SATSE y Sindicato Médico revalidan su triunfo y vuelven a controlar la mesa sectorial del Servicio Andaluz de Salud (SAS). Sin sorpresas, los dos sindicatos corporativos, que históricamente han dominado la representación de los trabajadores de la sanidad pública de Andalucía, han repetido éxito en estos comicios que, a diferencia de los de 2019, han contado con mayor participación y un censo más amplio. CCOO, CSIF y UGT, que han capitalizado las principales movilizaciones de los últimos años en la calle, se quedan como estaban y no logran alcanzar las expectativas de acercarse a los sindicatos corporativos.
Con casi un 27% de los votos obtenidos, SATSE ha vuelto a ganar las elecciones sindicales del SAS. La participación, que ha llegado hasta el 65% -en 2019 se quedó en el 60%- no ha cambiado demasiado el reparto de apoyos. Con el Sindicato Médico Andaluz (SMA) en segundo lugar obteniendo el 18,11% de los respaldos, mientras que CSIF con el 17,01%, CCOO con el 14,17% y UGT con el 13,31% se mantienen en una mesa sectorial en el que la mayoría la vuelven a tener los sindicatos corporativos de enfermeras y médicos.
Algo que, según fuentes sectoriales, tiende a ser lo habitual por ser las dos categorías profesionales que tienen una plantilla mayor. La foto fija de las cifras oficiales apunta a que hay más de 30.000 enfermeras y más de 20.000 médicos en Andalucía, lo que representa el 40% del total de la plantilla del SAS. En consecuencia, SATSE y SMA valoran muy positivamente los resultados, pese a que todos los sindicatos reconocen que la interlocución con la Junta de Andalucía está resultando difícil, por no haber apenas margen de negociación, y que se está atravesando un periodo tenso con la Consejería de Salud.
Por eso, los resultados son relevantes porque las elecciones sindicales se han celebrado en un contexto especialmente convulso para la sanidad pública andaluza. Mientras la Consejería de Salud de Catalina García busca fórmulas con la sanidad privada para reducir las listas de espera, la mesa sectorial trata de poner freno a esa hoja de ruta.
Un escenario en el que, hace un año, todos los sindicatos, especialmente CCOO, presionaron para retirar de la nueva orden de tarificación la propuesta para privatizar, por primera vez, la atención primaria. Ese había sido el último gran encontronazo entre la Junta de Andalucía y los representantes de los trabajadores del SAS, lo que había marcado la agenda sindical en el año previo a los comicios.
Sin cambios en la mesa sectorial
Así, CCOO, CSIF y UGT aspiraban a convencer a un porcentaje amplio de los 121.000 profesionales de la sanidad pública que estaban llamados a las urnas este 6 de marzo, pero se han tenido que conformar con mantener resultados similares a los de 2019 y permanecer en la mesa sectorial, a la que no ha conseguido entrar el FTPS, que se ha quedado lejos del 10% de los sufragios que son necesarios. Este sindicato engloba a los técnicos en enfermería, a los técnicos superiores y al nuevo Sindicato Médico de Atención Primaria (SMP), que pretende liderar la lucha de los galenos y que ha protagonizado encontronazos con el Sindicato Médico, especialmente hace un año, cuando se contraprogramaron dos huelgas para pedir mejoras en la atención de los ambulatorios.
Pese a la lucha sindical en la calle que han protagonizado CSIF, CCOO y UGT, que han ido de la mano en varias protestas, especialmente en las relacionadas con las listas de espera y la situación de la atención primaria, los profesionales del SAS han optado mayoritariamente por SATSE y SMA. Dos sindicatos que tienden a estar más alineados con los postulados de la Consejería de Salud -se movilizan menos- como lo demuestra que, en los últimos años, han logrado importantes acuerdos para los intereses de enfermeras y médicos. En el caso de las primeras, la llegada de las consultas de acogida a los ambulatorios les ha dado mayor peso en la sanidad pública y en el caso de los galenos la ampliación de la continuidad asistencial -para poder trabajar por las tardes-, así como la posibilidad de trabajar también en la sanidad privada sin perjuicio para sus sueldos.
No obstante, SATSE no ha conseguido frenar la sangría de contratos temporales que siguen afectando sobre todo a las enfermeras y que hacen que muchas de ellas opten cada año por salir de Andalucía en busca de vinculaciones más duraderas y que fomenten una mayor conciliación laboral. Y aunque el SMA firmó en enero de 2023 un acuerdo, que desbloqueó una huelga indefinida prevista para entonces, con el que se pretendían limitar las agendas de pacientes que cada médico de cabecera ha de asumir a diario, doce meses después no se ha mejorado en ese aspecto, llevando a este sindicato a mostrarse beligerante con Salud.
Para fuentes de los tres sindicatos minoritarios en esta mesa sectorial, pero con mayor peso histórico fuera de ella, como son CSIF, CCOO y UGT, los resultados de las elecciones evidencian que los profesionales sanitarios de Andalucía siguen apostando por los sindicatos corporativos y que la Consejería de Salud se siente “más cómoda” con ellos que con las siglas que representan estas tres secciones sindicales. No obstante, dicen que los votos obtenidos les “animan a seguir luchando”. Un panorama en el que, de nuevo, la demora de las listas de espera y los conciertos con la sanidad privada aspiran a ser los grandes temas que marcarán el mandato hasta 2028.