Sobrevivir en la “España vaciada” cuando solo se tienen unos 50 habitantes y se está a más de cien kilómetros de la capital de la provincia es toda una aventura. En Cumbres de Enmedio lo saben perfectamente. Este municipio onubense sale a la luz, al menos, cuando hay elecciones, porque es el pueblo andaluz con menos habitantes y ayuntamiento propio, y sus resultados son seguidos con curiosidad por los medios de comunicación. Pero, después, dejar de ser noticia.
Alejado del foco de los medios, sus vecinos llevan una vida tan tranquila que hasta la Covid ha pasado de largo por la carretera que atraviesa sus calles delante de su iglesia parroquial que, situada frente al Ayuntamiento, conforman los dos únicos edificios oficiales del municipio. A partir de ahí, la vida de sus habitantes se ciñe a tener lo básico para su día a día, con el vecino municipio de Cumbres Mayores para hacer compras, el sitio al que el Ayuntamiento acudía dos veces a la semana durante la pandemia con la lista de la compra de los cumbreños para que, sobre todo, los vecinos de más edad no se tuviesen que mover de sus casas.
En ese paisaje de un pueblo por el que parece pasar la vida a una velocidad distinta, el Ayuntamiento ha hecho un llamamiento a quien quiera solucionar un problema que, en un municipio cualquiera, podría quedarse en una anécdota, pero que en este forma parte de los planes de supervivencia para, no solo atraer a más gente, sino mantener la que ya vive allí: se busca a alguien para abrir el único bar del pueblo.
Un local con todo lo necesario
En una calle paralela a la carretera que atraviesa el pueblo por su zona sur se encuentra el local del bar que el Ayuntamiento oferta a quien lo quiera explotar. No tiene nombre a la vista, pero sí un cartel descolorido con la leyenda “Salón flamenco”. Cuenta “con todo lo necesario para comenzar a trabajar”, explica a ElDiario.es Andalucía la alcaldesa, Mari Reyes Páez (PSOE), que sí lamenta que “hay personas interesadas, pero ahora tenemos el problema de que no tenemos secretario municipal, que está de baja”, de modo que hasta que este funcionario se reincorpore al trabajo no será posible que se abra la licitación.
Además, el Ayuntamiento en sí mismo no cuenta con la figura de secretario municipal, sino que se trata de un funcionario que le aporta la Diputación de Sevilla que, aparte de trabajar para otros pueblos, se encontrará con una carga atrasada de trabajo cuando regrese al despacho.
Las condiciones
Para poder poner en marcha este servicio, el Ayuntamiento correrá con los gastos del consumo de agua y de luz hasta un máximo de 150 euros por factura, con la premisa de que el local está adaptado a la normativa vigente y preparado para su apertura (insonorización, baño y acceso para personas de movilidad reducida), y dispone de todo el material (cocina completa, menaje, sillas, mesas, televisor o cafetera).
Quien lo quiera explotar tiene que estar dado de alta legalmente como autónomo, abonar al Ayuntamiento una cuota de 20 euros al mes y estar al corriente con Hacienda Autonómica, Estatal y Seguridad Social.
Para la alcaldesa, es un recurso “imprescindible” para darle vida al pueblo, no solo en su día a día para los vecinos, sino teniendo en cuenta su ubicación a pie de carretera. Si se consigue abrir y, de paso, se logra que haya empresas que se instalen en el polígono mancomunado de la comarca, se habrán dado pasos de gigantes para evitar la despoblación en este rincón de la sierra onubense.