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La pandemia se ceba con la Policía Local de Granada: más de un cuarto de la plantilla está afectada por COVID-19

Los agentes reclaman un incremento en la plantilla y más medios para prevenir contagios

Álvaro López

Granada —

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La Policía Local de Granada está en cuadro en las últimas fechas. Precisamente cuando más falta hace su presencia en las calles para hacer cumplir las medidas restrictivas que tratan de reducir el elevado número de contagios de Covid-19 en la ciudad de la Alhambra -supera los 1.100 casos por cada 100.000 habitantes de tasa de incidencia-, los propios agentes están siendo víctimas del coronavirus. Los sindicatos reclaman al Ayuntamiento que les respalde con más personal y medios para acabar con una situación que les está llevando al límite.

Un hecho del que es consciente el propio equipo de Gobierno local. Así lo indican fuentes policiales consultadas. Los concejales de Seguridad Ciudadana y de Personal, César Díaz y Francisco Fuentes respectivamente, han tenido una reunión con los agentes en la que les han trasladado la preocupación por la falta de policías que está sufriendo el cuerpo municipal en plena segunda ola de la Covid-19. Algo que ocurre justo en el momento en el que se está produciendo el cierre perimetral de la capital, que obliga a poner en marcha un dispositivo de policía que no es suficiente para controlar toda la ciudad.

Actualmente hay alrededor de 60 policías de baja por coronavirus: 13 de ellos han dado positivo y el resto se encuentra en cuarentena por haber sido contacto estrecho. Una cifra a la que hay que añadir a otros 20 agentes de baja por otras cuestiones, según explican desde el sindicato UGT. En total, cerca de 80 policías municipales están de baja, cuando la plantilla que patrulla las calles apenas supera los 200 habitualmente. Los propios policías denuncian que desde el Ayuntamiento de Granada se les acusa de contagiarse en su ámbito privado, pero ellos dicen que trabajan con pocas medidas de protección y que carecen de un protocolo anticovid definido. Además, aunque la Policía Local de Granada tiene alrededor de 400 funcionarios, cabe recordar que no todos los profesionales que integran el cuerpo están en comisión de servicio, sino que por edad otros acaban en segunda actividad y por lo tanto no patrullan ni pisan la calle salvo excepciones.

Pocas patrullas

La falta de personal es un problema que viene arrastrando el cuerpo policial desde hace tiempo. Según UGT, harían falta al menos 200 efectivos más para poder velar por la seguridad de una ciudad que tiene censados a más de 350.000 habitantes. El mismo sindicato apunta a que la vecina ciudad de Málaga tiene 840 policías municipales y que en la capital de la Costa del Sol sí tienen un protocolo anticovid que está funcionando porque apenas hay cinco agentes afectados por coronavirus entre los que han dado positivo y los que están guardando una cuarentena.

La falta de efectivos en la policía municipal granadina está notándose especialmente en esta segunda ola como lo demostraron los últimos fines de semana. Sobre todo, el del puente del 12 de octubre cuando en una sola noche tuvieron que intervenir en 120 ocasiones. En aquella ocasión hubo siete patrullas para toda la ciudad en una noche, lo que supone alrededor de 20 policías en la calle. Una cifra pequeña a la que se llegó usando refuerzos extraordinarios, según señalan los sindicatos policiales. Por si fuera poco, la Policía Nacional también tiene una plantilla escasa y no suelen intervenir en problemas relacionados con el incivismo, por lo que no sirven de apoyo al cuerpo municipal, explican fuentes policiales.

Ahora, con el cierre perimetral de Granada, el personal disponible sigue siendo escaso, denuncian, y apenas se cuenta con una veintena de policías que dicen estar “desbordados”. A estos se les suman alrededor de 30 agentes de la Policía Nacional, que no son suficientes tampoco para poder controlar estaciones de metro, autobuses y trenes. Además, como desde el Consistorio llevan tiempo sin pagar las horas extra a los funcionarios y estos tienen miedo de estar en peligro de contagiarse de la Covid-19, a la falta de personal se suma que hay pocos policías que se atrevan a trabajar gratis corriendo riesgo. Por fortuna, explican los agentes, los ciudadanos están colaborando y no están habiendo excesivos problemas con el control perimetral.

Recursos insuficientes

Pero las protestas por la merma de personal no solo llegan desde UGT, sino que el Sindicato Independiente de la Policía Local de Granada (SIPLG) también se muestra muy crítico con la gestión que está haciendo el Ayuntamiento de la capital. De hecho, señalan directamente al alcalde, Luis Salvador, por dejarles abandonados. “¿Qué medidas como máximo responsable ha tomado usted?”, denuncian al tiempo que aseguran que muchos agentes están teniendo que hacerse las pruebas PCR por su propia cuenta, ante el colapso sanitario.

En ese sentido, UGT indica que solo hay un médico para todo el personal funcionario del Ayuntamiento de Granada, que ronda los 3.000 profesionales. Un extremo que confirma el propio concejal de Personal, Francisco Fuentes, quien sostiene que se va a sacar otra plaza con carácter urgente. Por lo que en ese aspecto también hay un problema de falta de medios. De ahí que en la reunión mantenida esta semana entre los representantes sindicales y el Ayuntamiento de Granada, se haya puesto encima de la mesa la posibilidad de que se puedan agilizar las PCR a través de la mutua ASISA, a la que pertenecen los agentes con más antigüedad.

Pero más allá de que se lleven a cabo pruebas y controles a los agentes para prevenir nuevos contagios, los profesionales demandan un protocolo anticovid que permita tener mayor control de la pandemia en las dependencias policiales. Óscar del Pino, agente de atestados y miembro de UGT, denuncia que “usamos los mismos coches y compartimos los mismos espacios, por lo que es muy difícil que si yo me contagio no acabe contagiando a otros compañeros”. Al mismo tiempo, desde CSIF y SIPAN censuran también la falta de EPIS y la mala organización de las patrullas que hay en la calle. No obstante, hace pocos días se procedió a la desinfección de la Jefatura y se han instalado sistemas de ventilación especiales en los vestuarios. Medidas que aplauden los policías, pero que les parecen insuficientes para un servicio que cada día está más cerca de su límite.

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