Gibraltar afronta este jueves las elecciones más reñidas de su historia (y las últimas de Fabián Picardo)
25.198 gibraltareños están llamados este 12 de octubre a las urnas del Peñón, quinientos más que en los últimos comicios de 2019. Y no está claro, en absoluto, qué ocurrirá en las urnas: las tres encuestas publicadas durante el último mes auguran un reñidísimo combate voto por voto, en las elecciones –las decimoquintas desde la Constitución de 1969—más disputadas de la historia gibraltareña.
Sin jornada de reflexión que valga, porque en la Roca no existe dicha figura, la urnas se abrirán a primera hora de la mañana de este jueves, el recuento comenzará pasadas las 11 de la noche y lo más probable es que no se conozcan sus resultados hasta las 6 de la madrugada. Por primera vez, sin embargo, habrá computo mecánico y los más optimistas esperan que, de esa forma, los resultados se conozcan antes de que crucen la verja los churreros linenses que sirven papas, porras y tejeringos al amanecer en algunos bares de Main Street y en los alrededores de Casemates.
Fabian Picardo, ministro principal de Gibraltar en funciones, descarta que la convocatoria de las elecciones en coincidencia con el Día de la Hispanidad pueda tener una lectura política: “Aquí, según la tradición británica, la costumbre es la de votar en jueves y justo al mes de haberse notificado la convocatoria al Gobernador británico. Así que es pura casualidad”.
En efecto, el pasado 12 de septiembre, Sir David Steel, representante de la Corona en Gibraltar, recibió en su despacho a Picardo, del Gibraltar Socialist Labour Party y a su viceministro principal, Joseph García, del Gibraltar Liberal Party, coaligados desde que llegaron a la sede del gobierno local, en el número 6 de Convent Place, en 2011.
Apenas un par de días después de que hasta el mismísimo James Cleverly, ministro británico de Asuntos Exteriores, asistiera a título personal al Gibraltar Day, desde una balaustrada de Casemates, el reloj de las elecciones comenzó su cuenta atrás. Sin embargo, a pesar de ese respaldo y del de una numerosa representación de parlamentarios británicos y de los territorios de Ultramar, a pesar de haber capeado la crisis del Covid-19 y haber contenido la del Brexit, o a pesar de entregar las llaves de viviendas asequibles en las torres Hassan, en plena campaña electoral, Picardo no tiene clara su reelección.
Diferencia de dos puntos
Los sondeos –dos de ellos publicados por GBC y Gibraltar Chronicle, con la empresa gibraltareña Mediatel, y un tercero por el semanario Panorama, por vía postal y con excelentes resultados en el pasado— apenas aprecian una diferencia de dos puntos entre un partido y otro. Al tratarse de listas abiertas, puede darse la circunstancia de que aunque algunas de las formaciones en liza obtengan más votos a su favor que su contraria, no tenga suficientes diputados para formar gobierno.
A las elecciones se pueden presentar hasta diez candidatos por partido y también candidatos independientes. Este año hay uno, el abogado Robert Vásquez, que se enfrenta en solitario y sin demasiadas expectativas a los dos bloques mayoritarios: la alianza GSLP-GLP (la coalición de socialistas y liberales actualmente en el gobierno) y el GSD (Gibraltar Social Democrats, que a pesar de su nombre representa al centro derecha local, una suerte de Ciudadanos, salvadas sean las distancias).
Los votantes tendrán que decidirse entre 21 candidatos que se presentan: el citado Vásquez, bastante crítico con el establishment local; 10 por la Alianza GSLP-GLP, de los cuales 7 pertenecen a los socialistas de Picardo y 3 a los liberales de García y otros 10 por GSD, de Keith Azopardi. Finalmente, Together Gibraltar, un partido que en ciertos aspectos podría equipararse a Podemos en España, no ha concurrido a estos comicios, tras la retirada de la vida pública de su única diputada, Marlene Hassan Nahon, la hija del legendario líder gibraltareño sir Joshua Hassan.
El Parlamento de Gibraltar, según la constitución actual, es unicameral, con 17 escaños y un presidente que no es diputado. Los 17 escaños representan a una única circunscripción y cada elector puede votarles individualmente, de ahí que las encuestas dejen fuera de juego a dos candidatos de la coalición de gobierno, el veterano sir Joe Bossano, que fuera ministro principal, y el actual ministro de Turismo y Puerto, Vijay Dajmani, de los liberales. Puede darse el caso de que Picardo duplique a Azopardi en el número de votos –según augura la primera encuesta que se publicó— y, en cambio, sea Azopardi quien gobierne, porque logre colocar más diputados en la Cámara.
Los 17 candidatos más votados serán diputados
El votante gibraltareño ha recibido para estas elecciones una papeleta de voto con la lista nominal de 21 candidatos: 10 de cada uno de los partidos o coaliciones y 1 candidato independiente. Puede marcar la casilla de diez candidatos en total, ya sea votando en bloque a un partido (que es lo más habitual) o mezclando candidatos, al tratarse de listas abiertas, a la manera del Senado español. Los 17 candidatos más votados serán diputados. Para constituir Gobierno se necesita el apoyo de, al menos, 9 diputados.
Pueden votar en las Elecciones Generales los ciudadanos británicos residentes en Gibraltar mayores de 18 años que se han inscrito en el censo electoral. También se permite el voto postal y el voto delegado en caso de impedimento. Las personas con problemas de movilidad por razones médicas pueden votar desde sus lugares de residencia, previa autorización.
Los 15 colegios electorales permanecerán abiertos desde las 09.00 hasta las 22.00 horas. El recuento de los votos se llevará a cabo en el centro cultural John Mackintosh Hall desde las 23.30 horas y está previsto que haya finalizado a partir de las 06.00 horas del 13 de octubre.
A lo largo de la campaña, no ha faltado el fallecimiento de un sindicalista histórico, José Netto; escaramuzas con pescadores o entre la Royal Navy y la Armada española en las aguas de la Bahía cuya titularidad se disputan ambos países; anuncios de proyectos o incluso la detención de un joven español y otro portugués por proferir insultos antisemitas a un grupo de judíos en la vía pública, unas horas después de la represalia israelí a los atentados de Hamás del pasado fin de semana.
Marlene Hassan Nahon llegó a protestar por la falta de reacción de los dos principales candidatos ante el violento ataque sufrido por Israel y a Picardo y a Azopardi les faltó tiempo para cerrar filas con el primer ministro británico, Rishi Sunak, respaldando el derecho de Tel Aviv a defenderse. Sin embargo, ya antes había ocurrido otro incidente en campaña, relacionado con esta misma cuestión: Youssef El Hana, de origen marroquí pero residente en Gibraltar desde muy niño, figura en la candidatura de Gibraltar Social Democrats, pero sus expectativas electorales no son considerables, sobre todo a raíz de que se sacaran a colación comentarios suyos en las redes contra el Estado de Israel, cuya desaparición habría preconizado durante una manifestación en Gran Bretaña. El caso es que se vio obligado a pedir disculpas, recordando su postura anti-racista que le impediría cualquier veleidad antisemita. Sin embargo, la comunidad judía local –que sin ser numerosa es influyente—no parece satisfecha con su acto de contrición, aunque tampoco faltan gibraltareños que le hayan apoyado.
Hostelería, Covid-19 o conductores de autobús en huelga
Otro de los blancos de esta campaña tensa ha sido la denuncia del partido de Picardo contra otra candidata de Gibraltar Social Democrats, Daniella Tilbury, a quien se reprochan irregularidades durante su periodo como vicerrectora de la Universidad de Gibraltar. Ella ha rebatido algunas de las imputaciones formuladas en su contra por Sir Joe Bossano, el ex ministro principal socialista y candidato por decimocuarta vez en la historia. A su juicio, se trata de “política de cloacas” y de una “campaña difamatoria”. Que no la destituyeron por supuestas irregularidades sino que ella decidió dimitir de dicho cargo por motivos personales. Y sólo admite, de entre las acusaciones en su contra, que existe un abultado desfase en su factura del teléfono oficial por un problema de itinerancia, con anterioridad a su nombramiento como vicerrectora. También le acusaron de buscar empleo para su esposo y la profesora Tilbury argumenta que se trata de una acusación “falsa, infundada y absurda”.
En plena campaña, Fabian Picardo anunció sorpresivamente que iban a ser los últimos comicios a los que se presentara. Desgastado en ciertos aspectos de su gestión doméstica –hostelería, por el Covid-19 o conductores de autobús en huelga durante varias semanas por una reivindicación salarial–, ese lastre no debe ocultar su larga negociación de una salida blanda para el Brexit en la Verja de Gibraltar, que cada día cruzan 15.000 trabajadores transfronterizos.
“Nosotros no votamos, vemos los votos desde la barrera”, aduce Juan José Uceda, portavoz de la Asociación de Trabajadores Españoles en Gibraltar, que aguarda como agua de mayo que se cierre la negociación del Tratado entre la Unión Europea y Gran Bretaña, para que la Verja desaparezca como filtro fronterizo y no se convierta en un check point inexpugnable, que dificultaría la vida de los gibraltareño pero también los españoles y empleados comunitarios que se buscan la vida en el Peñón.
Las negociaciones para encontrar un estatus flexible para el Peñón respecto a Schengen se interrumpieron por otro proceso electoral, el de las generales del pasado 23 de julio en España. Ahora, la incertidumbre política en nuestro país y los comicios gibraltareños ha puesto de nuevo este proceso en situación de punto muerto.
La mejor baza que ha intentado jugar Fabian Picardo en esta campaña es la de que las negociaciones están avanzadas y sería absurdo cambiar de jockey cuando está a punto de terminar la carrea. La de Keith Azopardi, justo la contraria: que Picardo no ha sido capaz de sacar el acuerdo todavía y que él está dispuesto a hacerlo, sin rebasar tampoco las líneas rojas de la soberanía y manteniendo incluso al mismo equipo negociador.
“You can have a safe & beneficial agreement & a major #AntiCorruption programme if you back the @votegsdon 12 October. That’s the difference with what GSLP offer”, tuiteaba ayer Keith Azopardi, líder de la oposición y de Gibraltar Social Democrats, en estos días: “Tú puedes tener un seguro y beneficioso acuerdo y un programa de medidas contra la corrupción si votas a GSD el 12 de octubre. Esa es la diferencia con lo que ofrece GSLP”.
Las negociaciones “más complejas de la historia”
Una reforma legal para intentar limitar la corrupción y la promesa de una reforma constitucional propuesta por la actual alianza en el Gobierno y refrendada por la oposición, también han figurado en la hoja de ruta de la campaña.
El Tratado que se negocia entre la Unión Europea y Gran Bretaña es el gran telón de fondo sobre el que discurre la campaña electoral, aunque abundan muchas otras cuestiones estrictamente domésticas, desde la política de viviendas o la educativa, hasta los controles sobre la corrupción.
Si Azopardi asegura que Fabian Picardo, ministro principal en funciones y líder de la alianza GSLP/Liberal Gibraltar Party, ha fracasado en las negociaciones mantenidas durante los últimos siete años, el actual líder gibraltareño negó la mayor durante una cena electoral ante la Cámara de Comercio del Peñón.
Fabian Picardo recordó allí que las negociaciones, “las más complejas de la historia”, se vienen desarrollando durante 24 meses, han llevado a cabo durante 24 meses, y que si bien él mismo había declarado al diario El País que faltaba un 0,01% para el acuerdo, “la realidad es que nada está acordado hasta que todo esté acordado”. Y que negociar con España significa que todo puede cambiar en el último minuto. Si el PP llegara al poder en España, afirmó en dicha cena, todo podría reiniciarse y si hay un nuevo equipo en Gibraltar, esto también podría reiniciar todo. Picardo afirmó también que “estamos en la cúspide de un acuerdo y que existía el peligro de quedarnos en la cúspide para siempre”. Con todo, aseguró que “el pueblo debe tomar sus propias decisiones y considerar quien quiere que esté en el gobierno gibraltareño el próximo viernes”.
Si su candidatura alcanza de nuevo la mayoría de votos, Gemma Arias Vásquez, que está llamada a ser la próxima ministra de Salud de su gabinete, podría convertirse también en la primera ministra principal de Gibraltar, en 2027: “La conocí cuando era abogado y ella quería ser abogada y es mejor abogada que yo”, evocó Picardo, con quien ella comparte estudios en Oxford y trayectoria profesional en el prestigioso bufete de Hassan & Partners. Sólo que su expediente universitario es mejor que el del actual ministro principal que tampoco destacó, al contrario que ella, en la modalidad de remo“.
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