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Las altas temperaturas de enero inutilizan la millonaria inversión de Sierra Nevada para crear nieve artificial

Las temperaturas actuales dejan inservibles los cañones de nieve artificial

Álvaro López

Sierra Nevada (Granada) —
1 de febrero de 2024 20:29 h

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Las altas -e inusuales- temperaturas que ha vivido España en este mes de enero están teniendo consecuencias en Sierra Nevada. La estación de esquí de Granada, que suele ser la primera en abrir y la última en clausurar su temporada invernal, tiene problemas con la nieve. A la falta de precipitaciones se suma ahora que no hace frío suficiente para utilizar los cañones de nieve artificial. Una situación que hace inútil la inversión de Cetursa, la empresa pública dependiente de la Junta de Andalucía, para instalar cañones de nieve producida y que coincide cuando la misma entidad ha pedido duplicar la concesión de agua que puede usar para el mismo fin.

A principios de año, el presidente del Ejecutivo andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, visitaba Sierra Nevada para inaugurar un telecabina que ha costado 20 millones de euros y que, según los ecologistas, no tendrá demasiado uso en el futuro si el cambio climático y la gestión del mismo siguen su curso. En el último lustro, según Moreno, se han invertido alrededor de 90 millones de euros para “modernizar” la estación de esquí granadina, de los cuales algo menos de 5 han ido a parar a la instalación de 360 cañones de nieve que, ahora mismo, son inútiles.

Son inútiles porque desde hace ya un tiempo las temperaturas mínimas de Sierra Nevada se acercan más a los 10 que a los 0 grados. Aunque los cañones con los que cuenta Sierra Nevada son eficientes y permiten crear nieve con el mercurio más elevado que antiguamente, este ha de estar como mínimo sobre los 4 grados en un periodo estable de tiempo y con una humedad de al menos el 50%. Algo que no está ocurriendo por culpa de la primavera adelantada que se está viviendo en estas semanas y que pone en jaque el plan de ruta de Cetursa.

Desde la entidad pública señalan que el objetivo actual es “cuidar la nieve como se está haciendo a través del pisado y acondicionado especial”. Hasta ahora, la montaña “aguanta bien” este revés climático, pero lo cierto es que la calidad de la nieve ya es la propia de la primavera. Es decir, la misma que hay cuando llega el deshielo y se acerca el final de la campaña de esquí, pero tres meses antes de lo previsto. La nieve se mantiene en condiciones invernales tan sólo en la zona del Veleta, por lo que el panorama no es halagüeño. Además, sólo hay 50 kilómetros de pistas esquiables de los más de 100 que tiene la instalación cuando la nieve es abundante.

Desde la Asociación de Empresarios de Sierra Nevada evitan el alarmismo y afirman no estar preocupados por este inusual periodo climático: “De momento se mantienen las ventas y las reservas previstas”. Pero para los ecologistas este hecho no es ni mucho menos aislado y viene a demostrar en qué situación se encuentra la estación granadina con respecto al cambio climático. Javier Egea, portavoz de Ecologistas en Acción, sentencia que “poca gente dudará ya de que la realidad se está imponiendo”.

“Huida hacia adelante”, según los ecologistas

“No tiene sentido fiarlo todo, cuando no hay nieve, a la producción de nieve artificial, ya que es necesaria agua -que no hay porque no ha llovido- y frío para poder fabricar la nieve y ahora estamos viendo temperaturas mínimas en la estación superiores a los ocho grados centígrados”. El ecologista señala que “en otras estaciones de esquí, europeas e incluso españolas, están apostando por nuevas actividades para realizar en la montaña sin nieve, que es el futuro que espera: menos nieve y menos tiempo para esquiar”.

Para los naturalistas, Cetursa está haciendo una “huida hacia adelante” al no querer afrontar el colapso climático. “Es insostenible ambiental y económicamente y ya nos está costando muchos millones en infraestructuras que van a ser inútiles en muy poco tiempo”. En ese sentido, la empresa pública contempla una inversión de cerca de 20 millones de euros sólo para mejorar la infraestructura de nieve producida hasta el año 2030. Y más de 100 millones de euros para medios mecánicos nuevos renovando telecabinas y telesquís. Los ecologistas creen que, si siguen estas temperaturas, Sierra Nevada tendrá que cerrar las pistas para mediados de febrero.

La casualidad ha querido que la mala previsión climática coincida con el hecho de que Cetursa haya pedido duplicar la concesión de agua que tiene para generar nieve artificial y que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) se lo haya negado a la espera de que acabe el actual convenio, que se cierra en febrero. Mientras se negocia uno nuevo, Sierra Nevada tendrá que seguir utilizando los 350.000 m3/año que tiene concedidos entre los meses de noviembre y marzo y esperar para ver si se le conceden los 723.000 m3/año que ha pedido la Junta de Andalucía al organismo de cuenca.

En ese sentido, cabe recordar también que la propia CHG mantiene abierto un expediente sancionador contra Cetursa por utilizar agua de dos balsas que no estaban dentro de la concesión por haberlo hecho fuera del periodo autorizado. Según la documentación, a CHG expedientó a la entidad que gestiona la estación al entender que se incumple la concesión (por hacer uso del agua fuera de plazo), que daña el dominio público hidráulico puesto que no se respeta el caudal ecológico del río Monachil, que se utiliza una balsa más de la autorizada (solo está autorizada Borreguiles y no la Zahareña) y que las tomas utilizadas para el trasvase son cinco cuando la CHG solo autoriza el uso de dos de ellas. Ahora sólo falta saber qué sanción impondrá la Confederación, pero se da por hecha.

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