La Escuela de Hostelería de Islantilla no levanta cabeza
La Escuela de Hostelería de Islantilla sigue sin visos de levantar cabeza. Y no parece, además, que este curso se vaya a terminar con la mínima normalidad necesaria para poner en la calle a los profesionales que forma desde hace casi veinte años. Después de que los trabajadores cobraran en diciembre once nóminas pendientes, aseguran que no han vuelto a ver un ingreso en sus cuentas, y después de que los proveedores cobrasen sus cantidades pendientes el pasado 21 de febrero, los docentes y alumnos no disponen del material necesario para desarrollar sus clases, sobre todo las prácticas, con normalidad.
Y eso a pesar de que la Junta de Andalucía informó el pasado 21 de febrero de que había abonado la deuda que tenía con los proveedores de la Escuela, de modo que se había comenzado a surtir de material al centro para que pudiesen comenzar las clases, tras la huelga protagonizada por los alumnos, con varias movilizaciones, e incluso algunas previstas para los próximos días si nada cambia.
Hace veinte días se culminaban los pagos de distintas cantidades, con lo que, teóricamente, se podían iniciar las clases. Pero hasta ahora solo la teoría se ha podido impartir. El alumnado de la escuela, formado por unas 80 personas, se ha movilizado, entre otras acciones, ante la Delegación de Educación, Cultura y Deportes en Huelva para protestar por la falta de recursos para hacer prácticas y, por tanto, recibir una formación adecuada, aunque estas carencias parecen ser solo la punta del iceberg. A la falta de recursos se suman las “deficiencias” en un plan de estudios que se va a desarrollar en unos cinco meses, después de que el curso comenzara este año a principios de enero y no en octubre como es habitual, a causa de los impagos al profesorado por parte de la Junta de Andalucía.
El profesorado del centro protagonizó un encierro de 74 días y una marcha a pie a Sevilla a finales del año pasado en protesta por estos impagos, logrando a finales de diciembre, que la administración autonómica saldara con ellos una deuda de once nóminas sin cobrar.
Ahora, una vez liberados los pagos a los proveedores, las clases deberían haber empezado con normalidad en días pasados, pero no ha sido así. De hecho, los trabajadores han negado rotundamente a eldiario.es/andalucia que las clases en el centro hayan vuelto a la normalidad tras cobrar sus proveedores, ya que “lo único que nos han servido son ocho o diez kilos de pescado, y nosotros no cobramos desde hace tres meses”.
El portavoz de los trabajadores, Blas Moreno, ha señalado que en el centro “solo se puede dar la teoría”, para concretar que “los trabajadores, de nuestro bolsillo, compramos verdura o lo necesario para hacer pasteles”. “Si los altos cargos de la Junta llaman normalidad a cobrar una vez al año, que venga Dios y lo vea, porque normalidad es cuando no se le debe nada a los trabajadores”, ha indicado, en respuesta a la valoración positiva realizada por el director de la Escuela, Modesto Fernández Jurado.
Han señalado además que “la resolución de lo que estamos haciendo no está firmada por el consejero -Luciano Alonso-, y desde el 9 de enero estamos trabajando y eso no está aprobado todavía por la consejería de Educación en Sevilla”. Ha indicado que este asunto “nos está afectando físicamente y psicológicamente, porque los trabajadores estamos destrozados y humillados”, ya que “los altos cargos el PSOE de Huelva nos han echado a dar la cara a los alumnos, sin medios, sin mercancías, solo a base de teoría de 9 de la mañana a cinco de la tarde”. A ello añade que los proveedores que han cobrado “son los que entraron en el plan de pagos, pero ahora están estudiando si volver a servir a la escuela o no”.
La situación es tal que, según sostiene, en pastelería se han dado de baja 10 de los 25 alumnos, “y corremos el riesgo de perder la fama que tiene la escuela”, que cuenta con un nivel de inserción laboral que supera el 94 por ciento. Más gráfico incluso que el representante sindical de los trabajadores es un portavoz de los alumnos, que asegura que “lo que nos han servido son 30 pollos, legumbres, pasta, garbanzos, sal, pescado como juereles y latas de conserva, una cantidad como para hacer prácticas durante una semana, pero ya está”.
“Los alumnos de primer curso hemos terminado el nivel 1, pero no podemos hacer prácticas porque el restaurante está cerrado, pero tampoco nos podemos ir fuera por ahora”, lamenta. En esta encrucijada se ven unos alumnos que, si bien no han pagado gasto alguno de matrícula o clases, sí ven ahora como la posibilidad de trabajar nada más terminar su formación empieza a complicarse bastante, con el dato de que “si no hay material no se abrirá el restaurante, el personal de sala no podrá hacer prácticas, y llegará junio, terminará el curso y la gente no se habrá formado como debe”.
“Nos piden certificaciones desde 2008”
El delegado de Educación en Huelva, Vicente Zarza, responsable de la entidad que tiene que pagar a los alumnos, ha destacado a eldiario.es/andalucia lo complejo de un proceso que está haciendo, incluso, que “tanto verificadores como intervención nos pidan las certificaciones de justificaciones que quedaban pendientes de 2008 y 2009. Es un tema complejo, porque nos están pidiendo documentación desde hace cinco años, y nos está complicando mucho, porque es un trabajo de mucha intensidad”.
De cara a los pagos pendientes a los trabajadores, “necesitamos que las certificaciones las apruebe intervención para que se hagan los ingresos”, y todavía quedan pendientes “un porcentaje de 11-12 -2011/2012- y de 12-13 bastante mayor, así como también está pendiente cobrar la acción formativa 13-14”. “Esperamos pagar lo antes posible, y no llegar a la situación de bloqueo tan triste que nos ocurrió hace unos meses. Estamos poniendo todo nuestro empeño para que no vuelva a pasar”, asegura.