España seguirá liderando la cosecha de aceite en el próximo año con casi la mitad de la producción y alrededor de 1.530.000 toneladas de aceite, e incluso aumentando ventas en mercados tan importantes como el estadounidense donde se ha conseguido el primer puesto desbancando a los italianos, sin embargo, los grandes nudos del sector no terminan de hablar del todo español.
Italianización de Deóleo
Deóleo, líder mundial en comercialización de aceite de oliva envasado y presente en cinco países, con sede en España pero cuyo accionista mayoritario, es el fondo de inversión británico CVC Capital Partners, ha optado por un cambio de perfil en su cúpula dándole acento italiano.
Su sede está en Rivas Vaciamadrid, y es propietario de marcas tan importantes en Italia como Bertolli y Carapelli, o las españolas Carbonell, Hojiblanca o Koipe. Desde hace unas semanas afronta una nueva etapa con la aprobación de un plan estratégico hasta 2021 y cambios de perfil en la dirección que pretenden acercarla más a Estados Unidos y congraciarse con el mercado italiano.
De hecho el objeto de modificar la estructura de gobierno de la sociedad es, según ella misma asegura, impulsar la gestión, priorizando la eficiencia y calidad en la producción y las estructuras de la organización.
En 2014, cuando la empresa parecía que acabaría en manos de un fondo soberano italiano, el gobierno español se resistía a que su futuro se decidiese fuera de este país, incluso planteó que la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) entrara en el accionariado.
La entrada de los británicos pareció un mal menor, frente a los italianos, pero, vueltas que da el destino, con los últimos cambios en la dirección desde principios de septiembre los principales cargos son italianos.
Manuel Arroyo, que llevaba poco más de un año al frente, y tras presentar, en el mes de julio, el tan ansiado plan estratégico de la empresa que no termina de cerrar su sangría de pérdidas, un 27 % durante los primeros meses de 2016, fue sustituido por Pierluigi Tosato como consejero delegado de la sociedad.
Una maniobra en lo que muchos han visto un guiño al mercado italiano, dolido por un lado desde que hace años la empresa comprase sus principales marcas, y por otro, por la crisis de calidad de alguna de éstas que se vieron envueltas en una investigación de la fiscalía de Turín a finales de 2015 por envasar aceite de oliva virgen extra por otro de peor calidad.
Y que ha tenido entre otras consecuencias, una multa de 300.000 euros por parte de la autoridad de defensa de la competencia italiana, en el mes de junio, según periódicos italianos.
Otros cambios en la cúpula de la empresa han sido el del también italiano Gianluca Bolla, antiguo director ejecutivo de Barilla, que ahora pasa a ser consejero. Además, Rosalía Portela, consejera de DIA, ha ocupado el puesto de José María Vilas, como presidenta del consejo de administración y Anne Canne, responsable de Calidad.
Principales accionistas de Deóleo:
CVC Capital Partners, 50 %; Unicaja, 11 %; Kutxabank, 4,8 %; Fundación La Caixa 4,9 %.
Sovena
La portuguesa Sovena, segunda empresa de aceite de oliva más grande del mundo, sigue su crecimiento como el mayor suministrador de marca privada de este mercado. También, aumenta su acercamiento a la tierra con la gestión de miles de hectáreas de olivar, especialmente en Portugal, España y Marruecos.
Es la proveedora de Mercadona, a la que vende más de 100 millones de litros envasados de aceite, de hecho, en 2010 se hizo con el Proyecto Tierra de olivar, más de 5.400 hectáreas de plantaciones de superintensivo pertenecientes a la antigua SOS Corporación Alimentaria (ahora Deoleo). Y este mismo año, 2016, compró en Villanueva de la Reina (Jaén) la finca Monteolivo, con capacidad para molturar 300 toneladas de aceite al día.
Frente a las grandes distribuidoras se encuentran cientos de cooperativas y almazaras privadas que continúan luchando por una concentración de la producción para sacar adelante un precio rentable del aceite.
COI, sesenta años sin un español al frente
El Consejo Oleícola Internacional (COI) que constituye un foro de excepción para debatir todos los asuntos de interés para el sector oleícola, y es el único organismo intergubernamental en el mundo que aglutina a países productores y consumidores de aceite de oliva y aceituna de mesa, seguirá sin tener al frente a un español, tal y como ha ocurrido desde que se puso en marcha hace sesenta años.
Desde el 1 de enero de 2016 hasta al menos el 31 de diciembre de 2019 ocupará el cargo de director ejecutivo el tunecino Abdellatif Ghedira , en sustitución del francés Jean-Louis Barjol. Una decisión que supuso un jarro de agua fría para gran parte del sector oleícola español que apostaba, después de casi seis décadas, por un español al frente del Consejo.
Es la lucha del mercado Goliat, contra muchos pequeños David, que continúan en su búsqueda de encontrar la estrategia oportuna para vender aceites, cada vez de mayor calidad, de una forma rentable y no morir en el intento.