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El Ministerio del Tiempo motiva a unos alumnos de Huelva para un aprobado casi pleno

Rosa María Rodríguez, la profesora onubense que ha aplicar el original método.

Fermín Cabanillas

“Bienvenidos al Ministerio del Tiempo. Comienza la clase”. Una frase como esta ha servido a la alumna del Máster de Formación de Secundaria y Bachillerato y ahora ya profesora onubense Rosa María Rodríguez para lograr un aprobado casi pleno en en el Colegio Virgen del Rocío, en una clase de segundo de la ESO con alumnos de 13 a 16 años. Lo ha hecho aplicando la metodología que ha propuesto en su Trabajo Final de Máster, en la que se propuso encontrar un método para motivar a los alumnos y reconciliarlos de alguna manera con la Lengua y Literatura Española.

Con el beneplácito del equipo directivo del colegio y, sobre todo, de su tutor de prácticas, Miguel López Verdejo, que estuvo muy interesado y colaboró estrechamente en el desarrollo de las clases con este nuevo método, se implantó el proyecto que ha ocupado el tiempo dedicado a una Unidad Didáctica. De este modo, sus alumnos de secundaria han encontrado en la serie de Televisión Española una llamativa forma a la hora de motivarse contra las pocas ganas de coger un libro, y lo ha hecho analizando a sus chicos en clase, y llegando a la conclusión de que tenía que poner en sus manos algo que les motivase.

Por ello, los personajes del Ministerio del Tiempo se cuelan en su clase cada día, “porque podemos entender que ellos no están motivados para leer, pero si usan las nuevas tecnologías y entienden el lenguaje de la televisión”, explica, por lo que decidió iniciar sus clases “a través de un juego, con una gamnificación pura y dura”.

Se trata de explotar ideas para que los alumnos lleven a su mesa de clase algo práctico que, o está en la calle o en un medio de comunicación social. “En esencia, los dividimos en patrullas de cuatro personas, con juegos y actividades basados en los conceptos, procedimientos y actitudes que el currículo de Lengua y Literatura establece para la etapa y que según la programación del departamento, tendrían que haber abordado en esa Unidad”, explica..

Durante esta dinámica han actuado como personajes de la serie, diferenciándose entre agente de campo, que es más dinámico, o bien como investigador, que es algo más orientado a la documentación y con la sola premisa de que usen su imaginación, consiguiendo que “se conviertan en agentes, ya que tienen que resolver una misión, que es como el guión de un capítulo, resolviendo pequeñas misiones indiviuales o en grupo, de forma que cada vez que superan una misión tienen una puntuación y suben de nivel”.

El TFM, que ha sido dirigido por Manuel González Mairena, que también ha sido artífice de esta propuesta, parte de una metodología que por primera vez se ha aplicado en una Unidad Didáctica de Lengua y Literatura, pero que previamente se ha desarrollado por algunos docentes. “Cuando me puse a investigar, descubrí que Ignacio Maté había hecho algo bastante similar para su clase en Geografía e Historia, en Segundo de la ESO” y que otro profesor lo había realizado también para primaria, pero “para Lengua y Literatura, lo único que he encontrado relacionado con el Ministerio del Tiempo son actividades esporádicas de algunos profesores, no una metodología completa”.

Argumento del juego

Cuando los alumnos comienzan el juego, se encuentran el siguiente argumento: Fernando Arrabal es un agente del ministerio del Tiempo reclutado en 1955, que en esa época es estudiante de la Universidad de París (esto sí es verdad). Acude a 1950 a ver el estreno de 'La Cantante Calva', de Eugéne Ionesco, que se estrena el 11 de mayo de ese año (este dato es verdad).

Al final de la obra, el público, que no estaba acostumbrado a este tipo de teatro (es Teatro del Absurdo y la obra la construye Ionesco a partir de unos audiocursos de inglés que estaba haciendo, por lo que no tiene mucha coherencia), vapulea y vilipendia la obra y la crítica de la prensa es feroz (esto pasó de verdad).

Ionesco se deprime y presionado además por la prensa y una ex agente del Ministerio que es una actriz suplente en la obra, decide cambiar la obra, incluyendo el personaje de 'La Cantante Calva' (a la actriz suplente le vendría muy bien porque tendría un papel). Arrabal, que después sería muy amigo de Ionesco, pero que en esa época no lo es, está consternado al enterarse de este cambio sustancial en la obra y escribe una instancia al Ministerio del Tiempo pidiendo refuerzos, ya que él no puede intervenir directamente, puesto que aún no conoce al que después sería su amigo, y si lo hace, éste lo podría reconocer en el futuro (imaginación de la profesora).

Cuando se inicia el juego, los alumnos deben leer la instancia y descubrir cuál es la misión principal, con acciones como escribirle una respuesta. Cuando deciden actuar, deben solicitar a Arrabal que les prepare los documentos para pasar la aduana, ya que el Ministerio sólo tiene puertas en España, por lo que irán a una puerta próxima a la frontera y luego deberán pasar la frontera y la aduana.

Asi comienza una aventura en la que deberán enfrentarse a los diversos registros de la Lengua, o a los conceptos del Teatro Actual: Teatro del Absurdo, Teatro de la Crueldad, Teatro del Compromiso y los happenings.

Un aprobado casi pleno en la Unidad Didáctica

Rosa María Rodríguez admite que, al principio, a los alumnos les costó asimilar la idea “porque esta metodología es innovadora, pero luego, cuando cogen la dinámica, pasan cosas como a uno de los alumnos, que ya tenía un 10, pero quería seguir jugando”.

Todo el juego se desarrolla en el aula, con la premisa de que a veces acuden físicamente a la biblioteca del centro a buscar información, llevando la puntuación a una página web creada para la ocasión. Pero todo, además, con un matiz singular: “la mayoría de los niños no había visto la serie, pero les puse la primera media hora del primer capítulo para entender la dinámica y les enganchó”.

La clase establece un sistema de 2.000 puntos por misión, 60% de individuales y 40% de grupo para la nota final, consiguiendo un mínimo notable. “Algunos han suspendido, pero sólo porque no han entregado lo que se les exige: terminar el trabajo de manera aceptable, además de que algunos han perdido puntos por copiar”, concluye.

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