- El Estado había puesto en venta la finca por 300 millones y el proyecto era una forma de hacer más atractiva su compra.
Está en manos de la Junta Rectora de los Alcornocales. El órgano participativo, en el que están representados todo tipo de agentes sociales y políticos de Andalucía, decidirá este miércoles si aprueba la ampliación del parque. Será así cómo se añadirán 5.881 hectáreas al Parque Natural y la Almoraima quedará integrada al 100% en este espacio protegido.
No sólo votará la ampliación del parque, sino su nuevo Plan de Ordenación de los Recursos Naturales y (PORN) y su Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG). Tras una fase de exposición pública, el Consejo de Gobierno de la Junta aprobará el decreto y la ampliación el Consejo de Gobierno de la Junta aprobará el decreto y la ampliación.
En principio, la iniciativa debería seguir adelante sin mayor problema, ya que a principios de febrero, el órgano participativo dio su visto bueno para que se iniciaran los trámites para incluir en el parque natural las fincas de La Alcaidesa, Majarambú, Botafuegos, Pinar del Rey, Diente Borondo, la Dehesa de Chapatal o la Dehesa de Guadalquitón.
En aquel momento también solicitó al Gobierno andaluz que declarase monte público la Almoraima, que actualmente es una empresa pública en manos del Estado, y se bloqueara así su venta de manera definitiva. La Junta de Andalucía no ha dado respuesta a esta propuesta y afirma que sus servicios jurídicos siguen estudiándola. La finca seguirá en venta mientras la Junta no la convierta en monte público o el Estado renuncie a venderla.
El ejecutivo central no sólo la puso en venta, sino que, en las 1.400 hectáreas que quedaban fuera del espacio natural (un 10%), quería construir un resort de lujo, dos campos de golf y un aeródromo. La Junta inició el proceso de ampliación en enero de este año para paralizar un proyecto que ponía en peligro la conservación de un bosque mediterráneo único y para dificultar la venta de la finca, que perdía valor sin dicho proyecto urbanístico. El Ayuntamiento de Castellar de la Frontera (Cádiz), municipio en el que se ubica la Almoraima, canceló la aprobación del proyecto en cuanto se iniciaron los trámites de integración de la finca en el parque.
Creación de un corredor ecológico
La ampliación crea un corredor ecológico que ofrece a los Alcornocales un ‘balcón’ de privilegiadas vistas al mar desde la finca privada de Guadalquitón. Se conectan así zonas que hasta ahora estaban aisladas y se mejora su conservación. Las nuevas zonas no sólo tienen hábitats de interés comunitario, sino que albergan especies amenazadas como el alimoche, el buitre leonado, el halcón peregrino, el cernícalo primilla o el águila perdicera. A estas aves se unen anfibios como el sapillo pintojo meriodional o flora en peligro como Allium pruinatum, Drosophyllum lusitanicum e Hymenostemma pseudanthemis.
El nuevo decreto destaca que “existe una evidente continuidad ecológica entre los hábitats y ecosistemas presentes en el Parque Natural y los que aparecen en las zonas previstas de ampliación”. No sólo se habla de la Dehesa de Guadalquitón como “una de las áreas de mayor valor natural de la costa mediterránea del Estrecho” y como “uno de los pocos alcornocales costeros que se conservan en el litoral mediterráneo andaluz”, sino que destaca que los alcornoques de las zonas de ampliación son más jóvenes y son capaces de enfrentarse mejor a las plagas y enfermedades forestales. El parque natural incorpora así nuevos ecosistemas como el alcornocal costero o los sistemas dunares.
La ampliación sólo se diferencia de lo acordado en el Consejo de Gobierno de principios de año en que, en el entorno de la salida 127 de la autovía A-7 (la parte del Casino de San Roque), se deja fuera “el pasillo de infraestructuras que conforman la propia autoviÌa, sus viÌas de servicio y el resto de viarios de acceso a la urbanizacioÌn”. El objetivo es “evitar los conflictos que pudieran derivarse de la condicioÌn de este enclave como corredor de infraestructuras, asiÌ como no limitar las posibilidades que ofrece, por su proximidad a la urbanizacioÌn de Sotogrande, como aÌrea para la instalacioÌn de servicios varios o para la consolidacioÌn del frente urbano de la zona residencial”.
A las puertas de Sotogrande
Desde la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio destacan que se hace una revisión del PORN, después de diez años, para adaptarse a las nuevas directivas europeas y al decreto 15/2011 que regula el régimen de usos de los parques naturales. Subrayan además que la ampliación deja el parque natural a las puertas de Sotogrande, con las consiguientes oportunidades turísticas de alto nivel económico, pero también con las amenazas que eso supone.
Al contrario de lo que ha defendido Isabel Ugalde, la gerente de la Almoraima, quien afirma que los espacios protegidos generan depresión económica, la Junta asegura que la ampliación de los Alcornocales supone un “valor añadido” y que se trata de “una apuesta que queda muy lejos de convertir este espacio en un santuario inaccesible. ”Las actividades tradicionales agrícolas, ganaderas, cinegéticas y forestales se van a poder seguir desarrollando con total normalidad“, concluyen.