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El exalcalde de uno de los municipios más endeudados de España, ejecutor de la intervención del Ayuntamiento de Madrid

Ana Sola

El secretario de Estado de Hacienda, José Enrique Fernández de Moya, es también exalcalde de Jaén, uno de los  consistorios más endeudados de España, que dejó en situación de “quiebra técnica”. 

El dato vuelve a ser actualidad después de la intervención del Ayuntamiento de Madrid por parte del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, donde Fernández de Moya es el número dos. Antes, había sido portavoz de Economía y Hacienda y portavoz adjunto del grupo parlamentario popular.

Elegido alcalde de la ciudad de Jaén con una mayoría absoluta de 16 de los 27 concejales, Fernández de Moya desbancó a PSOE e IU, pacto al que ha culpado siempre de la elevada deuda del consistorio. La cifra alcanzaba los 390 millones de euros a su llegada y sobrepasaba los 550 en el momento en el que abandonó el puesto.

En 2013, el mismo día en que el Ayuntamiento de Jaén anunciaba cómo sería la revisión del plan de ajuste para recibir 36 millones de euros a cargo al tercer plan de pago a proveedores, José Enrique Fernández de Moya admitía que había cobrado sobresueldos del PP entre 1999 y 2007. Es decir, que había recibido retribuciones como cargo público al tiempo que otras por “representación, dietas, locomoción y asistencia a actos de partido”, aunque se justificaba asegurando que eran unos ingresos que están “declarados y fiscalizados”.

Fernández de Moya ha sido también un gran detractor del tranvía de Jaén, construido en el anterior mandato, y al que dijo que nunca se subiría. Y así ha sido, pues continúa parado desde las primeras pruebas en 2011. Renunció a su puesta en marcha por el elevado coste anual que cifró en 5 ó 6 millones de euros. También fue conocido durante su mandato municipal por el enfrentamiento con la Junta de Andalucía por la gestión del servicio de ayuda a la Ley de Dependencia y acusó a la administración de impago.

El 23 de noviembre de 2015, después de estar cuatro años, cinco meses y doce días al frente del consistorio, y tras conocerse sus pocas ganas de seguir como alcalde, dejaba la vara de mando para encabezar la candidatura del PP al Congreso por Jaén.

Dejaba un Ayuntamiento de Jaén con más de 550 millones de deuda. Según los socialistas, cada día de los cien primeros de su segundo mandato costó a los jienenses 1,5 millones de euros en deudas por préstamos y créditos.