Las comparecencias de presupuestos de los consejeros de la Junta de Andalucía han colmado la actividad parlamentaria en estos días. La llamada a la “colaboración institucional” ha sido la tendencia del gobierno de coalición de PP y Cs aunque no ha surtido efecto. Por más que se empeñara el consejero de Hacienda y Financiación Europea, Juan Bravo, en llegar al debate de los Presupuestos de 2021 con las cuentas andaluzas atadas, Adelante Andalucía y PSOE presentarán enmiendas a la totalidad del texto. Vox, “socio preferente” del Ejecutivo andaluz, todavía no ha confirmado qué hará.
La formación de extrema derecha, al igual que todos los grupos parlamentarios, tiene de plazo hasta este viernes 13 a las 12:00 horas para realizar enmiendas a la totalidad antes de la tramitación del proyecto de Ley del Presupuesto. Una enmienda a la totalidad es “una inutilidad”, resaltó el portavoz parlamentario de Cs, Sergio Romero, que pidió el respaldo de los partidos a las cuentas más “ambiciosas de la historia de Andalucía”. Desde sus socios en el gobierno, el portavoz popular José Antonio Nieto tampoco entendía que “no guste nada” de unos presupuestos que son “herramientas útiles” para paliar las consecuencias de la crisis sanitaria de la COVID-19.
Mientras, Vox sigue haciéndose de rogar. La formación de Abascal es “el socio prioritario” para sacar adelante las cuentas andaluzas de 2021, pero ni confirma ni desmiente su apoyo. Durante la presentación del proyecto de Presupuestos de 2021, el portavoz adjunto de Vox, Rodrigo Alonso, subrayó en comisión parlamentaria que las cuentas no “generan confianza para el conjunto de los ciudadanos”. Esta declaraciones prevén una enmienda a la totalidad de los presupuestos por parte de los de Abascal en Andalucía, como ya ha hecho en otras ocasiones. Sin embargo, fuentes de la formación comunican a este diario que “no hay una posición fija”. “Estamos a la espera de que se produzca una interlocución política”, han expresado a pesar de que fueron ellos mismos los que suspendieron las negociaciones presupuestarias tras la intervención del líder del PP, Pablo Casado, durante la moción de censura presentada contra el Gobierno de Pedro Sánchez, por el partido de Abascal.
Desde Vox han confirmado que el equipo de Bravo conoce “el grueso de las exigencias”. De los detalles que han trascendido, la formación mantiene su defensa de los acuerdos firmados en anteriores presupuestos y que “no se han cumplido”. “Siguen en la línea de eliminar determinados gastos innecesarios, pero ya hay previsto suprimir organismos y se va a seguir haciéndolo”, ha manifestado a este diario el portavoz del PP en la Comisión de Hacienda y Financiación Europea, Pablo Venzal. Además ha apuntado a que algunas de las medidas de Vox son “cuestiones de carácter ideológico que requieren cambiar el nombre de algunas cosas o de ciertas políticas”. Se anuncia rifirrafe porque el gobierno bipatirto ha insistido en desvestir las cuentas de cualquier carga ideológica para que no sean “ni azules, ni naranjas ni rojos ni morados ni verdes”, como apuntó Nieto.
Crónica de un pacto anunciado
Vox ya fue clave en los presupuestos de 2019 y 2020. Siempre vaciló, pero terminó apoyándolos. No sería la primera vez, por tanto, que presentan una enmienda a la totalidad del texto para salvarlos en el momento decisivo. En el primer presupuesto del “gobierno del cambio”, Vox rechazó las cuentas porque eran “continuistas” con las políticas del Gobierno socialista. En el último minuto retiró la enmienda para llegar a un acuerdo. Los “puntos de encuentro” fueron 34 medidas y la consolidación en el texto de los conceptos “inmigración irregular” y “violencia intrafamiliar”.
Pocos meses después —la Junta de Andalucía aprobó dos presupuestos en un año— la formación de extrema derecha siguió con sus reclamaciones y la atención se fijó en el gasto para la seguridad en centros de menores extranjeros no acompañados, en las partidas a unas políticas que niegan la igualdad o en la revisión de los contenidos educativos para incluir temáticas relacionadas con los toros y la caza. En esta ocasión, a pesar de que no han detallado qué han pedido al Gobierno, sí se sabe que el nombre de la televisión autonómica, Canal Sur, es uno de los principales escollos para respaldar las cuentas andaluzas. Lo que corrobora el “cambio de nombres” que explica Ciudadanos.
“Hay margen”
Pablo Venzal apela a “la responsabilidad” de los partidos para respaldar unos presupuestos que “crecen sin incluir los fondos europeos”. Desde el PP piden paciencia para, una vez se conozcan los detalles reglamentarios de estas subvenciones, poder “sentarse a negociar” las propuestas de los grupos parlamentarios. Venzal recuerda que las cuentas reflejan unos 450 millones de euros, el denominado “Fondo Covid”, que están todavía sin asignar y que sirven al Ejecutivo andaluz para mitigar gastos imprevistos de la pandemia. “Es el momento de apoyar los presupuestos. Hay margen para seguir negociándolos y posteriormente mejorarlos con recomendaciones”, ha dicho Venzal, que recuerda que en los pasados presupuestos se incorporaron medidas de todos los partidos.
Por su lado, Cs también considera que es en la tramitación parlamentaria donde “se deben plantear las enmiendas parciales que cada partido vea necesarias” antes de obstaculizar la aprobación del texto. “Las enmiendas a la totalidad planteadas demuestran que se está alejado de las demandas de la sociedad”, dice el portavoz de Hacienda de Cs, Carlos Hernández. Y añade: “Se requieren unos presupuestos para luchar contra esta pesadilla. Cada día mueren muchas personas y los políticos no pueden ser, en esta situación, un obstáculo sino una parte de la solución”.
En cuanto al caso de Vox, desde la formación naranja se esperan unas “propuestas sensatas” a la par que apelan la actitud negociadora del gobierno para sacar adelante unas cuentas “sin ningún voto en contra”. “Sería muy positivo para la imagen de Andalucía en una situación inédita como la que vivimos”, ha rematado Hernández.
Sin “blindaje social”
Adelante Andalucía y PSOE rechazarán las cuentas públicas autonómicas elaboradas por el equipo de Bravo. Adelante Andalucía busca aumentar la dotación de los presupuestos en 1.600 millones para fortalecer los servicios públicos. El portavoz de Hacienda de la confluencia, Guzmán Ahumada (IU), considera “corto” el gasto previsto para dar respuesta a las necesidades actuales de la región. “El Gobierno de PP y Cs está obsesionado con la austeridad y ha asumido la referencia del déficit del 2,2% que establece el Gobierno central como una obligación cuando no es más que eso: una referencia”, ha dicho. Por su parte, la portavoz adjunta de la Adelante Andalucía, Ángela Aguilera, afín a Anticapitalistas, ha argumentado que los presupuestos “no invierten lo necesario para rescatar a Andalucía y no blinda las grandes necesidades sanitarias y educativas”.
Adelante Andalucía se suma a la enmienda a la totalidad de los presupuestos del PSOE-A. Era de esperar que los de Susana Díaz no ratifiquen unas cuentas que han desatendido sus “propuestas clave”. “Son, de hecho, una prórroga del anterior, sin grandes cambios y sustentados en las transferencias extraordinarias del Gobierno de España”, ha expresado a este diario el portavoz socialista de Hacienda, Antonio Ramírez de Arellano. “Son unos presupuestos muy poco ambiciosos en un momento crítico para Andalucía. No hay un blindaje de los servicios públicos ni medidas para impulsar la recuperación económica o generar empleo”. Además, los socialistas se quejan de que el diálogo que pide el Gobierno de San Telmo sólo tiene un receptor: “El único consenso que ha buscado Moreno Bonilla es el de la ultraderecha”, resaltó su portavoz parlamentario, José Fiscal.
40.188 millones
Los presupuestos de 2021 alcanzan los 40.188 millones de euros, un 3,7% con respecto a 2020. Unas cuentas “históricas” donde la sanidad, la educación y las políticas sociales copan más de la mitad de los presupuestado, un 55,9%. Es el instrumento de la coalición de PP y de Cs para “combatir el coronavirus” y fomentar la recuperación socioeconómica a través de las ayudas a la generación de empleo, el apoyo a las empresas, la transformación digital y la revolución verde.
La relajación de las reglas fiscales promovidas por la Unión Europea favorecen unas cuentas que cumplen, en contra de la escrupulosidad económica de Bravo, con el endeudamiento del 2,2%, unos 3.300 millones de euros, recomendado por el Ministerio de Hacienda y del que el Gobierno central asume la mitad.