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Inscritos de Podemos en Granada se movilizan para revocar a su líder y éste se burla con una edición de chapas

La tensión es máxima en Podemos en Granada, con un Consejo Ciudadano Municipal (CCM) mermado por las dimisiones; cuestionadas propuestas de su cúpula, como ofrecer a Jesús Candel Spiriman ir en las listas de las próximas elecciones municipales; e incluso movimientos en círculos para pedir la revocación del secretario general, Alberto Matarán, prevista en los estatutos del partido si bien es una figura que nunca se ha llevado hasta el final todavía.

En concreto, la propuesta de revocatorio, que incluye a todo lo que queda del CCM, ha sido aprobada en la última reunión del círculo del Zaidín, que con ello iniciaba la campaña para conseguir una expulsión que exige que la propuesta sea respaldada por un 25% de los inscritos o el 25% de los círculos del territorio.

La respuesta de Alberto Matarán y los suyos fue una edición de chapas con el fondo morado y una fotografía suya sonriendo con la leyenda “revocatorio, je je”. Esas chapas se repartieron en pasado 13 de mayo en el marco de la II Feria de la Salud organizada por Podemos en la ciudad. Es más, se ofrecía a los asistentes la posibilidad de “hazte tú mismo tu chapa”.

La situación ha indignado a los proponentes por la “falta de respeto” y porque “se usó para esta campaña personal un marco para el encuentro con la ciudadanía y sus reivindicaciones”. Sostienen que ya cuentan con suficientes firmas para que se ponga en marcha la consulta de revocación, pero también es cierto que hay quien cuestiona que se inicie un proceso de este tipo cuando en principio deberían convocarse primarias a finales de año para renovar una dirección que cumplirá los tres años en enero de 2018.

Alberto Matarán resta importancia a lo que califica de “broma” para replicar a un revocatorio que “han firmado 14 personas” de 2.500 inscritos. “Ha sido en un contexto jocoso y no en un acto público”, precisa. En esta línea, reconoce que hay momentos en los que las críticas no han sido constructivas y que hay conflictividad en el partido, pero precisamente por ello insiste en la necesidad de mirar más allá. “Hay una minoría que insiste en seguir en la lucha interna y eso genera tensión mientras el resto intentamos seguir avanzando”, asevera.

Ha aprovechado para explicar por ejemplo que en la reunión este 18 de mayo del CCM se ha planteado dar una mayor participación en el mismo a los círculos, que lo venían demandando. “Lo lógico es que se renueve cuando toque, y ahora estamos en un proceso de sumar a la gente de los círculos en el CCM. [...] Nos vamos a necesitar todos cuando se resuelvan las diferencias y ésta es la idea”, concluye.

Todo esto en un contexto en que de los 25 consejeros elegidos a finales de 2014 se han producido ya 10 bajas, la última la de la parlamentaria Carmen Lizárraga porque los nuevos estatutos emanados de Vistalegre II lo hacen incompatible dado que ella está en el Consejo Ciudadano Andaluz (CCA) también, si bien en el CCM no es ningún secreto que mantenía diferencias muy fuertes con Alberto Matarán. Previamente ya había dimitido el también diputado en el Parlamento de Andalucía Jesús de Manuel.

No se descarta que próximamente haya más dimisiones, como la de Ana Terrón, que en su caso ocupa escaño en el Congreso de los Diputados y, con los dos referidos, son de los pesos pesados de Podemos en Granada. Por eso, hay quien ve en estos movimientos una clara intención de forzar la salida de Alberto Matarán dejándolo cada vez más solo.

De todas maneras, Carmen Lizárraga, que no puede negar la división que hay en el CCM, evita entrar en la confrontación. En declaraciones a eldiario.es/andalucia destaca el “importante trabajo llevado a cabo por el CCM estos años, con logros como dos diputados en el Parlamento de Andalucía y una en las Cortes Generales”, a lo que añade el trabajo en los círculos “para canalizar las reivindicaciones de la ciudadanía en un lugar como Granada, con problemas endémicos por ejemplo en infraestructuras”. En este sentido, insiste en que su salida se debe a que se va a volcar con el trabajo en el CCA, donde es responsable del área de economía, que le exige “mucho tiempo”.