En Abierto es un espacio para voces universitarias, políticas, asociativas, ciudadanas, cooperativas... Un espacio para el debate, para la argumentación y para la reflexión. Porque en tiempos de cambios es necesario estar atento y escuchar. Y lo queremos hacer con el “micrófono” en abierto.
Carta abierta a Ana Oramas
Estimada señora Oramas,
La política en España y también fuera de nuestras fronteras soporta desde hace tiempo el descrédito de una sociedad que ha sufrido en sus carnes las duras consecuencias de la crisis y que, a menudo, no ha encontrado en la política una solución a sus problemas. Los ciudadanos están cansados de confrontación, están cansados de que algunos representantes públicos, incapaces a veces de resolver sus demandas, les utilicen e, incluso, les ofendan con el único objetivo de sacar algún rédito político.
He de confesarle que ayer sentí bochorno e indignación al escuchar sus palabras en la tribuna del Congreso durante el debate de los Presupuestos. Nada en el transcurso del acalorado debate parlamentario justifica el insulto y el desprecio hacia un barrio, hacia unos vecinos y vecinas que están hartos de que se les estigmatice como usted precisamente hizo ayer en la Cámara.
Permítame que le cuente cómo es el barrio de las Tres Mil Viviendas de Sevilla, al que le invito a venir para conocer de primera mano su realidad antes de volver a usarlo como arma arrojadiza contra un rival político. Las Tres Mil Viviendas es un barrio con serios problemas de habitabilidad, de seguridad y de falta de oportunidades. Es un barrio muy humilde, de gente trabajadora que se levanta cada mañana para sacar adelante a sus familias, vecinos y vecinas que necesitan a servidores públicos que les ayuden, no que les desprecien. Seguramente durante sus años de alcaldesa de La Laguna habrá conocido en primera persona zonas con muchas necesidades sociales, igual que Las Tres Mil.
Mientras muchos vecinos de Las Tres Mil Viviendas estaban en el tajo, usted entonaba desde lo alto de la tribuna del Congreso un discurso elitista y clasista demostrando una enorme falta de respeto por quienes conviven en este barrio de Sevilla. Porque decir que el tono de una adversaria política era propio de las Tres Mil supone no sólo despreciar y desacreditar a las 35.000 personas que allí viven, sino alimentar el estigma y el tópico que desafortunadamente soportan desde hace demasiado tiempo.
Estimada señora Oramas,
La política en España y también fuera de nuestras fronteras soporta desde hace tiempo el descrédito de una sociedad que ha sufrido en sus carnes las duras consecuencias de la crisis y que, a menudo, no ha encontrado en la política una solución a sus problemas. Los ciudadanos están cansados de confrontación, están cansados de que algunos representantes públicos, incapaces a veces de resolver sus demandas, les utilicen e, incluso, les ofendan con el único objetivo de sacar algún rédito político.