La defensa de Juana Rivas tiene marcado en rojo una fecha en el calendario: el próximo 29 de abril. Ese día, según confirman fuentes del caso a elDiario.es Andalucía, se celebrará una vista civil en Cagliari (Italia) en la que se decidirá sobre la custodia de los hijos que tiene con su expareja, Francesco Arcuri, con los que huyó en la primavera de 2016 en un episodio que duró un año y que acabó con una condena por sustracción ilegal de menores. La granadina se marchó de Italia junto con los niños aprovechando unas vacaciones pactadas con Arcuri y cuando llegó a España no quiso regresar alegando que huía de maltrato.
Ahora, casi seis años después de aquello, la justicia ha de resolver quién debe tener la custodia definitiva de los niños. La misma recae actualmente en el padre después de que en marzo de 2019 el tribunal civil de Cagliari lo estimase así al considerar que la madre había mostrado capacidad “manipuladora” hacia sus hijos y que Juana Rivas tenía un “funcionamiento psíquico gravemente patológico”. Una decisión que se adoptó solo una semana después de que la granadina fuese condenada en primera instancia a cinco años de cárcel y a seis de pérdida de la patria potestad. Dicha pena fue reducida hasta quedar en libertad a día de hoy.
Posibilidades
No obstante, los letrados de Juana presentaron un recurso de apelación contra el fallo por la custodia de los menores que no se resolverá finalmente hasta este próximo 29 de abril. Ese día está previsto que la justicia italiana decida definitivamente sobre este asunto. Si el tribunal opta por mantener la guarda y custodia de forma exclusiva para Francesco Arcuri, Juana Rivas tendrá que conformarse con ir a ver a sus hijos a Italia, pero no podrá convivir con ellos salvo en aquellos periodos en los que se tome una decisión de mutuo acuerdo con el padre de los niños.
Un escenario que no debe confundirse con el que tiene la granadina en España. Después de que primero el Tribunal Supremo y después el Gobierno central mediante un indulto parcial le redujesen dos veces la pena de cárcel a la mitad, Rivas ya está en libertad y tiene la patria potestad de sus hijos, aunque debe cumplir con 180 días de servicios a la comunidad para cumplir con lo estipulado en el perdón del Ejecutivo. Una situación que se le podría revertir si cometiese un delito en los próximos tres años.
Es decir, a pesar de que Juana Rivas sí tiene la patria potestad en España sobre los niños, la guarda y custodia pertenece a su padre. Lo que significa que solo pueden vivir con Francesco Arcuri, pero que la granadina puede representar a los menores en suelo español si es necesario. No obstante, la defensa de la expareja de Juana Rivas mantiene un recurso en el Tribunal Supremo contra el indulto parcial al considerar que el Ejecutivo no es competente para devolverle la patria potestad de los niños, sino que esa decisión es exclusiva de los tribunales.
A la espera del Supremo
Ese recurso es el otro asunto judicial que le queda a Juana Rivas en el horizonte, aunque aún faltan meses para que se resuelva. En todo caso, la defensa de Arcuri no se niega a que la granadina esté en libertad, pero sí duda de su capacidad para poder ejercer la representación de los niños, motivo por el que solicita que el Tribunal Supremo revoque el indulto parcial en ese aspecto. Cabe recordar que Rivas ha interpuesto varias demandas en Italia contra el padre de sus hijos alegando que les estaba maltratando, aunque todas ellas han acabado archivadas al no apreciar la justicia pruebas suficientes para enjuiciar dichos episodios.
Con todo, la granadina vive ahora una realidad distinta a la que tenía en junio de 2021 cuando ingresó en prisión, a pesar de que incluso el juez que la condenó a la cárcel, Manuel Piñar, le negó la libertad que le otorgaba el indulto al no tener antecedentes y quedar su pena reducida a menos de dos años de prisión. El magistrado consideraba entonces que Juana Rivas es un peligro para sus hijos, que no ha mostrado arrepentimiento y que volvería a repetir su conducta delictiva, hace tan solo unos días la Audiencia de Granada anuló el fallo y dejó a la madre de Maracena libre. No obstante, ya se encontraba en dicho régimen desde la pasada Navidad cuando la Junta de Tratamiento le permitió hacer vida relativamente normal llevando un brazalete de control telemático y dando cuenta de sus actividades. De hecho, pudo pasar las fiestas navideñas junto a los niños y actualmente no tiene limitación para ir a verlos a Italia.
De esta forma, Juana Rivas encara un mes decisivo para saber qué ocurrirá con la custodia de sus hijos y conocer si podrá volver a vivir con ellos después de cinco años sin hacerlo desde que los entregase a su padre tras su huida durante más de un año en agosto de 2017. Después de esa decisión, solo quedará esperar a que el Tribunal Supremo se pronuncie sobre el recurso presentado por la defensa de Arcuri contra el indulto parcial que ha permitido que Juana Rivas pueda volver a hacer vida normal a la espera de saber qué pasará con sus vástagos que ya tienen 8 y 16 años.