Los equipos de rescate continúan la búsqueda del pesquero con seis tripulantes tras hallar la radiobaliza

EFE

0

La radiobaliza del pesquero gaditano que dio la señal de alerta antes de que desapareciera con sus seis tripulantes se activó de forma automática, lo que podría indicar que el barco se hundió sin que los marineros pudieran tener tiempo de pedir ayuda y accionarla ellos mismos, según fuentes del sector pesquero.

Los responsables de los dispositivos de búsqueda de Salvamento Marítimo y Guardia Civil, acompañados por el Subdelegado del Gobierno de España en Cádiz, José Pacheco, han informado esta tarde a los familiares del desarrollo de sus tareas en la segunda jornada de búsqueda del pesquero, que desapareció en la madrugada del jueves a 28 millas del cabo Espartel en aguas de Marruecos.

La subdelegación del Gobierno ha informado de que este viernes se ha recogido la radiobaliza del buque desaparecido. Se ha comprobado que este instrumento, que permite dar a través de un satélite la señal de alerta y la ubicación, se activó de manera automática, ya que el sello que se rompe cuando se activa de manera manual está intacto.

“La opción es que se ha podido tirar al agua o se ha activado por hundimiento”, señala el comunicado de la Subdelegación.

Los equipos de búsqueda han descartado también que el pesquero colisionara con otro buque. Para ello han investigado la traza o ruta de los buques y barcos que estaban por la zona en el momento en el que se activó la señal de la radiobaliza.

“El buque más cercano, con ruta a Algeciras, ha sido inspeccionado por Capitanía Marítima y se ha comprobado que no hubo posibilidad de colisión”, señala el comunicado.

Los dispositivos de búsqueda, que cuentan con medios materiales y humanos de Marruecos y de Salvamento Marítimo, Guardia Civil y la Armada española continúan la investigación en aguas y puertos marroquíes.

El equipo se dispone a iniciar una segunda fase del operativo, con la búsqueda submarina del barco, para lo que se cuenta con la colaboración del Instituto Español de Oceanografía.

La profundidad de la zona, de unos 500 metros, y sus fuertes corrientes entrañan una gran dificultad para esta tarea.