La presidenta se lo pidió a Mariano Rajoy en su encuentro de finales de año. A los sindicatos les duele la boca de solicitarlo, tanto aquí como en Madrid. Si hay una cosa en la que los partidos políticos se ponen de acuerdo en Andalucía es en decir que el empleo es prioridad. Canarias o Extremadura, con el PP en la Moncloa, han disfrutado de un plan especial de empleo. No así Andalucía, cuyas cifras de desempleo en los últimos años son inversamente proporcionales a los recursos económicos destinados por el Gobierno central a las políticas activas de empleo.
Con apenas una semana de precampaña para las elecciones autonómicas, los dos partidos mayoritarios ya han hecho un par de anuncios relativos al empleo. Susana Díaz ha avanzado que la Junta aprobará un plan de empleo para mayores de 45 años. Moreno Bonilla, si es presidente, ampliará a un año las ayudas a contratación de parados de larga duración. Andalucía no ha bajado del millón de parados pero los presupuestos estatales han ido disminuyendo en cualquier caso.
La distribución a Andalucía de fondos aprobados en las conferencias sectoriales de asuntos laborales pasó de 692 millones a 298 millones, coincidiendo con el cambio de color político en Moncloa y después de diez años consecutvios de subida (de 508 en 2004 a los citados 692 en 2011), al tiempo que subía el dato de paro registrado en Andalucía. Ese año, con 396 millones menos de dinero destinado a políticas activas de empleo, el número de parados siguió subiendo hasta superar el millón de desempleados.
La ministra Báñez, onubense, criticaba recientemente que la Junta era la única región que no priorizaba el empleo cuando es la que más paro arrastra. Y argumentaba que sólo había justificado el 24% de fondos para crear empleo en 2013 (71 millones de los 298 asignados en un principio). La nueva asignación de los recursos estatales, articulada a través de la Estrategia Española de Activación para el Empleo 2014-2016 publicada en septiembre, se realiza ahora en función de los resultados obtenidos el año anterior.
Por eso, y según esa “nueva cultura de evaluación” planteada por el Gobierno Rajoy, Andalucía recibió para 2014 sólo 37 millones de euros. “Lo no ejecutado, lo que no nos ha mandado como comprometido la Intervención General de la Junta, que es la que certifica esas políticas de empleo, no lo podemos abonar como políticas de empleo”, decía Báñez.
La Junta, por contra, considera que la ministra “ensucia el debate político” y la acusa de haber recortado “más de 1.200 millones de euros en políticas activas de empleo, reduciendo en un 60% los fondos que se recibían desde 2011”. Además, denuncia que el Gobierno, en base las nuevas políticas temporales de reparto, “paga en 2015 las políticas activas de empleo previstas para 2014”.
Políticas de empleo del Estado en Andalucía | Crear infográficos
Cambio de actitud (en año electoral)
Andalucía tuvo entre 2008 y 2011, con Rodríguez Zapatero en el Gobierno, dos programas especiales de empleo en los PGE: el Plan Integral de Empleo Bahía de Cádiz, dotado con 65,5 millones de euros en tres anualidades, y el Plan Activa Jaén, con 11 millones de euros. Antes de criticar la política de empleo en la comunidad, la ministra Báñez presentó en diciembre el plan para parados de larga duración y con cargas familiares que haya agotado todas las prestaciones, con un 25% más de inversión. La Junta recibió con agrado aquella noticia pero tachaba de interés electoralista la medida sabiendo que en 2015 habrá elecciones generales. Y ahora, autonómicas.
Desde UGT Andalucía denuncian en este sentido “la política de austeridad, recortes y ajustes que el Gobierno Central está llevando acabo desde que entró en el poder, y de este modo de alejan de las personas y del empleo”. Concretamente, concidiendo con los datos aquí ofrecidos, consideran que “los recortes” en materia de políticas activas de empleo “comenzaron a ser eminentes en 2011” y “han dejado desamparados a muchos andaluces y andaluzas que se encuentran en desempleo, abocándolos aún más a situaciones de indefensión y al borde de la exclusión social y la pobreza”. “Las políticas activas de empleo constituyen las únicas herramientas que tienen estas personas paradas para mejorar su situación de cara al mercado de trabajo”, insisten.
En cuanto a que el Gobierno estatal justique este descenso en los presupuestos de estas políticas con que no son eficaces, UGT Andalucía manifiesta que “en lugar de recortar tan drásticamente, se debían de actualizar y adaptar estos programas a los nuevos tiempos, modernizando el diseño y funcionamiento de los mismas y rentabilizando en mayor medidas aquellas políticas que han sido más beneficiosas”.
Al hilo de lo que denuncia la Junta, “en Andalucía se ha notado este recorte, entre otros aspectos, porque la formación profesional para el empleo está paralizada, porque entre un programa de orientación profesional y otro cada vez transcurre más tiempo, porque programas que hasta ahora han contribuido al acceso al mercado de trabajo, como es las Escuelas Taller, talleres de oficio y demás, desde el año 2011 no se ejecutan, porque se dejan de lado a colectivos como son las personas con discapacidad e inmigrantes, etc”.