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La historia del Schindler andaluz que frenó la matanza de Paracuellos

“Se puede morir por las ideas, nunca matar”. Era la máxima del sevillano que detuvo la represión en Paracuellos: Melchor Rodríguez. Anarquista y libertario, salvó la vida a miles de personas en la retaguardia republicana. Una suerte de Schindler andaluz que protegió a sus enemigos y cuya desconocida historia rescata el documental 'Melchor Rodríguez, el ángel rojo' (Argonauta Producciones), dirigida por el periodista Alfonso Domingo.

“Sí, es un Schindler, pero en el caso de Melchor es como si él salvara a los nazis”, dice el director de la cinta. “Es el que para realmente la matanza de Paracuellos”. En total, “unas 12.000 personas” preservaron su vida gracias a Melchor Rodríguez. “Las protegió a todas”, cuenta Domingo. Oskar Schindler, a quien retrató la película 'La lista de Schindler' (Steven Spielberg, 1993), fue un empresario y espía alemán, miembro del partido nazi, que salvó a unos 1.200 judíos. Las ideas, recuerda el actor Javier Gutiérrez, que pone voz al hilo argumental del trabajo audiovisual, “siguen haciendo mucho daño y Melchor es un buen referente del que aprender”.

El XII Festival de Cine Europeo de Sevilla es el marco elegido para presentar 'Melchor Rodríguez, el ángel rojo'. El documental ha obtenido el segundo galardón de los Premios Imagenera de Creación Documental que convoca la Fundación Centro de Estudios Andaluces y la Consejería de la Presidencia de la Junta de Andalucía. Como ganador de la edición 2015 queda 'Mi querida España' (La Zanfoña Producciones), dirigido por Mercedes Moncada, una revisión de la historia reciente del país a través del Carnaval de Cádiz y el archivo del periodista Jesús Quintero.

Ningún Melchor en zona franquista

“En el lado franquista no hubo ningún Melchor”. “Ya sabemos lo que fue este país, no hubo ni paz, ni piedad, ni perdón, como decía el Caudillo”, apunta Alfonso Domingo. El ángel rojo, aun así, “salvó a gente que estaba en su lado ideológico más contrario, a quienes dan el golpe, están alimentando la guerra y pueden, si entran en Madrid, incorporarse al ejército de Franco e iniciar la represión”.

Una labor que realiza con apoyo “del cuerpo diplomático, de la judicatur a, del Ministerio de Justicia”. Queda convertido en pieza fundamental del “intento del poder republicano de controlar todas esas matanzas. Y se acabaron controlando”, añade el periodista e investigador. “En una España con tanto odio y tanta locura, que haya alguien como Melchor es un caso casi único en la historia”, precisa el director del documental.

El “episodio” más elocuente de la gesta del anarquista sevillano sucedió el 8 de diciembre de 1936. “Aviones fascistas” habían bombardeado Alcalá de Henares y un motín frente a la cárcel pretende “vengarse en los presos derechistas” de las muertes de civiles. Melchor Rodríguez, entonces Director General de Prisiones, lo impide. “Salva a 1.500 personas”, cifra Domingo. Entre ellos, personas que luego serían “prebostes del nuevo régimen”.

“Un personaje de película”

El 'ángel rojo' era hijo de un maquinista del puerto de Sevilla y de una obrera de una fábrica de cigarros. Quedó huérfano de padre a los diez años y, desde ahí, dejó los estudios y trabajó de calderero, carrocero en la industria del automóvil o ebanista. Melchor escribía poesía y probó suerte en las plazas de toros. “Es un personaje a descubrir, polifacético y con mucha fuerza para llevarlo a la ficción, es un personaje de película”, describe a eldiario.es Andalucía el actor Javier Gutiérrez.

Para el director de la obra, Melchor era “una persona decente, con ideas, que tenía un humanismo obrero impresionante y que adoptó el ideal libertario como modo de vida y de actuación”. Una persona que salvó “obstáculos” a lo largo de su vida “y da lo mejor de sí mismo en la Guerra Civil”. Terminado el conflicto bélico con victoria de los sublevados, Melchor Rodríguez es juzgado –“en un juicio injusto porque no podía haber ningún rojo bueno en la calle”– y condenado a muerte.

Aquellos “prebostes” del franquismo devuelven el favor vital. Lo salvan. Conmutan la pena por 20 años de prisión, de los que cumple una cuarta parte. Pero no lo doblegan: “No aceptó ningún trabajo a ninguno de los que había salvado ni se integró en la organización sindical franquista, como le habían propuesto”. Fue “libertario hasta su muerte”, en 1972. El entierro del 'ángel rojo', antes de la muerte de Franco, no tiene par: “se pone la bandera libertaria, se canta 'A las barricadas' y otros rezan un padre nuestro”.