Alrededor de 2.000 personas, según fuentes policiales, repartidas en medio centenar de colectivos llegados incluso desde Murcia, han recorrido las calles del norte de la ciudad de Granada para contraprogramar y hacer visible su crítica a la Cumbre Europea que se está celebrando en la capital granadina esta semana. Los asistentes, que ya salieron el pasado 30 de septiembre, han aprovechado la marcha para recordar que Granada “no es una foto” y que de actos como el comunitario han de salir medidas concretas.
La manifestación, que ha sido impulsada por Cumbre Social por Granada, ha empezado al filo de las siete de la tarde desde el entorno de la estación de autobuses de la ciudad y ha concluido junto al Hospital Universitario Virgen de las Nieves. Este ha sido el recorrido definitivo después de que el Gobierno central tratara de impedir la movilización aduciendo cuestiones de “seguridad”. Finalmente, tras un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), el Ejecutivo ha permitido que saliesen los colectivos a la calle, pero a cuatro kilómetros de la sede en la que se están reuniendo medio centenar de líderes europeos, entre ellos el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, cuya presencia no estaba prevista.
La marcha crítica con el evento europeo se ha articulado en base a una serie de actos que se llevan desarrollando varias semanas y que buscan poner en el foco a Granada como actor principal en la revolución para conseguir mejoras en sanidad, trabajo o pensiones, mirando desde el feminismo y el antirracismo. De ahí que el lema de esta manifestación haya sido el de “Granada no es una foto” puesto que los manifestantes consideran que la Cumbre Europea no pretende entrar en el fondo de los problemas, sino quedarse en la superficie.
Problemas como los que ha puesto en evidencia la cumbre para la ciudad de Granada en cuanto a movilidad. La seguridad ha obligado a cortar el paso a peatones y transporte público en buena parte del centro de la capital granadina, lo que ha generado malestar entre oriundos y turistas. Un hecho que pone de relieve los problemas que tiene Granada en cuanto a su propia capacidad para albergar grandes eventos, especialmente en cuanto a la escasez de conexiones ferroviarias y por avión, dos de los aspectos que también han puesto encima de la mesa los colectivos que se han manifestado.
“Soluciones reales”
Chema del Águila, portavoz de Cumbre Social Granada, explica que el motivo de la manifestación es “exigir soluciones reales a los problemas reales de la ciudadanía en Granada, sobre todo a los grupos sociales más desfavorecidos”. “Protestamos ante una cumbre con mandatarios europeos y aliados de la Unión Europea que no plantea ninguna mejora en nuestras vidas y trata a la ciudad como un simple decorado”. Al mismo tiempo, todas sus reivindicaciones están recogidas en La Carta de Granada que es una iniciativa de la Red social y vecinal de la capital.
“Este documento es una declaración de intenciones y su fin es reconstruir los lazos sociales desde los barrios, la ciudad, y reflejar las problemáticas de la ciudadanía junto con diversas planteadas desde la sociedad civil organizada que se ha adherido. El documento no está cerrado ni es definitivo, sino que es y será siempre una expresión viva y dinámica de los conflictos sociales de Granada”, afirma Del Águila.
Durante la marcha se han podido ver pancartas de todo tipo tanto en favor de diferentes luchas como las pensiones dignas o el transporte ferroviario granadino, como de repulsa a la OTAN. Así como se han escuchado eslóganes como “la UE nos explota y nos saquea”, “cumbre criminal sin derecho a protestar” y otras más habituales como “que viva la lucha de la clase obrera”. Todo ello dentro de un crisol de peticiones que se han conseguido aunar bajo las siglas de Cumbre Social por Granada.