El Tribunal Supremo ha prohibido la pesca y comercio de varias especies invasoras. Entre ellas el cangrejo rojo americano o Procambarus clarkii. El pueblo de Isla Mayor, el sector cangrejero y la comarca del Bajo Guadalquivir viven con “consternación” el fallo del alto tribunal tras la denuncia de organizaciones ecologistas que supone la parálisis económica de la zona. Una solución ecológica que provoca un problema social con múltiples preguntas.
¿Quién denuncia y por qué?
La querella la presentan tres organizaciones conservacionistas: Ecologistas en Acción, Sociedad Española de Ornitología (SEO) y Asociación para el Estudio y Mejora de los Salmónidos (AEM-Ríos con vida). La razón: recurrir judicialmente el Real Decreto 630/2013 que regula el Catálogo español de Especies Exóticas Invasoras. Como demandados figuran en el proceso: la Administración General del Estado, Asociación Española de Black-Bass y Federación Española de Pesca y Casting.
¿Qué dice la sentencia del Tribunal Supremo?
Da la razón a las asociaciones ecologistas, rechaza el decreto que permitía la pesca del cangrejo y dicta que se incluya a todos los efectos en el catálogo de especies dañinas. El criterio base es que no puede modificar lo que impone la Ley de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, de rango superior.
¿En qué se fundamenta la decisión?
La sentencia se basa en informes científicos del CSIC y otros expertos que prueban el carácter invasor y la amenaza grave que suponen sobre las especies autóctonas, el medio ambiente y los hábitats y ecosistemas.
¿Qué prohíbe el alto tribunal?
La inclusión en este catálogo conlleva la prohibición genérica de posesión, transporte, tráfico y comercio de ejemplares vivos o muertos, incluyendo el comercio exterior.
¿El fallo sólo afecta al cangrejo rojo?
No. Tiene repercusión en ocho especies: visón americano, carpa común, trucha arco iris, arruí (bóvido), wakame (alga comestible), hongo quitridio y pataca o tupinambo. Además de Procambarus clarkii o cangrejo rojo americano. El Supremo sólo salva de la criba al hucho hucho o salmón del Danubio.
¿Es Procambarus clarkii una especie invasora?Procambarus clarkii
Sí. Como especie alóctona (originaria de otro país) y por su enorme resistencia y capacidad reproductiva, es capaz de producir invasiones biológicas. Es un colonizador nato, medio mundo da fe. Está incluido entre las 20 especies exóticas invasoras más dañinas presentes en España donde contagia una enfermedad infecciosa causada por el hongo Aphanomyces astaci que es letal para el cangrejo de río.
¿Cuándo y cómo se introdujo en España?
La primera introducción data de 1974, según el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Fue realizada en las marismas del río Guadalquivir con fines comerciales con participación del Gobierno de la época. La idea era aprovechar el nicho ecológico que propiciaba la zona, donde creían que no interfería con especies autóctonas.
¿Cómo se expande?
El papel humano ha sido determinante. Sueltas ilegales en otros cauces fluviales dispersaron de manera rápida a una especie que, además, tiene una gran capacidad propia: es capaz de recorrer hasta tres kilómetros diarios.
¿Qué aporta su explotación comercial?
Unos 200.000 jornales al año y 20 millones de euros de facturación, de los cuales el 85% provienen de la exportación, según el sector industrial. En un total de cinco empresas, trabajan decenas de personas además de unos 250 pescadores. Tres de cada cuatro familias isleñas viven directa o indirectamente del cangrejo rojo, asegura el Ayuntamiento local. Estas cifras colocan a España como tercer país productor del crustáceo por detrás de China y Estados Unidos, y segunda potencia exportadora sólo detrás del mercado chino, en datos de la Asociación de Empresarios del Cangrejo de Isla Mayor.
¿Beneficia al entorno de Doñana?
Desde la Estación Biológica de Doñana, y tras la sentencia del Supremo, se defiende que la permanencia del cangrejo rojo americano sí beneficia. Sobre todo a las aves migratorias y otras especies, muchas de las cuales han aumentado de manera exponencial su presencia en las últimas décadas convirtiendo al crustáceo en sustento principal de su dieta. La desaparición del cangrejo supondría en la actualidad una grave problemática en el ecosistema natural del Parque Nacional por su asimilación al entorno. La especie está “totalmente naturalizada”, defienden los cangrejeros. “Entendemos que el cangrejo rojo es una oportunidad desde el punto de vista económico y también ambiental. Hay estudios más que suficientes que así lo demuestran”, ha dicho el consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, José Fiscal.
¿Qué ocurre en Isla Mayor si está prohibida la pesca y comercio?
“Las grandes distribuidoras han dejado de comprar y el sector ya está paralizado”, avisa el alcalde de Isla Mayor, Juan Molero. Es el “principal pilar” económico de un municipio que roza los 6.000 habitantes y vive con “consternación” la sentencia del Supremo. La marisma arrocera no absorbe el trabajo de antaño, por su mecanización y uso de productos fitosanitarios, y la población tiene el foco de su supervivencia puesto en el cangrejo. En el pueblo esperan “una solución” y apelan a las administraciones públicas, el sector trabaja un posible recurso al Constitucional y reservan como un “último cartucho” la opción de acudir a la Unión Europea.
¿Está toda una comarca en peligro socio económico?
Isla Mayor es el centro neurálgico de la producción, pero hay pescadores y actividad relacionada con el sector del cangrejo rojo americano en poblaciones sevillanas como La Puebla del Río, Los Palacios y Villafranca, Coria del Río, El Cuervo, Utrera, Pilas y de otras provincias, caso de Trebujena (Cádiz) y Almonte (Huelva). Con la prohibición de pesca y comercialización de Procambarus clarkii peligra el sustento económico de una parte sensible de la comarca del Bajo Guadalquivir.