El despacho de Albert Rivera mantiene trabajadores en ERTE mientras presume de fichajes y crecimiento
Martínez-Echevarría, el despacho que preside Albert Rivera, mantiene en ERTE al menos a catorce trabajadores a pesar de que desde que comenzó la pandemia ha acometido contrataciones de relumbrón, costosas reformas (como la de la sede de Madrid) e inauguraciones, como la de la sede de Sevilla. Algunos trabajadores denuncian que el ERTE se está utilizando para represaliarles, que es abusivo y que se mantiene en fraude de ley, dado que la empresa no está realmente en una situación que lo justifique. Por eso, la última prórroga del ERTE ha sido impugnada ante un juzgado. Del ERTE también tuvo conocimiento la inspección de trabajo, que concluyó que la causa no se había probado con datos económicos.
2020 fue un año convulso para Martínez Echevarría. Entre fichajes de campanillas e inauguraciones, el despacho presentó un expediente de regulación temporal de empleo, muy poco tiempo después de que el Gobierno aprobara una fórmula flexibilizada de esta herramienta, que tenía como finalidad ayudar a las empresas a capear la crisis generada por la pandemia. El ERTE permite a la empresa suspender temporalmente los contratos de trabajo. Durante el tiempo que el trabajador permanece en ERTE, la Seguridad Social asume la prestación por desempleo, que alcanzaba el 70% de la base reguladora del trabajador hasta el 31 de diciembre y el 50% desde entonces.
El 1 de mayo de 2020, después de una negociación con UGT y Comisiones Obreras, el 19% de la plantilla de Martínez Echeverría & Rivera (que opera bajo media docena de sociedades) fue incluido en un ERTE por causas de las denominadas ETOP (Económicas, Técnicas, Organizativas y de Producción). Este tipo de ERTE se podía acoger a una tramitación simplificada inexistente en la regulación ordinaria y es prorrogable. “Ahora cada euro cuenta”, declaró entonces a este medio Vicente Morató, director general de la firma, que aseguró que la mayoría de los trabajadores afectados eran junior y personal administrativo y de contabilidad.
Aquel proceso aumentó el malestar de una parte de la plantilla, según pudo constatar elDiario.es/Andalucía de varios empleados que, además, denunciaron que la empresa incumplía de forma sistemática las recomendaciones de teletrabajo formuladas por las autoridades sanitarias. Esas quejas se mantienen. Vicente Morató replica: “Hay empresas que se ajustan mejor al teletrabajo universal. Nosotros nos adaptamos peor, porque vendemos confianza, seguridad. Los clientes tienen problemas que debemos solucionar y se requiere un poco de contacto físico”.
Un ERTE en medio de un “ambicioso plan de crecimiento”
El pasado 31 diciembre, un día antes de que expirara el ERTE pactado en primavera y después de varias semanas anunciando la “necesidad” de prorrogarlo, la empresa comunicó a varios de sus trabajadores que seguirían en ERTE hasta el 30 de junio de 2021, a pesar de que el despacho comunica que está acometiendo un “ambicioso plan de crecimiento”.
La prórroga ha sido impugnada ante los tribunales por varios trabajadores. Entienden que, con la excusa de la pandemia, se están empleando fondos públicos de forma fraudulenta, con el fin de perjudicar a algunos trabajadores concretos como represalia y fórmula de desgaste. Según se explica, la empresa oculta sus cifras ante las autoridades para que no se pueda valorar si existe una causa para realizar y mantener el ERTE. A pesar de operar con el nombre comercial Martínez Echevarría & Rivera, la firma mantiene varias entidades diferenciadas.
“Nosotros interés por hacer un ERTE no tenemos ninguno, pero nos ha venido encima una situación que no esperábamos”, justifica Vicente Morató: “Para no tener que desprendernos de personas que llevan tiempo con nosotros hay que tomar algunas medidas: ser más restrictivos en los gastos, más eficientes, orientarnos más al mercado y suspender algunos contratos temporalmente de aquellas personas que son menos productivas, con la tranquilidad de que tienen una prestación pública”. Inicialmente fueron unas 50 y ahora rondan la quincena, según sus cálculos.
Fichajes y nuevas sedes
Lo cierto es que las propias declaraciones de sus directivos indican que el año 2020 fue positivo para el despacho Martínez-Echevarría & Rivera. El 2 de marzo de 2020, el expresidente de Ciudadanos organizó una comparecencia pública para anunciar que se incorporaba al sector privado, asumiendo la presidencia ejecutiva de este despacho, al que llegó acompañado de su secretaria personal procedente de Ciudadanos; poco después, José Manuel Villegas se sumó al proyecto. “Solamente sostener la parte de Rivera y allegados cuesta más que mantener al resto de los abogados”, comenta un trabajador.
Desde entonces, ha realizado varios fichajes de nuevos socios provenientes de otros grandes despachos o exabogados del Estado, anunciados a bombo y platillo en la prensa económica. Del último, un nuevo socio, informó El Confidencial el pasado 19 de marzo, reseñando la continuidad del “ambicioso plan de crecimiento de la firma”. Este tipo de fichajes suele superar los 100.000 euros de salarios.
Según Morató, las incorporaciones de nuevos socios no son contradictorias con mantener trabajadores de base en ERTE. “No es un tema de si hay dinero o no, sino si hay contenido del puesto de trabajo o no. Si tengo un chófer, pero no podemos ir de una provincia a otra, tiene sentido que esté en ERTE”, explica. “Quienes están en ERTE deberían alegrarse de que nosotros en Madrid estemos incorporando personas, porque esas personas son en gran parte la causa de que ellos puedan mantener su puesto de trabajo”. “Comprendo que se pueda tener la impresión de que hacemos grandes fichajes mientras recortamos, pero no es así. Yo invierto en dos socios que sé que me van a permitir recuperar negocio”, añade.
El 17 de enero de 2021, el diario ABC publicó que Martínez Echevarría volvía a encabezar el ranking de bufetes andaluces por volumen de facturación, con un total de 18.018.000 euros en 2020, “creciendo un 1% más en plena pandemia”, si bien su máximo responsable matiza: se trata de facturación generada en parte en 2019, que no muestra la foto real de los efectos de la crisis.
Preguntado por los procesos de concentración entre bufetes, Morató respondió a Sur que no solo no necesitaban apoyo externo, sino que contemplaba “rescatar a firmas pequeñas”. En el último año, ha pasado de 232 a 252 empleados, según sus propios datos. Sin embargo, carece de representación sindical.
Aunque se comprometió expresamente a no sustituir a los trabajadores con el contrato suspendido, en el acuerdo original de ERTE el despacho incluyó una cláusula que le permite contratar libremente a nuevos trabajadores para diferentes funciones o responsabilidades.
Primer ERTE tras acuerdo con los sindicatos: “Los engañaron”
No es la primera vez que se impugna el ERTE de Martínez Echevarría & Rivera. El juzgado de lo social 7 de Granada ya desestimó una demanda de impugnación sobre el ERTE original, entendiendo que no se había probado el fraude, dolo o abuso de derecho. Para esa conclusión, fue clave el hecho de que el ERTE se alcanzara previo acuerdo, con la colaboración de negociadores de UGT y Comisiones Obreras, ya que no existe comité de empresa.
El hecho de haber realizado el primer ERTE de conformidad limita las posibilidades de impugnación sobre los motivos. Aunque un inspector de Trabajo señaló ante el juez que el despacho no había probado la causa productiva del ERTE con datos económicos, tan solo cabe demostrar que ha habido dolo o simulación.
“Como engañaron a los sindicatos, ahora la autoridad laboral entiende que todo ha sido de buena fe”, explica un trabajador: “Hicieron una limpia, aprovechando la cobertura legal: toda la gente que había reclamado derechos, paternidades…”. Para algunos trabajadores afectados, la imposibilidad de atacar las causas del ERTE es abusiva.
En cambio, Morató cree que el runrún generado en torno al ERTE obedece al malestar de personas que “se han enfadado” por estar incluidas y a que la legislación laboral no impone costas: “Cada vez que hay una medida laboral que no gusta los empleados se lanzan a ver qué pasa, porque a veces suena la flauta”. “Lógicamente, cuando te eligen como en el colegio en los equipos de fútbol y te quedas el último, te preguntas por qué. Se comprende”, añade Morató.
En el primer proceso de impugnación acudieron a declarar los principales directivos del despacho. Ahora, la impugnación de la prórroga alcanza también a la organización de las asambleas. Tanto en Granada como en Córdoba, los representantes designados por los trabajadores fueron los propios coordinadores de la oficina. Son estos representantes los que “reconocen” que concurren las causas para prorrogar el ERTE.
Además, se han denunciado presiones a algunos trabajadores y que la votación se realizara a mano alzada o con papeletas escritas a mano, y que los criterios anunciados para seleccionar a los trabajadores en ERTE (menor edad, menor salario, menor carga de trabajo o menor “previsión” de trabajo) no se estarían cumpliendo.
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