Desde 2017 Andalucía no vivía una Semana Santa sin la presencia de la lluvia en alguno de sus días. Y ahora, en 2023 y tras más de un lustro, la región vuelve a repetir patrón. Al igual que el resto del sur peninsular, Andalucía sigue inmersa en uno de los periodos de sequía y temperaturas anómalas más intensos desde que existen registros. Algo que ha adelantado el riesgo de incendios en casi toda la región y que se intensificará tras un nuevo aumento de las temperaturas extendiendo el nivel de riesgo extremo a casi todo el interior andaluz a comienzos de la próxima semana.
Las altas presiones se han adueñado de la atmósfera andaluza y ni siquiera el tímido descuelgue de pequeñas áreas de baja presión hasta el entorno peninsular han permitido el desarrollo de algunos chubascos. El ambiente seco y soleado sigue y seguirá siendo generalizado durante el último fin de semana de Semana Santa en todas las provincias, prolongándose al menos hasta mediados de la próxima y sin que por el momento se prevea un cambio en la dinámica atmosférica que abra ningún periodo de lluvias en el corto o medio plazo.
Entre dos a cuatro grados más durante el fin de semana
El fin de semana mantendrá la misma tónica de cielos poco nubosos o despejados y temperaturas relativamente calurosas. Además, desde la jornada del sábado 8 de abril el termómetro experimentará un nuevo ascenso de entre 2 a 4 grados en toda la región, siendo más acusado en la costa mediterránea y la vertiente atlántica del Estrecho donde se recuperarán valores de hasta 24 grados tras unas jornadas en las que el levante ha dejado máximas de unos 18 a 20 grados.
Como es habitual, la depresión del Guadalquivir concentrará las temperaturas más elevadas a lo largo del fin de semana, con máximas de hasta 30 o 31 grados en las provincias de Sevilla y Córdoba. También podrá rozarse la barrera de los 30 grados en el valle del Genil y en algunos puntos de Sierra Morena. En el resto del territorio, incluyendo cotas medias de la mitad oriental y el litoral atlántico, las máximas quedarán algo más contenidas en el rango de los 25 a 27 grados.
Máximas de hasta 35 grados para el valle del Guadalquivir a mediados de abril
Lejos de amainar, el comienzo de semana traerá un nuevo aumento de las temperaturas. La posición de una pequeña baja aislada en el entorno del Cabo de San Vicente impulsará aire cálido en capas bajas de la atmósfera. Esto hará que el termómetro sume de media otro par de grados en todo el territorio, aunque será en el extremo occidental donde se experimente una mayor subida. Aquí las máximas vivirán un ascenso de más de cinco grados en el arranque de semana, lo que podrá dejar registros de entre 30 a 31 grados en el litoral onubense, al igual que en buena parte de la mitad oriental de la región.
Pero de nuevo será el valle del Guadalquivir el que concentre los valores más elevados, con máximas que entre las tardes del lunes y martes podrán superar los 32 o 33 grados de manera generalizada, llegando incluso a darse registros de entre 34 y 35 grados entre las provincias de Sevilla y Córdoba durante la tarde del martes 11 de abril. De hecho, las previsiones apuntan a que incluso podrían caer récords de máximas para un mes de abril en algunos observatorios meteorológicos de la Comunidad, como el de los 34 grados de la capital cordobesa del relativamente reciente 18 de abril de 2017.
El riesgo extremo de incendios se extiende por casi toda la región
Las temperaturas que se esperan a comienzos de la próxima semana representan una anomalía de hasta 8 grados por encima de los valores normales para la época, lo que unido al tiempo seco y la prolongada ausencia de precipitaciones, disparará el riesgo de incendios en todo el territorio. Los mapas de riesgo de incendio que diariamente elabora la Agencia Estatal de Meteorología ya dibujaban desde comienzos de Semana Santa el nivel extremo en algunas zonas localizadas del interior andaluz. Dicho nivel se extenderá durante los próximos días a otras zonas de la región, siendo prácticamente generalizado en todo el interior a partir de la jornada del martes 11 de abril, en especial en áreas de sierra y campiña. Un hecho insólito a mediados de abril, cuando aún quedan más de dos meses para el comienzo de la época estival.