Seis cuevas del Sacromonte de Granada, en el cerro de San Miguel, han sido desalojadas la mañana de este jueves por la Policía Local en una operación que ha tomado por sorpresa a sus moradores y que ha desplegado a más de 50 agentes antidisturbios por los alrededores para impedir los accesos. Durante el desalojo se ha producido una detención, y la operación ha finalizado con una carga policial junto a la ermita de San Miguel Alto, donde los agentes, cuando ya se retiraban ellos y los técnicos, se han abierto paso a través de una manifestación en apoyo de los vecinos.
Los intentos de desalojo de las cuevas ilegales del cerro de San Miguel se remontan a más de 10 años, pero tuvieron su último episodio el pasado diciembre, cuando una concentración de Stop Desahucios evitó el cierre de ocho que el Ayuntamiento de Granada consideraba a punto de derrumbe por ruina. De hecho, en estos tres meses dos de dichas cuevas, ya abandonadas, han acabado cayéndose por sí solas. Sin embargo, las otras seis estaban pendientes de resolución judicial contra los recursos presentados por los vecinos, a través del grupo Abogados en Red y la letrada Marisa Dávila.
La operación de este 20 de marzo comenzó minutos antes de las 6.00, con la llegada de los primeros vehículos de la Policía Local. Rápidamente comenzó el despliegue de los agentes, orientado a impedir una nueva concentración en la explanada junto a muralla zirí, un mirado de privilegiadas vistas a la Alhambra de Granada desde el cual se evitó el desalojo en diciembre. También se comenzó a vaciar cuevas, según la letrada de los vecinos, sin notificación alguna por parte de los agentes. Siete personas fueron obligadas a abandonar las seis viviendas, que incluyen una dara musulmana de la congregación religiosa senegalesa de los Baye Fall.
Durante esa operación, la Policía Local detuvo a un vecino acusado de agredir a los agentes. Los testigos y vecinos aseguran que este detenido fue reducido entre al menos cinco policías y que recibió “una brutal paliza”. Fuentes policiales aseguran que fue él quien hirió a un agente. También se llevaron a dos vecinos más a comisaría para su identificación, ya que no tenían documentación legal. Luego se procedió al cierre de las cuevas, sin permitirles sacar sus pertenencias, taponándolas con tierra y escombros.
La letrada explicó a los medios de comunicación que la Policía Local estaría aprovechando para “cerrar cuevas que no estaban denunciadas”. Esto es así porque, contra las recomendaciones de la Junta de Andalucía, los técnicos accedieron con retroexcavadoras y dumpers, considerados maquinaria pesada. La estructura de las mismas podía verse afectada por dicha maquinaria sin que necesariamente ello implicase peligro de ruina. Denuncia también que no se ha ofrecido realojo a los desalojados, como obligaría la ley al ser desahucios por ruina. Pero el Ayuntamiento de Granada ha respondido que cada uno debe solicitar a los Servicios Sociales por su cuenta dicho realojo.
Stop Desahucios, tras intentar acceder por diversos puntos al cerro sin éxito, se concentró frente al Ayuntamiento de Granada en la plaza del Carmen, durante una comparecencia pública en el interior de la edil de Urbanismo, Isabel Nieto. Esta manifestación se trasladó a la ermita de San Miguel el Alto coincidiendo con la retirada de la maquinaria.
Esto ha provocado un último momento de tensión, cuando los antidisturbios decidieron abrirse paso de regreso a sus vehículos cargando con las porras. Según los agentes, se vieron obligados al comenzar a ser apedreados pero no ha habido heridos por ninguna de las partes. Los manifestantes niegan las pedradas y aseguran que varios activistas han acabado heridos y contusionados. Ya a primera hora de la tarde, los vecinos del Sacromonte han comenzado a trabajar con picos y palas para reabrir las cuevas clausuradas.