Elías Bendodo, consejero de la Presidencia, portavoz de la Junta de Andalucía y mano derecha del presidente Juan Manuel Moreno, será el número tres del PP nacional. Alberto Núñez Feijóo propondrá a su partido la designación de un coordinador general para la nueva estructura ejecutiva del PP -un puesto que no existía en la última dirección- y para el que ha elegido a Bendodo.
El hombre fuerte de Moreno en Andalucía compatibilizará esta labor en la ejecutiva nacional con las que viene ejerciendo en la política andaluza, incluida la coordinación de la estrategia campaña para las próximas elecciones andaluzas, aún por convocar. Su nombramiento se lee como un guiño a Andalucía, que adquiere un peso significativo en la cúpula orgánica del partido.
La idea de coordinador general, que ya ocupó Fernando Martínez Maíllo en la ejecutiva de Mariano Rajoy, es “fortalecer el equipo con una persona que sirva de enlace con las vicesecretarías, que colabore activamente con la secretaria general, y que aporte al proyecto experiencia orgánica, institucional y de gestión”, explican fuentes del PP andaluz.
El nombre de Bendodo había sonado para la secretaría general del PP, pero fue él mismo quien cortocircuitó ese debate, arguyendo que sus funciones en la recta final de la legislatura andaluza se acrecentarán ante la inminencia de las elecciones, y esto sería incompatible con la dirección del PP nacional, un puesto muy exigente. Además, según los estatutos del partido, la secretaría general es incompatible con la presidencia del PP de Málaga que ocupa Bendodo, no así el puesto de coordinador general.
Con experiencia en la política local (concejal), provincial (presidente de la Diputación de Málaga y líder provincial del PP) y autonómica (consejero y portavoz de la Junta), “Bendodo tendrá la oportunidad de seguir sirviendo a su partido y a su país desde la política nacional como nuevo coordinador general del Partido Popular”.
Elías Bendodo Benasayag (Málaga, 1974) es el rostro visible y hombre fuerte del Gobierno andaluz. Es el consejero de la Presidencia, que aglutina más poder institucional que nunca en un Ejecutivo de coalición con Ciudadanos, es la persona de confianza de Moreno que negoció el acuerdo de Gobierno con los naranjas y el acuerdo de investidura con Vox. Bendodo, hijo de sefardíes y miembro de la Comunidad Israelita de Málaga, también es el azote diario del PSOE andaluz, al que ha hostigado usando todas las teclas políticas e institucionales que tiene a su alcance, impidiendo que los socialistas levanten cabeza y atizándoles con la “herencia recibida” tras 37 años en el poder.
Negociador con Ciudadanos, Vox y el PSOE
La legislatura andaluza empezó a principios de 2019 cuando el PP andaluz, con los peores resultados de su historia, encumbró a Moreno como presidente gracias a sendos acuerdos con las dos formaciones que habían desangrado de votos a los populares: Ciudadanos por el centro y Vox por la extrema derecha. Las negociaciones fueron pilotadas por la dirección nacional de Pablo Casado, que envió a Sevilla a su hombre fuerte, el ex secretario general Teodoro García Egea. Casado había sido elegido presidente del PP nacional cuatro meses antes -con Moreno y los populares andaluces apoyando a su rival, Soraya Sáenz de Santamaría-, y Génova 13 tuteló la campaña andaluza, intervino en la confección de las listas electorales y preparó el terreno para apartar a Moreno ante una previsible derrota.
El malagueño fue derrotado, pero la suma de fuerzas de derechas se impuso por primera vez al bloque de izquierdas. Aquella campaña electoral, que con el tiempo definieron como “una gesta”, la dirigió Bendodo y su equipo. Al nuevo número tres del PP nacional se le reconoce fama de buen negociador. Lo ha demostrado con los acuerdos con Ciudadanos y Vox que han dado estabilidad al Gobierno de Moreno los tres primeros años de legislatura, pero también pactando con el PSOE la renovación de la dirección en los órganos de extracción parlamentaria, que llevaba años atascada (dirección de la RTVA, la Cámara de Cuentas, el Defensor del Pueblo andaluz).
También fue quien dirigió la campaña a favor de la candidatura de Soraya Sáenz de Santamaría en las primarias del PP en Málaga, donde se impuso en primera y segunda vuelta.
Bendodo es un fontanero del partido, hábil para anticiparse a sus rivales, que le reconocen ese margen de maquiavelismo necesario en la política. Ha ejercido de poli malo en el Gobierno andaluz, atrayendo hacia sí los ataques y críticas de la oposición, y con ello ha logrado que, por contraste, Moreno haya consolidado su perfil de moderado, centrista e institucional. El presidente andaluz se reserva el discurso amable, conciliador, mientras su escudero y amigo libra las batallas más duras. No sólo en la política andaluza, también pilotó soterradamente el pulso con la dirección de Casado y García Egea, cuando quisieron tomar el control del PP andaluz a través de los congresos provinciales (la pelea por el control del PP de Sevilla fue la más significativa).
Bendodo es abogado, licenciado en Derecho por la Universidad de Málaga, pero su trayectoria profesional siempre ha estado ligada al ejercicio de la política. Con 21 años, él y Moreno entraron juntos en las Nuevas Generaciones del PP. A los 23 años, la alcaldesa de Málaga Celia Villalobos le nombró director gerente del distrito malagueño Palma-Palmilla, a los 25 entró como concejal para cubrir la silla de José María Martín Carpena, asesinado por la banda terrorista ETA el 15 de julio de 2000.
También como Moreno, fue presidente de Nuevas Generaciones del PP en Málaga, con 26 años, y desde 2008 hasta hoy ha sido presidente provincial del PP. Siempre se dijo que su gran afán político era llegar a la Alcaldía de su ciudad, un puesto que le fue negado por su compañero de partido y enemigo íntimo, el actual alcalde Francisco de la Torre.