Cómo hacer que la Edad de Oro del cine siga brillando en Andalucía
- Arranca el I Laboratorio Andaluz del Cine organizado por eldiario.es Andalucía con la Fundación Cajasol
“¿Qué tienen que hacer las instituciones públicas, las empresas privadas y los medios de comunicación para que esto no se quede en una Edad de Oro del cine español, sino en una industria consolidada?”, preguntaba Juan Antonio Bermúdez, vicepresidente de Asecan, tras recordar que “hay una media de diez largometrajes producidos o coproducidos por Andalucía que se estrenan en sala. En 2015 se hicieron 1.200 rodajes en Andalucía, su mejor cifra de la historia. No todo es bonito, arrastramos muchas carencias, tenemos mucho que trabajar y consolidar una industria que sea sólida y que cada año pelea por los Goyas”.
Carlos Rosado, presidente de la Spain Film Commission y la Andalucía Film Commission, ha sostenido que “el sector andaluz tenía tres retos hace 20 años: El primero era captar mercados externos, romper con el monopsonio existente entre las productoras y Canal Sur. El segundo reto era volver a rodar en Andalucía y en España, creando la Andalucía Film Commission. El tercer reto era que los profesionales de entonces se plantearan la necesidad de reciclar sus conocimientos, buscar la formación en nuevos lenguajes audiovisuales y formar un tejido profesional. Hoy podemos decir que aquellos tres retos están superándose o se han superado”.
Gervasio Iglesias, productor de éxitos andaluces como La Isla Mínima o El Hombre de las Mil Caras, ha recordado que “se había perdido el contacto con el espectador y que existía una producción excesiva que derivaba una pérdida de calidad. Debemos ser autocríticos y proactivos para consolidar los nuevos retos. Estamos bien para la fotografía, pero regular para la radiografía. Tiene que haber contribución pública, sobre todo para la gente joven, pero a partir de ahí tenemos que consolidar modelos de financiación privada. En España se está dando una recentralización, desarticulándose la producción que se genera en sitios como Andalucía, así que tenemos que darnos prisa. Hay que valorar nuevas ideas desde la administración pública, porque las cosas están ocurriendo a mucha velocidad en el resto del mundo”, con plataformas como Netflix, capaces de poner en el mercado un producto en cuestión de meses, después de analizar los gustos de sus espectadores.
Alianzas fuera de Andalucía
Iglesias ha querido romper de nuevo con la idea de que el cine es un negocio gravoso, subrayando que “por cada euro que recibimos de la administración, conseguimos atraer cinco. Es un buen negocio para el ciudadano”, ha señalado.
Marta Velasco, productora de Los Niños Salvajes y Asesinos Inocentes ha sostenido que “hay que huir del localismo, buscando alianzas fuera de Andalucía. Es una industria con profesionales de primera, reconocidos tanto en los Goya como a nivel internacional. Se pide inversión y creación de empleo. Una película te puede generar dinero en muy poco tiempo”. Según Velasco, “hay que reinvertir dinero del cine en el cine, imitando el modelo catalán, donde ya han creado una bolsa de 30 millones de euros. La inversión no es solo económica, sino cultural y turística, pues una película rodada en Andalucía se muestra en el resto del mundo”.
Producciones no cost
no costPara Gervasio Iglesias llamar a “las producciones low cost es un error, deberíamos hablar de producciones no cost. La producción no cost es la cantera. Hay que hacerlas una vez, lo malo es cuando se convierte en modelo producción, porque se acaba todo el mundo quemando y no son producciones buenas. Hay gente listilla que se termina aprovechando de esto. Si esto se convierte en norma, apaga y vámonos, porque no tiene sentido. Para que la gente sea creativa, tiene que tener buenas condiciones”.
Carlos Rosado ha sostenido que “una de las funciones de la administración es descubrir a los nuevos creadores, pero, superada esa fase experimental, los modelos de financiación del cine siguen siendo los de siempre. Han cambiado las tecnologías, pero el cine sigue siendo cautivo de las grandes corporaciones televisivas”.
Iglesias, productor de La Isla Mínima, ve que “la forma de producir de Netflix va a ser un tsunami y las televisiones públicas se están quedado descolgadas de ese modelo. Desde lo público tiene que haber propuestas con mucha imaginación y arriesgadas. Lo importante es que las administraciones arriesguen, se despolitice y no teman el fracaso”. “El problema es que no hay dinero, porque somos muchos productores”, ha sentenciado Marta Velasco.
El presidente de la Spain Film Commision ha subrayado que “cualquier industria que no quiera ser colonizada, necesita autores y técnicos capaces de interpretar la realidad y cultura del lugar. Cuando un andaluz interviene, cualifica la obra. Hay que hacer cine en Andalucía y lo tienen que hacer los andaluces. No solo se pierde un sector, sino una identidad cultural”.
Iglesias ha señalado que “lo importante es que lo que pase por aquí irrigue, no que pase por la superficie. Tenemos que empezar a trabajar los modelos del siglo XXI. Netflix está entrando en la producción, pero lo hace para su plataforma”.
En definitiva, los nuevos modelos en los que el estreno en sala llegue a suprimirse sigue generando nuevas dudas y retos, que la industria andaluza deberá analizar y afrontar para no quedar fuera del circuito nacional e internacional de distribución.
Sobre este blog