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Un filme sobre el khat, la hoja alucinógena de los místicos etíopes, gana el Festival de Cine Africano de Tarifa

Fotograma de 'Faya Dayi', la cinta vencedora en Tarifa.

Alejandro Luque

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El khat o qat (Catha edulis) es una hoja abundante en las montañas de Etiopía y otras zonas de África oriental, que los musulmanes sufíes mastican para alentar sus meditaciones místicas, pero también es empleada para usos recreativos. Su cultivo supone en la actualidad el más lucrativo del citado país africano, y tal vez por ello puso el foco en él la directora etíope Jessica Beshir para su proyecto Faya Dayi. Esta noche, el film ha conquistado el premio al Mejor Largometraje en la 19ª edición del Festival de Cine Africano de Tarifa (FCAT), encabezando un palmarés que pone de manifiesto, una vez más, la vitalidad del celuloide en este continente.  

Los otros ganadores han sido la directora de la isla de La Reunión, Erika Étangsalé, premio del Público con su filme Lév la tét dann fènwar (En las brumas de la noche), así como Xaarasi Xanne (Voces Cruzadas) de Bouba Touré y Raphaël Grisey, premio Casa África a Mejor Documental. Benjamin Kongbo Sombot, Nestor Ngbandi Ngouyou y Aaron Koyasukpengo, los tres protagonistas de Nous, étudiants!, comparten el premio al Mejor Actor, y el de Mejor actriz se lo lleva Néhémie Bastien por su papel en Freda.

El Teatro Alameda de la localidad gaditana ha hecho públicos estos galardones en el transcurso de una gala presidida por un jurado internacional formado por Lemohang Jeremiah Mosese, Valérie Osouf y Carlos Reviriego. En ella ha brillado la mencionada Faya Dayi, coproducción entre Estados Unidos, Qatar y Etiopía que se sumerge en los rituales del khat. A partir del comercio de esta planta, la película teje un tapiz de historias íntimas de personas atrapadas entre la violenta represión gubernamental, las fantasías inducidas por el khat y los engañosos viajes más allá de sus fronteras, ofreciendo una oportunidad a los sueños de los jóvenes que anhelan una vida mejor.

Símbolo de libertad

El jurado se ha referido también al premio compartido de los tres actores de la República Centroafricana que protagonizan Nous, étudiants!, “porque en algunos contextos y circunstancias, el simple hecho de pasar tus exámenes es una hazaña más espectacular que la acrobacia más peligrosa de una película de acción. Porque no creemos en la separación entre documental y ficción, siempre que la dirección cinematográfica esté ahí”, asevera el fallo. En cuanto al premio a la Mejor Actriz para Néhémie Bastien, protagonista de Freda, filme de Haití y Benín dirigido a Gessica Géneus, afirman que “Haití es un símbolo del afán de libertad. En su actuación en Freda, Néhémie Bastien encarna con gracia esta voluntad de emancipación”

El Premio del Público, votado por los espectadores presenciales en Tarifa ha sido para Lév la tét dann fènwar (En las brumas de la noche), de Erika Étangsalé y el III Premio ACERCA de la Cooperación Española otorgado por la AECID y presidido por Elvira Cámara ha sido para Xaraasi Xanne, de Bouba Touré y Raphaël Grisey “por su llamada a mirar de frente algunos de los retos que aborda la Agenda 2030: las crisis medioambientales, las causas profundas de las migraciones, la soberanía alimentaria, y, sobre todo, la necesaria prioridad al respeto de los derechos y la dignidad humana. Podemos identificar en esta cinta algunos factores que desafían la reducción de la pobreza, el hambre cero, la salud y el bienestar, el acceso al agua limpia, la reducción de las desigualdades o la consecución de comunidades en paz. El uso audaz de diversos recursos audiovisuales, producidos a lo largo de varios años, así como la utilización de material de archivo, aporta el realismo para esta reflexión ineludible si queremos un desarrollo realmente sostenible y global”, apostilla el jurado.

En esta edición, el mismo jurado ha decidido hacer una mención especial a la película haitiana Freda de Gessica Géneus, “por mostrar un retrato de las encrucijadas en las que se encuentran los seres humanos en sus vidas, que son también algunas de las motivaciones de la Agenda 2030: las desigualdades, la falta de oportunidades, la corrupción y los abusos de diversa índole, detonantes de la violencia. Un valor fundamental de la película es el uso de la lengua criolla. La lengua y el color de la piel se muestran aquí como motivos de exclusión. Se abordan los retos para mejorar la educación, la igualdad de género, el respeto a la diversidad cultural o la paz; también se reflexiona acerca de las respuestas de cada personaje; algunos acuden a las migraciones, otros a la violencia o al blanqueamiento de la piel”.

Por su parte, el Jurado Andaluz, formado por Nocem Collado, Andrés Vega e Inés Nofuentes ha otorgado el Premio a Mejor Cortometraje de la sección África En Breve al egipcio Microbus, de Maggie Kamal, sobre uno de esos viajes que cambian para siempre. El jurado ha elegido este corto por “mostrar una situación, de aparente cotidianidad, donde una mujer debe hacer frente al miedo y la violencia. Por contar con gran sencillez y maestría la normalización social del acoso, y evidenciar la complicidad de los pactos patriarcales para su permanencia. Por narrar sin artificios, en un solo espacio y con un excelente tratamiento de la tensión, los diálogos y silencios, la creciente angustia que pasa una mujer joven cuando no sabe si llegará sana a su destino. En un momento en el que se debaten las libertades de las mujeres en cualquier rincón del mundo, otorgamos el Premio de Mejor Cortometraje del Festival de Cine Africano Tarifa Tanger a Microbús de Maggie Kamal”.

Puente con América Latina

Asimismo, el jurado ha decidido otorgar una mención especial a Egúngún, de Olive Nwosu por “ofrecernos una historia valiente, veraz y actual que presenta el conflicto de visibilidad u ocultación de la sexualidad en las mujeres lesbianas o bisexuales, por exponer el dispar destino de sus protagonistas y mostrar la serena confrontación con su identidad y sus memorias por medio de un guion original y emotivo”.

Por su parte, el jurado del Espacio de industria del festival, Gabor Greiner, Faissol Gnonlonfin y Thibaut Bracq, gracias al apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), el Goethe Institut Madrid y a la colaboración de distintas empresas españolas e internacionales han otorgado premio a los siguientes proyectos: el premio Sudu Connexion va para Bufis de Mahad Ahmed y Vincenzo Cavallo (Kenia, Somalia, Alemania). El Premio de Traducciones Bienza ha sido para Jump the wall, de Mohamed Zineddaine (Marruecos). Tomahawk Servicios digitales de Cine otorga su premio a The burdened de Amr Gamal (Sudán, Yemen). El premio Tres Gatos Sonido es para Le mouton de Sada, de Pape Bouname Lopy (Senegal). El premio Laserfilm es para Abo zabaal prison 1989, de Bassam Mortada (Egipto) y, por último, el premio que otorga el Festival de Cine Africano-FCAT es para So we stay alive, de Amine Kabbes (Algeria).

A la ceremonia de clausura del FCAT han acudido por parte de este proyecto Alto Comisionado Jorge Jiménez de Red Eléctrica Española, Elena Subirá, de la Federación PANTALLA junto a Marta Lladó, Francisco Mena de Márgenes y Vínculos, Désiré Fernández de la Coordinadora Alternativas, Jaime Armario y Lucia Trujillo de la Diputación de Cádiz y Jose A. Pacheco, Subdelegado de Gobierno en Cádiz, además de Mane Cisneros y Othman Saadi por parte del FCAT.

La directora del certamen, Mane Cisneros, subraya la importancia de estos galardones como “los únicos premios que se conceden a todo un continente en todo el mundo hispanohablante”, que se han consolidado como “un puente de acceso para el mercado de América Latina”, y que son un modo inmejorable de “colocar a España en el mapa de los creadores africanos”.  

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