Mientras la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía continúa relevando de sus puestos a los altos cargos de las principales instituciones, dos de los primeros destituidos, Juan José Téllez –Centro Andaluz de las Letras (CAL)– y María de los Ángeles Carrasco –Instituto Andaluz de Flamenco (IAF)– recurrirán ante los tribunales para reclamar derechos que creen vulnerados.
En el caso de Carrasco, que ha estado al frente del IAF los últimos trece años, desde que sustituyera en 2006 a Bibiana Aído, el motivo de la denuncia es que la Junta ha decidido prescindir de sus servicios a pesar de que una cláusula de su contrato, que fue renovándose cada cuatro años, le reservaba su anterior plaza de coordinadora en el mismo Instituto. “Entiendo mi relevo bajo el argumento de que quieren darle otro sello a la dirección del IAF, pero para mí ha sido una sorpresa que me digan que no me van a ubicar, que mi plaza es una interinidad y que me voy a la calle. Y que si quiero apelar, para eso están los tribunales”, afirma Carrasco.
“Estoy super agradecida por la oportunidad que me dieron en su momento, y agradecida por todos estos años que he pasado trabajando en un sitio único y especial”, prosigue esta gaditana de Ubrique, cuya gestión ha merecido la aprobación general del mundo flamenco a lo largo de este tiempo. “Me da pena demandar a una casa en la que creo y por la que he dado lo mejor de mí, pero no puedo permitir que se vulneren mis derechos laborales. Y desde luego voy a defenderlos”, agrega.
Mayores protestas ha suscitado en el ámbito cultural el cese de Juan José Téllez, veterano escritor y periodista algecireño muy apreciado en el mundillo literario, que pasó cuatro años como director de programación y contenidos del CAL y dos más como director, y aún tenía otros dos más que cumplir por contrato. La finalización de sus labores al frente del Centro Andaluz de las Letras, asegura, le pilló por sorpresa, y ahora se plantea recurrir por el tiempo que restaba. “Voy a intentar dar la batalla, lo más legalmente que sea factible”, explica. “Cuando superé el concurso de méritos que reclamaba la Cámara de Cuentas, se me ofrecía un contrato de cuatro años para desarrollar un proyecto. No veo sentido a interrumpirlo ahora”.
La gestión de Téllez en estos seis años se ha caracterizado por lograr sacar adelante una ingente actividad desde el CAL con unos medios precarios. Unos méritos que, al parecer, hasta el nuevo Gobierno de la consejería estaba dispuesto a reconocer. “Me dijeron que estaban contentos con mi gestión, pero que desde Presidencia dijeron que el puesto estaba comprometido para otra persona. Celebro que hayan corregido, y ahora parece que van a convocar otro concurso para asignar dicho puesto”.
A esta nueva convocatoria, desde luego, no concurrirá Téllez. “No creo que tenga sentido. Si me han depuesto, como parece, por mi brillante gestión, no creo que esté en condiciones de optar al concurso, y en todo caso, ¿qué podría alegar a mi favor en esa nueva fase concursal? ¿Y qué garantías tengo de que no me despidan, a mí o a cualquier otro, en los próximos tres meses?”, se pregunta.
“Entiendo que un cargo de confianza política sea relevado cuando cambia el partido en el Gobierno”, concluye el periodista, “pero no puedo comprenderlo en el caso de un puesto tecnocrático. Se debería aplicar el mismo rasero que, por ejemplo, a los cirujanos de un hospital, que no cambian por el color político de la formación que esté en el poder”.
Sea como fuere, el anuncio de estos ceses no ha pasado desapercibido en los mentideros culturales y políticos, levantando duras críticas en algunos sectores. La más severa ha sido quizás la del Ayuntamiento de Cádiz, gobernado por la confluencia Por Cádiz sí se puede, que ha llegado a hablar de “caza de brujas”. “Es una vergüenza que el Partido Popular y Ciudadanos rescindan el contrato a una persona que es un referente en el mundo de las letras sin ningún motivo ni explicación, y sí dejando bien claro que se trata de una persecución política. Una caza de brujas en toda regla, sin disimulo ninguno”, afirma el gobierno municipal en un comunicado.
Fuentes de la Consejería de Cultura consultadas por eldiario.es/andalucia afirman que todos estos cambios responden al natural cambio de organigramas, “donde unas figuras encajan y otras no”.
Otros ceses
En todo caso, los de Téllez y Carrasco no son los únicos ceses de los últimos días, ni serán los únicos. También dejaron sus puestos Mercedes de Pablos, directora del Centro de Estudios Andaluces desde 2013, e Ignacio Sánchez Palazón, hasta ahora Secretario general de la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales. En el caso de éste, sí permanecerá como director de una unidad al disponer de una cláusula al efecto en su contrato, mientras que De Pablos seguirá trabajando como Directora de actividades y publicaciones.
Otros altos cargos siguen a día de hoy en sus puestos, aunque todo parece indicar que seguirá habiendo cambios. Un cese que se da por hecho es el de Rafael Doctor, historiador del arte y comisario de exposiciones, al frente del Centro Andaluz de Fotografía (CAF), con sede en Almería. En julio del año pasado, Doctor dirigió fuertes críticas al entonces director del CAC de Málaga, Fernando Francés, tras la denuncia de agresión de una artista. Hoy Fernando Francés es el Secretario General de Cultura de la Junta, y será su firma la que decrete el cese o la continuidad de Doctor.