El eje Andalucía-Valencia-Murcia muta de “alianza no frentista” a bloque contra la “inacción política del Gobierno”
Murcia se ha sumado este miércoles al llamado eje levante-sur, la alianza que hace una semana sellaron Andalucía y la Comunidad Valenciana para reclamar al Gobierno central una mejor financiación para sus territorios. El esquema era el mismo -reunión bilateral entre el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, y su homólogo murciano, Fernando López Miras-, pero el discurso ha sido ostensiblemente distinto al que dejó el tándem con el socialista Ximo Puig.
Con el valenciano se cuidó mucho el mensaje institucional, para evitar una confrontación partidista PP-PSOE, y que quedase claro que los déficit del modelo de financiación, caduco desde 2014, afectan por igual a territorios gobernados por la derecha y por la izquierda. La comparecencia conjunta de Moreno y López Miras -ambos del PP- sí ha buscado la confrontación directa con el Gobierno de Pedro Sánchez, con la ministra de Hacienda, Maria Jesús Montero, y con la Cataluña gobernada por partidos independentistas.
El presidente andaluz, que anduvo de puntillas cuando tenía a su lado al socialista Puig, ha arremetido directamente contra el Ejecutivo central, acusándole de “inacción política” en materia de financiación. “Ante la inacción política del Gobierno de España y ante la gravedad de la situación, nosotros nos tenemos que reunir. Si el Gobierno nos convocara, no harían falta estas reuniones bilaterales. La inacción no es una opción”, advirtió. López Miras señaló también a Montero, “a quien le preocupaban los problemas de infrafinanciación cuando era consejera de Hacienda en Andalucía, pero no ahora que es ministra”.
Los números sí son los mismos: el eje Andalucía-Valencia-Murcia, que representa el 25% del PIB estatal y más de un tercio de la población española, reclama más de 16.000 millones de euros extra para las comunidades, especialmente aquellas que están por debajo de la media en el reparto de fondos del Estado. Moreno, Puig y López Miras piden una reforma urgente del modelo de financiación, que corrija el desequilibrio entre población real y ajustada -“casi 200.000 andaluces que pagan impuestos y no perciben nada del Estado”-, y entretanto demandan un fondo transitorio de nivelación que corrija las diferencias en el reparto. Una partida que cifran en 1.700 millones de euros para estas tres comunidades.
Las reuniones bilaterales que está abanderando Moreno Bonilla -también ha anunciado encuentros con los presidentes de Galicia, Madrid y Euskadi- suponen una impugnación de los órganos multilaterales del Gobierno, como el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), que reúne a la ministra de Hacienda con sus homólogos en las comunidades, donde debe negociarse el nuevo modelo de financiación.
En la última reunión, hace unos meses, el consejero de Hacienda de la Comunidad Valenciana planteó la posibilidad de compensar a las comunidades financiadas por debajo de la media: Andalucía, Valencia y Murcia. Que de los 13.500 millones extraordinarios que el Gobierno iba a librar para las comunidades, una parte se repartiera preferentemente entre las peor financiadas. La ministra accedió a estudiar la fórmula, pero no se llegó a votar porque varias comunidades se opusieron: Madrid y Castilla y León (gobernadas por el PP) y Extremadura (gobernada por el PSOE).
A Moreno y a López Miras le han preguntado si su exigencia de un fondo temporal de nivelación entre comunidades estaba consensuado con su compañera de partido, la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; o si su reclamación en materia de financiación autonómica contaba con el visto bueno del presidente del PP, Pablo Casado, toda vez que cualquier reforma del modelo debe plasmarse en una ley orgánica y ser aprobada por amplia mayoría en el Congreso. El presidente andaluz, apuntado desde la primera fila por su consejero de Hacienda, Juan Bravo, ha negado que Madrid se opusiera a la creación de este fondo en el último Consejo de Política Fiscal. “No nos consta que Madrid estuviera en contra, esa información es incorrecta”, dijo.
Acto seguido, Moreno endureció el tono contra el Ejecutivo de Sánchez: “Yo me pregunto para qué hay un Gobierno? La razón de que estemos aquí es la inacción del Gobierno de España en esta y otras materias, como el Covid. Cuando hay una ausencia del Estado, las comunidades tenemos que movernos”, insistió. El presidente murciano fue especialmente crítico con la reunión bilateral entre el Gobierno y la Generalitat de Cataluña, la llamada mesa de diálogo para desatascar el atolladero soberanista.
Ambos, el presidente de Andalucía y el de Murcia, han enviado sendas cartas a Pedro Sánchez reclamándole una mesa bilateral para abordar temas importantes para sus territorios, empezando por la financiación. El andaluz tiene más peso, porque este órgano de diálogo Gobierno-Junta emana del Estatuto de Autonomía, que tiene rango de ley orgánica y obliga a ambas administraciones. Sánchez, de momento, no ha respondido la misiva de Moreno. La reclamación que hacen los presidentes de Andalucía, Valencia y Murcia desarrolla la propuesta de reforma del modelo de financiación, impulsada por Montero cuando era consejera andaluza, y que fue avalada por el Parlamento con una amplísima mayoría (100 diputados de 109, todos excepto los 9 que tenía Ciudadanos en 2018).
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