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Noticia servida automáticamente por la Agencia Europa Press

Más de 7.000 regantes reclaman al Gobierno una factura eléctrica adaptada a su consumo

EUROPA PRESS

SEVILLA —

Más de 7.000 regantes y agricultores de toda Andalucía se han manifestado este miércoles frente a la sede de la Delegación del Gobierno en Andalucía como forma de protesta por la subida de los costes eléctricos, que “ahoga” al sector del regadío español y “lo condena a la ruina”.

La protesta se ha producido de manera sincronizada con la del resto de regantes de España, que se concentraron igualmente a las puertas de las respectivas delegaciones de gobiernos regionales coordinados por Fenacore, la Federación Nacional de Comunidades de Regantes. Contra el “tarifazo” se han unido Fenacore, Feragua, Areda, Asaja, COAG, UPA y Faeca.

Asimismo, en un momento de la concentración celebrada en Sevilla la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, ha mantenido una reunión con la presidenta de Feragua, Margarita Bustamante, y otros representantes de los regantes y agricultores.

Crespo, en declaraciones a los periodistas, se ha mostrado a favor de un contrato especial para los regantes, tras lo que ha recordado que la subida eléctrica empezó en 2008 “cuando se liberalizaron las tarifas eléctricas” y ha rechazado la “utilización política” efectuada por algunas formaciones que se han unido a las movilizaciones de este miércoles.

Crespo ha recordado que Andalucía “es una tierra eminentemente agrícola, por lo que se trata de un tema de vital importancia por el que está habiendo contactos entre agricultores y Gobierno, que tiene muy en cuenta al sector”.

Tras reconocer que a los regantes “les preocupa la subida de costes en la agricultura con esta tarifa eléctrica”, Crespo ha explicado que los costes empezaron a subir a partir de 2008, cuando “se liberalizaron las tarifas eléctricas”, y ha indicado que hasta entonces había un contrato especial para los regantes, algo que se eliminó “y cada año han ido subiendo los costes para los agricultores, porque la tarifa eléctrica es cada vez más costosa para todos”.

En ese sentido, la delegada ha indicado que se está trabajando entre el Ministerio de Agricultura y el Ministerio de Industria en esa posibilidad de recuperar un contrato especial para los regantes, que podría ir en función de cultivos, horarios y temporada, algo que “puede ser una solución interesante desde el punto de vista de la agricultura, sus costes energéticos y sus costes de producción; adaptar esos horarios a la tarifa eléctrica, por ejemplo”.

“NO TRABAJA POR PUÑETAZO EN LA MESA”

Crespo ha dejado claro que el Ministerio de Agricultura ni ningún otro “no trabaja por puñetazo en la mesa, sino siempre con diálogo y viendo los intereses generales de los agricultores, ganaderos y de todos los ciudadanos”. “No es nuestra imagen ni nuestra forma de trabajar”, ha aseverado la delegada.

Asimismo, considera “absolutamente injusto” que se diga que el Gobierno “no ha tenido deferencia ni se ha tenido en cuenta a agricultores y ganaderos, como dicen algunas formaciones políticas que se han unido a las movilizaciones, algo muy legítimo, pero que digan la verdad”. En ese sentido, ha recordado, “en los Presupuestos Generales del Estado de 2014 se contemplan 210 millones de euros para modernización de regadíos andaluces; y hay otros casi 300 millones de euros procedentes de la PAC a raíz de una negociación del ministro de Agricultura y que van a beneficiar al regadío andaluz”.

Crespo, quien entiende la “inquietud” de los regantes, ha indicado que habrá que esperar a estos días a que termine el diálogo iniciado en estos días entre el Gobierno y las organizaciones de regantes. “El Gobierno central trabaja por los agricultores, y así lo ha puesto de manifiesto con Seiasa y Acuamed”. “No queremos la utilización política de otras organizaciones que tienen mucha culpa en todo esto y que no han resuelto nunca una cuestión que probablemente resuelva el Ministerio de Agricultura y el de Industria ahora”, ha aseverado Crespo.

“SOBRECOSTE DE CIEN MILLONES”

Fenacore estima que la última subida del pasado agosto significará para el regadío español un sobrecoste de cien millones de euros, de los que más de 37 millones anuales corresponden a Andalucía --la región con mas superficie de riego (1.100.000 hectáreas) y más modernizada, y por tanto más afectada--, que se suma al incremento continuado de la tarifa eléctrica que el regadío viene soportando en el último lustro, de más del 80 por ciento, con un incremento de los costes fijos (regulados) superior al 1000 por ciento en muchas zonas regables.

Este crecimiento “continuo y desproporcionado” desde la liberalización del sector eléctrico en julio de 2008, unido al incremento del consumo de energía eléctrica asociado a los proyectos de modernización acometidos por los regantes, está poniendo “en peligro la supervivencia del regadío español, donde empiezan a detectarse abandonos de superficie de riego por no poder pagar el alto coste eléctrico, con la pérdida de empleo asociado al regadío que ellos supone”.

Los regantes andaluces han dejado claro además que el “tarifazo” eléctrico deja “completamente tocado” el proceso de modernización en que se encuentra inmerso el regadío en toda España y particularmente en Andalucía.

A nivel autonómico, en los últimos años se han invertido en Andalucía más de 2.000 millones de euros, para modernizar las infraestructuras de riego, en un “esfuerzo” que ha sido compartido por las administraciones, que han destinado más de mil millones a este objetivo, y por los propios regantes, que han contraído una deuda muy grande con los bancos para poder pagar estas inversiones.

La gran “paradoja” que quieren poner de manifiesto los regantes es que, con estas tarifas, la modernización lejos de ser una ayuda resulta una condena, porque les permite ahorrar agua, pero les hace gastar más energía, con lo que el futuro previsible es que nadie se modernice a partir de ahora y que, en el peor de los escenarios, las instalaciones modernizadas queden abandonadas y sin uso, volviendo los regantes a los sistemas de riego tradicionales.

Frente a esta situación, los regantes solicitarán un IVA reducido al suministro eléctrico para regadíos, tomando como antecedente inmediato el caso de Italia, donde los regantes del país alpino soportan un IVA reducido por la energía, gracias a las gestiones directas realizadas por el Gobierno italiano con la Unión Europea.

El propio Gobierno español recientemente ha aprobado reducir el IVA a un sector de lujo, como es el de las obras de arte, por lo que los regantes no comprenden que no se aplique también esta medida al sector del regadío como “artista de la producción de alimentos”.

Los regantes solicitan asimismo pagar únicamente por la potencia real registrada, es decir, la utilizada, y no por la teórica contratada para evitar el coste de un servicio que muchos no utilizan fuera de la época de riego (de abril a octubre) y que sólo tras la reforma energética del pasado mes de agosto se ha incrementado del orden de un 115%.

Otras alternativas reivindicadas para conseguir aminorar los costes eléctricos pasan por despenalizar el uso de las tarifas de temporada o bien, poder firmar más de un contrato por año: uno anual con una mínima potencia para el suministro básico del mantenimiento de los equipos y otro de temporada para los meses de máximo consumo (campaña de riego).

Finalmente, demandan que el regadío pueda producir energía distribuida y generar electricidad en su zona regable para autoconsumo, conocida como balance neto, que ya se utiliza en otros países de Europa, Asia y América y permite además inyectar a la red nacional la producción que no se necesite.