No es muy habitual que las agresiones de agentes de la autoridad lleguen a juicio. Y tampoco que la Fiscalía pida cárcel para algún policía denunciado en este sentido. Aproximadamente sólo el 5% de las denuncias de este tipo llegan a enjuiciarse, y apenas un 1% se resuelven con sentencia condenatoria para el acusado. Todos estas premisas podrían formar parte de un mismo caso. Este jueves, la Audiencia Provincial de Sevilla ha celebrado una vista en la que un policía nacional está acusado de agredir a dos voluntarios del Grupo Scout Boom que en mayo de 2012 salieron al paso de una detención por un asunto de drogas del que fueron testigos en la barriada Martínez Montañés, la más deprimida del Polígono Sur.
Su participación les salió cara, aunque la presunta agresión policial podría no salir impune esta vez. Una de las víctimas sufrió lesiones de las que tardó en curar 41 días, mientras que el otro afectado tardó en curar de sus lesiones 15 días, según indicó el juez Carlos Mahón en el auto de incoación de procedimiento abreviado que fue recurrido ante la Audiencia por la defensa del agente acusado. El juez instructor abrió en abril de 2013 el juicio oral contra el policía, al que impuso una fianza civil de 4.800 euros a fin de asegurar las responsabilidades pecuniarias que pudieran declararse.
Agresión “de manera injustificada”
La Fiscalía de Sevilla ha pedido este jueves diez meses de cárcel para el agente por un delito de lesiones, así como la suspensión del empleo y cargo público de agente de Policía, y el pago de una multa de 240 euros por una falta de lesiones por agredir a los jóvenes “de manera injustificada” con una porra extensible, según mantienen las acusaciones, ejercidas por el Grupo 17 de Marzo y las propias víctimas, que piden para el agente dos años de cárcel y 1.200 euros de multa. Uno de los denunciantes ha retirado la acusación durante el juicio al no poder confirmar que la agresión partiera del agente enjuciado, que ha reconocido durante la vista el apodo por el que se le conoce, 'el nazi'.
El juez de Instrucción número 2 de Sevilla procesó al policía por unos hechos ocurridos sobre las 11.20 horas del 26 de mayo de 2012, cuando, en el curso de una actuación policial desplegada en la barriada Martínez Montañés de las Tres Mil Viviendas. El acusado ha argumentado que no propinó golpe alguno y que utilizó la porra para crear una barrera y proceder a la detención que estaban practicando.
En el escrito de acusación, el Grupo 17 de Marzo relataba que los hechos tuvieron lugar cuando varios monitores voluntarios del Grupo Scout Boom, entre los que se encontraban los denunciantes, se encontraban en la calle Arquitecto José Galnares. Los miembros de dicha asociación estaban esperando a un compañero cuando presenciaron, a escasos metros, la detención de una persona por parte de cinco policías, tres vestidos de paisano y dos con el uniforme, según informó Europa Press.
En ese momento, cinco o seis vecinos relacionados con el detenido comenzaron a acercarse al lugar de la detención y, “sorpresivamente”, los policías sacaron sus defensas y comenzaron a golpear a todas las personas que estaban cerca de ellos. Ante los golpes, los vecinos se alejaron 15 metros del lugar, pero los agentes avanzaron contra ellos, “golpeando” así también a las personas más alejadas, “que no tenían nada que ver con la intervención” y que “se encontraban allí paradas, mirando lo que sucedía, sin interferir en ninguna actuación policial”.