Aunque hasta el próximo 21 de junio no dará comienzo el verano astronómico, el climatológico, que es el que sirve de referencia para la estadística climática, arrancó el pasado miércoles día 1. Y las previsiones no son buenas. La Agencia Estatal de Meteorología ha hecho pública su previsión trimestral para los meses de junio, julio y agosto, siendo muy probable que dicho periodo resulte más seco y cálido de lo normal para el periodo de referencia. Dicho periodo abarca la media de temperaturas y precipitaciones entre los años 1981 y 2010, y el de 2022 se situaría con mucha probabilidad entre 10 de los años más cálidos y secos para ese marco temporal.
No es algo nuevo, e iría tanto en la senda de lo vivido en la última década como con la tendencia que ya arrastramos tras uno de los meses de mayo más cálidos y secos registrados jamás en Andalucía. Porque tras el histórico episodio por temperaturas extraordinariamente elevadas vivido entre las jornadas del 19 al 21 de mayo, la tendencia para los próximos días es la del regreso de un episodio por altas temperaturas, aunque no tan anómalas como las de entonces.
Las temperaturas volverán a situarse muy por encima de los valores habituales para la época. A comienzo de la próxima semana, con la vuelta de la dorsal anticiclónica a la vertical de la Península Ibérica, la masa de aire en altura se situará entre 4 y 6 grados por encima de lo normal. Esto hará que las temperaturas en superficie vuelvan a situarse por encima de los 30 grados en todo el interior de la región, alcanzando de nuevo la barrera de los 40 grados en puntos centrales del valle del Guadalquivir.
El regreso del calor de puro verano será progresivo y tendrá en la segunda mitad del fin de semana un importante cambio de tendencia. Así, mientras que durante las jornadas de viernes y sábado el sostenimiento del flujo de poniente mantendrá las temperaturas muy contenidas en la mitad occidental de la región, a partir de la jornada del domingo éstas experimentarán un moderado ascenso de entre 3 y 6 grados. El viento del oeste estará sostenido por la presencia de una borrasca atlántica que con el paso de las horas se adentrará, ya muy debilitada, por el noroeste peninsular.
Ese flujo de poniente será el responsable tanto de la presencia de nubosidad matinal en la mitad occidental andaluza como de las temperaturas relativamente suaves que se vivirán en toda la región hasta la tarde del sábado. Así, casi ningún punto del territorio andaluz alcanzará la frontera de los 30 grados en la primera mitad del fin de semana, siendo más probable que puedan alcanzarse o rozarse en algunos puntos centrales del valle del Guadalquivir o en el interior del tercio oriental.
El termómetro comenzará a sumar grados a partir de la jornada del domingo. Para entonces la borrasca habrá quedado ya reintegrada en la circulación general de la atmósfera, dejando vía libre a la irrupción de la dorsal anticiclónica que con el paso de las jornadas se asentará sobre la Península Ibérica. Aquí sufrirá un proceso de estabilización y fortalecimiento que recalentará la masa de aire en altura que llevará asociada.
Dicho calentamiento se traducirá en un aumento de las temperaturas hasta la tarde del próximo martes de entre 7 y 9 grados respecto a las vividas durante el fin de semana. A excepción de la costa, donde se mantendrán en valores por debajo de los 30 grados, en el resto de la región andaluza las máximas alcanzarán de manera generalizada el rango de los 35 grados. Para entonces es probable que vuelvan a activarse avisos por calor en buena parte de la depresión del Guadalquivir, donde de nuevo se llegarán hasta los 37 ó 38 grados. Será durante las tardes del martes y el miércoles cuando el calor tocase techo, llegando a alcanzarse de manera puntual los 39 ó 40 grados en algunos puntos de las provincias de Córdoba y Jaén.
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