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OBITUARIO

Carlos Pacheco, una vida más allá de los sueños

El dibujante Carlos Pacheco (San Roque, Cádiz, 1962-2022) duerme el sueño de la kriptonita. Diagnosticado de ELA (esclerosis lateral amiotrófica) en el último septiembre, esperaba cumplir 60 años el próximo lunes, aunque el martes lo sedaron para dejarlo ir lentamente, no sin antes repartir vida al donar sus órganos.

En el nuevo hospital de La Línea de la Concepción, rinde un largo viaje iniciado con los primeros síntomas de esa enfermedad supervillana que empezó a dar la cara hace un año pero que no fue desenmascarada hasta el último septiembre. Fue entonces cuando, después de un largo proceso de consultas médicas, le confirmaron lo inevitable, aunque hasta el último momento confió –o, al menos, lo fingía– en un nuevo protocolo que se ensayaba en Estados Unidos, como última espita para un final feliz que no ha podido ser. Como el Capitán Marvel y como Supermán, como Robin y como Lobezno, como Iron Man y Spiderman, Carlos Pacheco ha tenido un desenlace épico.

El dibujante Carlos Pacheco anunció entonces en su cuenta de Facebook cuál era el mal que le aquejaba desde hacía meses y que le obligó a interrumpir temporalmente su trabajo, cuando tuvo que empotrarse, como el Profesor X, en una silla de ruedas de la que salía para ir a una piscina en donde recobraba el sueño de la movilidad: “Pues no podrá ser. El diagnóstico final lo deja claro: Esclerosis Lateral Amiotrófica, resumido, ELA, ya sabes, aquello de los cubitos de hielo. Es lo que hay y es a lo que hay que enfrentarse”.

Es un inesperado giro de guion en mi vida –añadió–, cierto es, pero que no hace que no me siga sintiendo afortunado por todo lo vivido

Rodeado por sus seres queridos y por sus compañeros de aventuras, desde su domicilio en San Roque, fue asumiendo lo inevitable: “Es un inesperado giro de guion en mi vida –añadió–, cierto es, pero que no hace que no me siga sintiendo afortunado por todo lo vivido, por las experiencias que he tenido, los logros conseguidos y las personas con las que he tenido la fortuna de cruzarme. En definitiva, una vida que ha ido más allá de los sueños más locos de aquel chaval que un día fui. Gracias a todos los que siempre habéis estado ahí. Seguimos para bingo”.

Hoy, el alcalde de San Roque, Juan Carlos Ruiz Boix, calificó al historietista local y universal como un auténtico héroe, al haber decidido donar sus órganos: “Es el mejor gesto de nuestro ilustre paisano, el que otras personas puedan seguir viviendo por él”. “Es momento de agradecer a Carlos y su familia su generosidad”.

Los superhéroes que se rindieron a su trazo

Licenciado en Biología y padre de un hijo, Carlos Pacheco ejerció como profesor en el Colegio Salesiano María Auxiliadora de Algeciras y en otros centros educativos, hasta profesionalizarse como dibujante de cómics, después de sus primeras publicaciones en revistas del género como Tuboescape, que se editó en La Línea de la Concepción a comienzos de los años 80 del pasado siglo. También practicó en sus tiempos jóvenes la halterofilia: “Ya no podré hacerlo nunca más”, me confió con resignación y melancolía en una de nuestras últimas conversaciones.

Él venía de consumir la saga de tebeos que consumieron los boomers de los 60, con Mortadelo y Filemón, de Ibáñez, a la cabeza. Luego, llegaría Superman, al que, como él mismo recordaba, la Ley de Prensa de Fraga Iribarne, de 1966, no permitió que sus lectores conocieran que había combatido con los republicanos en la guerra civil española. Cuando las calles de La Sorbona reclamaban que la imaginación llegara al poder, en España desembarcaron los cómics book de Marvel con Ironman, los Cuatro Fantásticos o Daredevil, en una larga secuencia de la que se nutrió Pacheco.

Su popularidad en España se incrementó a partir de sus portadas para Cómics Forum, y no tardó en trabajar para Marvel y DC Comics. En realidad, si el cómic, en nuestro país, fuera realmente tan popular como el cine, puede decirse que Pacheco mejoró la marca de Antonio Banderas en la fábrica de sueños. Cubiertas de la revista The Exploits of Spiderman, historias cortas como Motormouth and Killpower, su primera serie completa, Dark Guard; The Flash, Bishop, Universe-X, Excalibur y Fantastic Four; Arrowsmith, Green Lantern, Superman / Batman o Superman: La caída de Camelot; Final Crisis, el universo Ultimate... Los grandes superhéroes del cómic se rindieron a su trazo.

Superhéroes españoles

Sus trabajos en editoriales norteamericanas, en títulos como Los Vengadores o Los 4 Fantásticos, le otorgaron el reconocimiento a nivel mundial, siendo un autor tan popular como de culto en todos los mentideros de la historieta. Habitualmente trabajaba con el entintador Jesús Merino y el guionista Rafael Marín –autor de la primera tesis española sobre el universo Marvel--, con quienes volvió a reunirse semanas atrás para perfilar los detalles de la adaptación para Netflix de la serie Iberia Inc. Se trataba de Triada Vértice, una serie de superheróes a la española, que ha llegado a convertirse incluso en un juego de rol y que aparecieron como parte del ejército de Vengadores extraídos de distintas líneas temporales en Avengers Forever, también de Marvel.

Iberia Inc fue una miniserie de seis números, en cierta forma inspirada en Watchmen y apareció en primer lugar entre diciembre de 1996 y agosto de 1997, con dibujos de Pacheco y guion de Rafael Marín, correspondiendo el dibujo final a Rafa Fonteriz.

El título de la serie, y el de sus protagonistas, responde a un grupo oficial de superhéroes impulsado secretamente por el Gobierno español y formado por Aquaviva, Dolmen, Drac de Ferro, Lobisome, Traka, Trasnu y Trueno, a los que se une pronto Melkart, que en el primer número resucita en la cueva de Gorhan de Gibraltar, atravesando la Verja con un rastro de destrucción a su paso.

En ningún momento tuve la sensación de que iba a conseguir esta relevancia, simplemente siempre quise que el dibujo de historietas fuese mi vida, y así ha sido

Desde 2016, una avenida de San Roque lleva el nombre de Carlos Pacheco en reconocimiento por su valía y además se celebra un concurso de cómic con su nombre. En la placa de dicha vía urbana aparecen tres de los personajes claves del trabajo del autor, como son Capitán América, Superman y Arrowsmith, este último autoría de Pacheco y del guionista Kurt Busiek.

“Lo cierto es que mis sueños acabaron en el momento en el que yo enseñé mis trabajos en la editorial, Marvel o DC, y me aceptaron como un dibujante más. Todo lo que ha venido después de eso es algo que ha ido mucho más allá de mis sueños. En ningún momento tuve la sensación de que iba a conseguir esta relevancia, simplemente siempre quise que el dibujo de historietas fuese mi vida, y así ha sido”, declaró no hace mucho a Carlos Morcillo.

La Asociación Española de Dibujantes de Cómic le premió la pasada semana por su larga carrera. Al menos, la ELA no impidió que supiera el largo amor y admiración que despertó su vida.

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