La sanidad pública va a ser uno de los terrenos principales en los que se disputen las elecciones autonómicas de este año, algo de lo que son muy conscientes todas las partes. Por ello, tras el despertar de las Mareas Blancas y cuando este sábado está convocada por CCOO y UGT “una gran movilización ciudadana” en las ocho capitales andaluzas por el colapso del sistema sanitario, este martes el Gobierno andaluz ha movido ficha para pregonar que “la Atención Primaria se está recuperando”. Y de paso, cargaba contra los sindicatos por ejercer de “altavoz de la oposición”.
El encargado de presumir de la mejora de la situación sanitaria ha sido el portavoz del Ejecutivo andaluz, Elías Bendodo (PP), que aportaba unas cifras que en paralelo la Consejería de Salud subrayaba con un comunicado. Según el también consejero de la Presidencia, los andaluces esperan ahora de media 3,72 días para que le den cita, cuando en los peores momentos de esta sexta ola de la pandemia rozó las seis jornadas. Otro ejemplo es el de Salud Responde, que atiende el 99,87% de las llamadas y las contesta en 3,4 segundos, aunque con máximos de 13,3.
Estas cifras son el escudo defensivo que se ha activado frente a las manifestaciones del sábado convocadas por los dos grandes sindicatos generalistas, porque en paralelo las organizaciones profesionales continúan con un goteo constante de protestas en todas las provincias y, de manera recurrente, ante las puertas del Servicio Andaluz de Salud (SAS). La versión oficial es que la situación está mejorando gracias a que ya se ha superado el pico de la sexta ola, lo que se traduce en que “Andalucía avanza firmemente a la normalidad, también en Atención Primaria”.
“Basta de guerra política con la sanidad”
Al margen de insistir en que los tiempos de demora “han bajado de forma considerable”, Bendodo ha cargado contra unos sindicatos que están en su derecho de convocar manifestaciones pero que “están mezclando la política con la acción sindical, y son dos cosas distintas”, al “hacer de altavoz de la oposición y del PSOE”. Todo ello con el telón de fondo de que poco antes de que el portavoz de la Junta compareciese tras el Consejo de Gobierno se había reunido el secretario general del PSOE andaluz, Juan Espadas, con las máximas responsables de CCOO y UGT, Nuria López y Carmen Castilla, lo que ha llevado a Bendodo a lamentar que “va a parecer que la manifestación la está impulsando el PSOE”. A su juicio, hay que “diferenciar la acción sindical reivindicativa, sana y justa, de la acción política porque cuando se mezclan, se confunde a la ciudadanía”.
A los partidos, de paso, les ha reclamado que “basta de guerra política con la sanidad” y les ha instado a “abandonar el frentismo”. “Que dejen de atacar a la sanidad pública, que es la que nos ha sacado de la pandemia, lo que tienen que hacer es reconocerla en vez de criticarla”, obviando que las reivindicaciones van precisamente en la línea de dotar de más personal y medios al sistema público.
El Gobierno andaluz ha insistido en que si no se renovó a todos los sanitarios contratados durante la pandemia ha sido porque el Ejecutivo central retiró para 2022 el fondo Covid que habilitó el año pasado. Pese a ello, defiende que prorrogó a “más del 90%” de los 20.000 profesionales que se incorporaron al sistema –incluyendo a todos los médicos y casi todas las enfermeras– y que después se ha seguido contratando.
El Gobierno más “estable, eficaz y unido” de la democracia
El resultado es que si había 95.000 profesionales sanitarios cuando PP y Cs llegaron a la Junta, hoy son 125.000, “se ha contratado a 30.000 más en tres años”. La nota de prensa de Salud concretaba más la cifra en el caso de Atención Primaria, cifrando en 410 los facultativos más que hay ahora con respecto a 2019. Y en cuanto a los profesionales que han aceptado trabajar de tarde para desatascar el sistema, han sido 481 médicos de familia y 207 enfermeros.
Con todos estos números sobre la mesa, y en el contexto de la resaca política tras los comicios en Castilla y León, PP y Cs han insistido en que el objetivo es agotar la legislatura y no propiciar un adelanto porque “a los andaluces no les interesan las elecciones” ahora. “Queda todavía el 25% de la legislatura”, han recordado tanto Bendodo como el vicepresidente andaluz, Juan Marín (Cs), que han incidido en que el Gobierno andaluz es el “más estable, eficaz y unido de la historia de la democracia” y el que “mejor está gestionando una comunidad autónoma” en toda España.