El fútbol femenino avanza en su profesionalización instalado en un círculo virtuoso: “Estamos haciendo historia”
Se respira esperanza en la presentación este jueves del I Congreso de Fútbol Femenino de España. Tras años de invisibilización, las profesionales de este deporte organizan el evento el 21 y 22 de noviembre en Irún para poner sobre la mesa los retos a los que se enfrenta el fútbol femenino, y el deporte en el que participan mujeres en general. “Estamos haciendo historia muy rápido”, ha afirmado Mónica Marchante, periodista deportiva que presentó la rueda de prensa en la sede de la Liga F.
Las ligas femeninas de los deportes mainstream no han tenido mucho seguimiento, pero en el caso del fútbol, tras la victoria en el mundial el año pasado y un buen desempeño en las Olimpiadas de este año, el ambiente es otro. Cada vez es más común que niñas vistan camisetas de jugadoras de la selección y lleven en su espalda el 11 de Alexia Putellas o el 10 de Jenni Hermoso.
“Al dar voz a mujeres que han llevado su carrera deportiva hasta lo más alto, se logra posicionar a estas deportistas como referentes alternativos que inspiren los pasos, comportamientos y modelen los sueños de otras niñas, niños y adolescentes, además de reducir la desigualdad en el deporte base”, ha declarado Goizane Álvarez, diputada de Deportes de la Diputación de Gipuzkoa, organizadora del evento. “Las jugadoras han luchado por sus sueños teniendo todo en contra y han conseguido conquistar muchos espacios”, valora.
Gracias al mayor tirón del fútbol femenino en los últimos tiempos, profesionales de primer nivel se reunirán en el que será su primer congreso, en cuya organización destaca la ausencia de la Federación Española de Fútbol, aunque la organización aclara que no es porque hayan rechazado estar. Simplemente no se les pidió porque con los medios de los que se disponía bastaba.
El evento contará con ponencias de jugadoras y entrenadoras, pero también de expertas en medicina y salud mental. El sector lo necesita: un estudio de la asociación FUTPRO reveló que cuatro de cada cinco futbolistas de élite ha experimentado síntomas ansiosos o depresivos debido a lo exigente de la competición.
Se abordará, según la web del evento, “desde las raíces históricas del fútbol femenino hasta las complejidades técnicas y sociales que enfrenta en la actualidad”. A lo largo de las mesas de debate y sesiones de intercambio de ideas, se explorará “con profundidad la evolución del fútbol femenino en España y en el mundo, (...) los factores de riesgo de lesiones específicos para las jugadoras, (...) la violencia sexual en el deporte y (...) la importancia del arbitraje femenino para la equidad eigualdad en el juego”.
Entre las ponentes hay perfiles diversos, la mayoría figuras de primera línea del fútbol femenino: hablarán la entrenadora Natalia Arroyo, la exfutbolista y comentarista Vero Boquete, la presidenta de la Liga F, Beatriz Álvarez, la jugadora en activo Ivana Andrés o la directora del Atlético de Madrid Femenino, Lola Romero. También habrá profesionales de éxito de otros ámbitos, como Eli Pinedo, jugadora de balonmano.
Un congreso pionero
Las mujeres tuvieron una liga de fútbol propia por primera vez en 1988, pero los prejuicios y la falta de atención por parte de la sociedad impidieron hasta ahora que celebrasen un encuentro de alto nivel como el que tendrá lugar en Irún. Ahora que han llegado a esa notoriedad, las organizadoras hacen un “por mí y por todas mis compañeras” al poner el foco no solo en el fútbol como deporte, sino también como disciplina deportiva con un “gran arraigo y poder transformador para toda la sociedad”, explica Álvarez, la diputada guipuzcoana. “El objetivo final es eliminar los códigos culturales que limitan a las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad”, añade la organizadora. Para Pablo Vilches, CEO de la Liga F, el fútbol femenino tiene que ser el “motor” del deporte femenino y “abrir las puertas a mujeres” en otras disciplinas.
Mucho ha cambiado desde que este congreso nació como idea en 2022. En poco más de dos años la selección española ha ganado un Mundial, competido ferozmente en las Olimpiadas y ahora mira con optimismo a la Eurocopa del año que viene. También tiene mucho que ver la profesionalización del fútbol femenino —fueron a la huelga y consiguieron mejorar sus condiciones el año pasado— en que tenga más repercusión social y le llegue a más gente, apostilla Vilches. “Esos éxitos traen impactos sociales y obligan a las estructuras sociales a moverse, pero debemos seguir trabajando para que los éxitos no sean solo temporales”, cierra Álvarez.
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