Desfachatez y fachatez

Hay que reconocer que el razonamiento de Rajoy es impecable al recurrir ante el Constitucional el decreto de la Junta sobre los desahucios, ya que la miseria de doce familias pobres, además de andaluzas, puede dar al traste con la incipiente recuperación de España. Que si empezamos a confiscar, aunque sea temporalmente, viviendas desocupadas a los pobres bancos, estas beneméritas instituciones de caridad verán caer su rating internacional, no podrán recibir otros 45.000 millones de euros para sanearse a nuestra costa y como consecuencia no podrán dar liquidez a sus propias constructoras, que a su vez no podrán llevar dinero negro y morado en maletines a las sedes del PP. El catastrófico resultado sería que el partido no podría untar a sus muy honrados dirigentes, que se verían muy desmotivados para seguir sirviendo a la patria y eso sí que no lo podría soportar la marca España. O la carca España, vaya usted a saber.

Y para afianzar aún más, si cabe, la recuperación económica, también hay que suprimir las becas de los hijos de los obreros, ya que la “igualdad social no es posible y los modelos políticos que la persiguen son contrarios al progreso” como bien escribió el mismísimo Rajoy cuando no era nadie. Ahora que ha prosperado, hasta convertirse en el más ferviente lacayo de la patronal bancaria, puede desarrollar estas liberales teorías, que incluyen también los recortes en dependencia, sanidad y pensiones, que los pobres somos cansinos hasta para morirnos.

Y mientras dos millones de trabajadores ven perder sus derechos al decaer sus convenios -otros seis ya los perdimos hace tiempo- y el hambre llega a las escuelas, aquí tenemos al PSOE andaluz discutiendo de nuevo si son galgos o podencos, delicada cuestión que decidirá un juez tras la querella presentada por el cibernético alcalde de Jun, José Antonio Rodríguez, que cree que su partido le maltrata en su ansia viva de ser presidente de la Junta. No sé si la ciega Justicia (o tuerta del ojo derecho) le dará la razón y al final tendremos que consultar el BOJA en Facebook y en menos de 140 caracteres, aunque tengo por seguro que en el PP ya le preparan al regidor tuitero un sentido homenaje.

Y hablando de mordidas y de desfachatez, tampoco es de desdeñar la dentellada que el vicesecretario del PSOE-A, Mario Jiménez, ha lanzado a la jueza Alaya, acusándola de montar una causa general contra la Junta, aunque hay que reconocer que estoy de acuerdo en parte de la frase, que el asunto de los ERE nos 'causa general' bochorno a las gentes de izquierda, al contrario que a las gentes de la derecha, que la corrupción de sus líderes les parece amor a España. Que no sólo deben acabar en la cárcel los que metieron la mano en el cajón o cobraron sobresueldos, sino que deberían irse a casa todos aquellos que no vigilaron a los chorizos como debían, incluyendo, por supuesto, a Mariano Rajoy y a toda la directiva nacional del PP.

Como la futura retirada de Griñán parece que marca ese camino, es hora de que la izquierda española, y la andaluza dando ejemplo, deje de distraerse con estas cosas, no sin limpiar la era de los ERE, y empiece a poner pie en pared, o una barricada en Despeñaperros, que a nada que nos descuidemos el convenio que se nos va aplicar es el del sector del algodón en Alabama, para mayor gloria de España y de las cuentas poco corrientes de los líderes del PP, que lo suyo, además de desfachatez, es simple y llana fachatez.