El incendio forestal de Málaga coincide con las protestas por la “precariedad” del Infoca

El incendio forestal que está quemando de nuevo Sierra Bermeja en Málaga, solo nueve meses después de que ardiesen 10.000 hectáreas el pasado septiembre, está volviendo a poner de relieve las carencias del Plan Infoca que denuncian sus propios trabajadores. Los bomberos forestales llevan años advirtiendo de que el servicio está en situación de “precariedad”, sobre todo, en cuanto a la falta de estabilización de la plantilla que permita tener retenes preparados y completos. A este problema principal se le suma en esta ocasión que no hay equipos de protección individual (EPI) suficientes, que faltan helicópteros y que hay personal trabajando que no tiene experiencia por estar recién contratado. Problemas que han denunciado en “cada uno de los Comités de Seguridad y Salud” que se han celebrado, explican los representantes de los bomberos.

Desde la Consejería de Agricultura explican que llevan tres años haciendo inversiones, pero que no pueden solucionar en este tiempo lo que se ha hecho mal durante los anteriores gobiernos. De hecho, sí se ha producido un incremento del presupuesto (de los 167 millones de 2018 a los 175 de 2022); el año pasado se añadieron tres helicópteros nuevos, 2.500 mochilas de extinción y 73 unidades meteorológicas portátiles, y este año 2022 se han mejorado espacios de trabajo. Sin embargo, los bomberos forestales creen que los políticos son muy “fans” de los medios técnicos pero que lo que hay que hacer es “evitar el desastre”, no llegar a ese punto.

La falta de personal y de medios materiales son las dos principales quejas de unos trabajadores que lo están dando todo por controlar un incendio que se originó a media tarde de este miércoles y que ha provocado quemaduras en tres de los bomberos, teniendo que ser hospitalizado uno de ellos. De hecho, la Junta de Andalucía se ha visto obligada a pedir la asistencia de la Unidad Militar de Emergencia (UME), dependiente del Gobierno central, que se ha desplegado con 162 efectivos, una vez declarado el nivel 2 de alerta.

3.000 profesionales del INFOCA

La casualidad ha querido que el fuego coincida precisamente con las reivindicaciones de los sindicatos que llevan semanas apretando a la Consejería de Agricultura para que atienda sus demandas de una vez por todas antes. La sección sindical mayoritaria CGT llegó incluso a convocar el 1 de junio una huelga, coincidiendo precisamente con el inicio de la campaña de alto riesgo de incendios en Andalucía, para poner en el foco en la situación que atraviesan estos trabajadores. Desde entonces, un centenar de ellos acampan junto a la sede de la Junta de Andalucía en San Telmo sin que nadie del Gobierno andaluz se haya acercado a atenderles aún.

Si bien es CGT el sindicato mayoritario que está moviendo estas protestas, lo cierto es que el sentimiento de malestar es generalizado en la mesa sectorial puesto que los 5.500 trabajadores de la Agencia de Medio Ambiente y Aguas (Amaya), a la que pertenecen los 3.000 profesionales del Plan Infoca, están en la misma situación. Todos los sindicatos, en mayor o menor medida, han establecido un calendario de protestas para que la Junta de Andalucía les haga caso, porque comparten reclamaciones. Unas quejas que tienen un origen claro: el convenio colectivo caducó el 31 de diciembre de 2020 y desde entonces no cuentan con un documento en vigor que les ampare laboralmente.

Al respecto, la Consejería de Agricultura lleva meses negociando uno nuevo, aunque de momento los avances han sido limitados. Fuentes de la mesa sectorial explican que la Junta no tiene voluntad de negociación y sí de “imposición”. Lo que está generando problemas con las jubilaciones, que no se están tramitando y obligan a que los trabajadores mayores sigan en segunda actividad en una oficina, al tiempo que los complementos por antigüedad brillan por su ausencia desde 2006.

Reiteradas advertencias

En este escenario, la asociación de bomberos forestales Movimiento Infoca, ha denunciado la actitud de la Consejería durante este tiempo, cuyas consecuencias, repiten, se están viendo en el incendio de Sierra Bermeja. Afirman que el personal está incompleto, que no hay EPIs suficientes, que algunos de los bomberos están trabajando sin haber pasado el reconocimiento médico pertinente, que algunos de ellos son novatos por estar recién contratados y que los helicópteros aún faltan en muchos de los CEDEFOS -recintos cerrados ubicados en zonas forestales como lugar de trabajo del Infoca- y no se espera que estén disponibles hasta el 20 de junio.

Se da la circunstancia de que los tres bomberos que fueron multados con 5.000 euros cada uno en noviembre por participar en una movilización para reclamar las mejoras del Infoca, se han desplazado hasta Sierra Bermeja para luchar contra las llamas. Algo que también han hecho parte de los acampados junto a San Telmo porque, como explican a elDiario.es Andalucía, la situación es “mala” y quieren estar junto a sus compañeros. Estos trabajadores habían pedido horas libres para poder acampar, pero van a trabajar contra el fuego igualmente.

Porque la principal reivindicación que tienen es que el Infoca necesita personal contratado durante todo el año y debe acabarse la estrategia de hacer contrataciones temporales solo para el periodo de alto riesgo de incendio. “El fuego suele ocurrir en verano, pero la prevención debe hacerse durante el resto del tiempo y nos hemos encontrado limitados”, asegura Javier Sánchez, bombero forestal y representante del sindicato mayoritario CGT.

Fuentes de los trabajadores recuerdan a este medio que “los incendios empiezan cada vez antes y con más virulencia”. Como los montes están “más abandonados” porque falta personal que los atienda, hay cada vez “más combustible en ellos” para que se den catástrofes como la de Sierra Bermeja. “Nosotros estamos cada vez más mermados y menos preparados”. Cuentan que en invierno solo había tres bomberos por retén para hacer trabajos preventivos, cuando lo óptimo sería al menos cuatro. “Luego vienen con auditorías de que no se rinde en preventivos, y es normal. Nadie puede luchar contra esto”, sentencian.