de Hércules que aguardan a la “compañera” Susana en este curso, que sin duda ella y nosotros, recordaremos por su año, “El curso del 14” que ojalá todos superemos con nota.
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