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La Junta de Andalucía despliega el discurso de “la falta de vacunas” pese a ser uno de los territorios que más dosis administra

El consejero de la Presidencia, Administración Pública e Interior y portavoz del Gobierno andaluz, Elías Bendodo

Javier Domínguez Reguero

28 de julio de 2021 22:01 h

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El portavoz del Gobierno andaluz, Elías Bendodo, está “convencido” de que en Andalucía se alcanzará el 70% de la población vacunada frente a la Covid-19 “antes de que acabe el mes de agosto”. Esto refrenda la previsión que había realizado el Gobierno central y que Pedro Sánchez anunció a principios de abril. Pero lejos de celebrar el ritmo de vacunación en España, con Andalucía siendo una de las comunidades autónomas que más dosis administra, el Ejecutivo autonómico lleva semanas a moco tendido. El que no llora, no mama, dice el refrán.

La Junta de Andalucía quiere más vacunas; tantas como para vacunar a todos los andaluces de un tirón. Ante esta imposibilidad ha generado un discurso alarmista cuando el suministro de vacunas no se ha parado en Andalucía. El problema del Ejecutivo autonómico está en el cómo y en el cuándo.

Bendodo está instalado en la confrontación con el Gobierno central a causa de las vacunas frente a la Covid-19. Mientras, presume de ser “la comunidad autónoma que vacuna a un ritmo más rápido”. La celeridad andaluza (“vacuna que llega, vacuna que se pone”) facilita que cada vez haya menos población que necesite ser inoculada y, consecuentemente, el número de vacunas recibidas por Andalucía baja progresivamente. Soplar y sorber, no puede ser, dice otro dicho aunque la Junta ha sabido compaginar al mismo tiempo dos cosas contrarias con respecto al proceso de vacunación. El equilibrio está en los matices.

El mensaje que quiere imponer el Gobierno andaluz es el de “vértigo”, el de la “preocupación”, el del “frenazo” a la “sexta marcha” de la vacunación. El mantra que se cuela en cada comparecencia institucional es que “faltan vacunas”. Pero en el mes de abril, cuando la llegada de las dosis se aceleraba por parte del Gobierno central, el Ejecutivo andaluz solo destacaba el ritmo de la vacunación y las buenas expectativas para iniciar el verano.

Si el Gobierno central es responsable del descenso en la vacunación, también lo era cuando el 29 de abril Andalucía inoculó a 92.153 personas, récord de entonces. “Nunca se había vacunado tantas personas en un día, por tanto estamos multiplicando el ritmo de vacunación”, decía Bendodo sin mencionar en ningún momento la gestión de Sanidad. “No hay problemas en las comunidades autónomas. No lo hay. Les aseguro que el sistema de reparto es el mismo. La planificación y la coordinación es la misma”, ha repetido la ministra de Sanidad, Carolina Darias, en distintas comparecencias.

El Ejecutivo de Juan Manuel Moreno Bonilla compara las partidas de vacunas por semanas. En el papel, las cifras han descendido después del repunte producido a finales de junio y a principios de julio. En la semana del 14 al 20 de junio Andalucía recibió 577.820 dosis y fueron 716.740 en la semana posterior. Es el 24 de junio donde se batió el récord diario de dosis administradas (152.000). Del 28 de junio al 4 julio, la comunidad obtuvo 700.040 vacunas a las que le siguieron 834.280 entre los días 5 y el 11 de este mes. Bendodo advirtió que Andalucía recibió “prácticamente la mitad” de dosis en la semana que comenzó el 12 de julio, registrando 470.180. 

La aceleración de la vacunación a finales de junio se produce gracias a que la farmacéutica Pzifer adelantó la entrega de unas dosis que tenía fijada para el último trimestre de 2021. Esto benefició a todos los países europeos, incluida España; incluida Andalucía. Era esperado que después de este avance le siguiera una bajada en el número de vacunas.

Bendodo “pone el grito en el cielo” ante la actitud del Gobierno central que desatiende, en su opinión, el suministro de vacunas. Pero, según fuentes de la Consejería de Salud, Andalucía dejó de recibir las inyecciones de AstraZeneca la primera semana de julio porque ya cuenta con las dosis necesarias para finalizar la vacunación entre las personas entre 60 y 69 años y los trabajadores esenciales que se vacunaron con este suero.

Irremediablemente, sin las dosis de Astrazeneca, las cifras de vacunas para la comunidad son menores. “No se pueden hacer esas comparativas sin mostrar todo el contexto”, dicen las fuentes consultadas en el Ministerio de Sanidad. También al Gobierno andaluz se le olvida mencionar que una remesa de vacunas de Janssen, previstas para este mes de julio, sufrió una contaminación por lo que tuvo que ser cancelada. 

Protocolo de reparto

“Cada comunidad autónoma sabe, a través de los coordinadores de vacunas con los que mantenemos reuniones periódicas semanales, el número de vacunas que va a recibir”, expresó Darias. Fuentes de su Ministerio explican a elDiario.es/Andalucía que son los propios territorios los encargados de organizar la distribución de esas dosis. Desde la Consejería de Salud insisten en que “si llegasen más vacunas, vacunaríamos más” y por ello le piden a Moncloa que use sus competencias para reclamar en Europa mayores partidas a las farmacéuticas.

La compra de las dosis para España está centralizada bajo un acuerdo europeo. En septiembre de 2020 las CC.AA. y el Ministerio de Sanidad decidieron una única estrategia de vacunación en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS). El reparto de estas vacunas, una vez en nuestro país, se realiza “de forma equitativa entre las comunidades autónomas en base a la distribución de los grupos de vacunación definidos en la Estrategia de Vacunación”, se explica en el 'Informe de Gestión integral de la vacunación Covid-19'. La asignación de vacunas para cada comunidad en base a los grupos de población priorizados se acuerda en el CISNS en el que participa Andalucía. Además, en la estrategia de vacunación se explica que las CC.AA. son las encargadas de solicitar a las compañías las dosis asignadas, según demanda, y a su vez, cada farmacéutica pide permiso al Ministerio de Sanidad para hacer llegar esas dosis solicitadas. Es decir, el Gobierno andaluz conoce con antelación cuántas vacunas le van a llegar y así organiza su proceso de vacunación.

“Ojalá tuviéramos dosis suficientes para todo el mundo a la vez, pero esto a día de hoy no es posible”, expresó la semana pasada el director del plan estratégicos de vacunaciones de Andalucía, David Moreno. “La demanda es altísima”, recalcó Moreno que también es miembro de la ponencia de programa y registro de vacunaciones a nivel estatal. El pediatra pidió “paciencia” a todos los andaluces que están intentando coger cita. “Si todo va con normalidad es probable que en días puedan conseguirlo”.

Esta semana, la cifra de vacunas recibidas por Andalucía ha vuelto a bajar. De las 406.308 de la semana pasada se ha pasado a 308.880. Al mismo tiempo, la Consejería de Salud ya ha abierto la vacunación hasta los jóvenes de 16 años y planea inocular a los niños de 12 a 15 años antes de iniciar el curso escolar, según lo previsto hace semanas. “Si tuviéramos más, estaríamos vacunando a los jóvenes de 12 años. Hacemos lo que podemos con las vacunas que podemos”, dijo este martes Bendodo.

Andalucía superará los diez millones de dosis puestas en esta semana. Según los datos de este miércoles, 4.784.017 andaluces cuentan con la pauta completa (el 56,51% de la población y el 64,19% de los mayores de 12 años) mientras que 5.530.604 ya tienen al menos una dosis (el 65,33% de la población y el 74,21% de los mayores de 12 años).

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