El desmantelado Grupo Sánchez Ramade, deudor millonario de Hacienda
El Grupo Sánchez Ramade fue durante buena parte del siglo XX y la primera década del siglo XXI ejemplo de las cotas hasta las que una empresa familiar podía escalar. Fundada en 1932 por Eugenio Sánchez Ramade y asentada en Córdoba desde los años 60, diversificó su negocio entre varios sectores, al frente de los cuales estaba cada uno de sus hijos, y llegó a ser en los primeros años de este siglo la empresa privada andaluza con mayor volumen de facturación.
La crisis económica y su gestión provocaron que, como un castillo de naipes, el Grupo Sánchez Ramade se desmoronara en pocos años y hoy, ya desaparecido, aparece entre la lista de morosos con Hacienda que la Agencia Tributaria ha hecho público este miércoles, cumpliendo el anuncio que en su día hizo el ministro del ramo, Cristóbal Montoro.
En el listado de deudores con el Fisco, donde aparecen los 4.855 contribuyentes –entre personas físicas y jurídicas- que deben más de un millón de euros a Hacienda y aún no han regularizado sus deudas pendientes, figuran varias de las empresas que componían el holding de Sánchez Ramade y que, en total, hoy suman 78 millones de euros de deuda con la Agencia Tributaria.
Así, la firma Noriega S.L. dedicada al sector inmobiliario adeuda 36,5 millones de euros, mientras que Noriega Edificación S.L., también del ámbito de la construcción, tiene una deuda de 7,1 millones de euros. Por su parte, la desaparecida Urende –dedicada a la comercialización de electrodomésticos- aparece en este listado con una deuda de 5,8 millones de euros.
De igual forma, la firma que operó como cabecera del grupo empresarial a partir de los años 90 –Compañía Meridional de Inversiones- y que era propietaria entre otras cosas de los cines Cinesur distribuidos por Córdoba, Sevilla, Málaga y Madrid, mantiene una deuda de 28,5 millones de euros.
Bajada a los infiernos tras la crisis
El Grupo Sánchez Ramade, que llegó a tener más de 4.000 empleados directos, tuvo que llegar a la liquidación de sus buques insignia –Noriega y Urende- y también a la extinción de la Compañía Meridional de Inversiones. La elevada deuda que el grupo empresarial mantenía con los bancos y la crisis económica generalizada empujaron hasta el precipicio a sus firmas, que no pudieron cumplir sus compromisos de pago con las entidades financieras.
Así las cosas, fue en el año 2010 cuando el declive se precipitó: la constructora Noriega presentó concurso voluntario de acreedores tras haberse subido a la ola de la burbuja inmobiliaria. De hecho, supuso la segunda mayor suspensión de pagos de Andalucía tras la constructora malagueña Aifos y, con una deuda de más de 1.000 millones de euros, acabó siendo liquidada por orden judicial en 2012.
También en esos años, el grupo Sánchez Ramade puso a la venta Cinesur y Diasa –firma del grupo dedicada a la informática-. Por su parte, la distribuidora de electrodomésticos Urende, que había llegado a tener 1.100 empleados y 44 tiendas en ocho comunidades autónomas, tampoco superó el concurso de acreedores y, finalmente, fue subastada por lotes para poder hacer frente a sus deudas. La misma suerte acabó corriendo la matriz, la Compañía Meridional de Inversiones, que ha visto como en este mismo año 2015 se acababan subastando sus bienes.