El Parque Natural de Los Alcornocales crece en más de 5.800 hectáreas y blinda la protección de La Almoraima

El Consejo de Gobierno ha aprobado este martes la prometida ampliación del Parque Natural de Los Alcornocales, situado entre las provincias de Cádiz y Málaga, con un total de 5.852 hectáreas. Todo ello gracias a la integración de “terrenos de gran valor ecológico” localizados en nueve fincas públicas y privadas de los términos municipales de Algeciras, Castellar de la Frontera y San Roque. La superficie protegida se incrementa así en un 3,5%, hasta alcanzar las 173.619 hectáreas.

La norma incluye también la aprobación de los nuevos planes de ordenación de los recursos naturales y de uso y gestión, que sustituyen a los desarrollados desde 2004. El primero de ellos, de vigencia indefinida, es el documento básico que distribuye y asigna los distintos aprovechamientos de acuerdo con la capacidad de los ecosistemas, mientras que el Plan Rector de Uso y Gestión establece con detalle las condiciones del desarrollo de las actividades compatibles.

La mayor parte de la ampliación del parque corresponde a la incorporación de las 1.400 hectáreas de la finca La Almoraima que continuaban fuera del territorio protegido y fueron objeto de un pulso entre la Junta de Andalucía y el Gobierno de España por la intención de este ultimo de subastarla. Otras 1.302 hectáreas de nueva incorporación son del colindante monte público La Alcaidesa, propiedad de la Junta de Andalucía, y 500 más corresponden a Dehesa del Guadalquitón (privada), como más importantes.

Los terrenos de La Almoraima, de titularidad estatal y situados en el término municipal de Castellar de la Frontera (Cádiz), tienen una superficie total de 14.113 hectáreas. El 90% de la misma ya se situaba en el parque natural y ahora se incluye el 10% restante, que presenta como principal valor ecológico su red de bosques de ribera y sus setos.

La Alcaidesa, finca situada en los términos municipales de Castellar de la Frontera y San Roque, destaca por la presencia del alcornoque como principal especie arbórea, mientras que la Dehesa del Guadalquitón (San Roque) presenta la singularidad de albergar uno de los últimos alcornocales del litoral de Andalucía.

Los otros enclaves incluidos son las fincas Botafuegos (monte de gestión pública situado en el término de Algeciras y con 548 hectáreas); Pinar del Rey y Dehesilla (propiedad del municipio de San Roque, con 349); Majarambú (de titularidad autonómica y situado en Castellar de la Frontera, con 233); Diente Borondo (de titularidad privada y ubicado en San Roque); Dehesa de Chapatal (privada, en Castellar de la Frontera); y Cerro del Moro (propiedad de la Junta de Andalucía e igualmente en Castellar de la Frontera).

Nueva planificación

Junto con la ampliación, los nuevos planes conllevan también modificaciones en consonancia con la Directiva Europea de Hábitats, con lo que reforzarán las medidas de conservación. En los enclaves que se han incorporado, los planes prohíben o limitan todas aquellas prácticas que puedan afectar a los recursos o perjudicar a las actividades económicas que ya existen.

El Parque Natural de Los Alcornocales, declarado en 1989, reparte sus 173.619 hectáreas entre los municipios gaditanos de Alcalá de los Gazules, Algar, Algeciras, Arcos de la Frontera, Benaocaz, Castellar de la Frontera, El Bosque, Jerez de la Frontera, Jimena de la Frontera, Los Barrios, Medina Sidonia, Tarifa y Ubrique, así como el malagueño de Cortes de la Frontera.

El principal valor ecológico de este territorio es el alcornocal que alberga, el más grande de la Península Ibérica y el mejor conservado del mundo, junto a quejigos, robles melojos, pinos negrales y encinas, a este bosque se suman las últimas reliquias de vegetación subtropical que sobreviven en el continente, con especies exclusivas de helechos y musgos que crecen al abrigo de profundos y estrechos valles.