Luis Gordillo: “Los jóvenes emplean hoy mucho color, quizá porque tienen esperanza”
Apreciado en su tierra como el clásico vivo que es, Luis Gordillo (Sevilla, 1934) ha venido regresando con regularidad a la capital hispalense, ya sea para mostrar obra nueva o para revisar la añeja con perspectivas diferentes. Este viernes inauguró en la sala que lleva su nombre del Espacio Santa Clara una nueva muestra titulada Manicromático. Transformaciones de color en la obra de Luis Gordillo, que pone el foco en uno de los aspectos fundamentales de su vasta producción artística: el color.
“Hay cosas desde los años 70 hasta hoy, siempre en torno a indagaciones técnicas que he venido haciendo en todos estos años”, comenta el artista. “A menudo he trabajado con una misma imagen, cambiando solo su color. Para ello, ponía poco de mi mano: antes de que llegara el ordenador, lo hacía entintando las planchas con colores distintos, otras veces trabajaba en la misma imprenta, siempre conservando el argumento”.
La llegada de la técnica digital hizo que esas indagaciones, según sus propias palabras, resultaran “un poco pardas”, dice. “La llegada del ordenador supuso un cambio radical”. No obstante, cuando se le pregunta si la tecnología ha servido en general para hacer mejor arte, se sonríe: “Hombre, eso es mucho decir. Cuando te pones delante de un cuadro del siglo XVIII, te caes de culo de lo bueno que es. Algunos colores nuevos sí se pueden encontrar, aunque desde que el impresionismo hizo del color su base, poco ha cambiado. Con el ordenador sí pueden aparecer cosas muy raras en lo que respecta al cromatismo. No a las novedades de fondo, esas solo las da el cerebro del creador”.
'Colores Gordillo'
La muestra de Santa Clara, que ha sido posible gracias a la colaboración entre el Ayuntamiento de Sevilla y la Fundación Gordillo, permanecerá abierta al público durante todo un año, hasta el 28 de febrero de 2023. En ella, el público podrá disfrutar de 19 obras, muchas de ellas formadas por varias piezas que utilizan desde las técnicas más tradicionales a las técnicas gráficas, pasando por litografías, monotipos serigráficos, collage y dibujo sobre papel o técnicas mixtas como la fotografía sobre dibón y el dibón sobre metacrilato.
Entre ellas, piezas conocidas como Variaciones del Trio Gris y Vinagre (1977), Variaciones del Andarín Cabezón (1978) o Los pulmones no son las almas versión montaña (1996) para llegar a obras más recientes como Mi querida Hormiga (2008), la serie Colouring book (2016) o La transmigración de las almas (2020) dan una idea de la deriva cromática que ha venido caracterizando la producción de Gordillo, “intentando siempre darle un matiz, profundizando en los colores para darle un halo psíquico, dramático, a la obra”.
Como resalta el comisario de la muestra, Luis Martínez Montiel, este sello personal del artista sevillano ha influenciado enormemente a artistas de generaciones posteriores, que califican a determinadas formas de elegir y aplicar el color como “colores Gordillo”. Como ocurre con el verde gordillesco o el azul de Gordillo, “que si no han pasado a denominar etapas de la creación del artista es porque su multiplicidad no permitía la exclusividad para uno de ellos”, asevera.
La gama del presente
El alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, no quiso perderse la ocasión de acompañar a Gordillo en la presentación a los medios, afirmando que “esta exposición que hoy inauguramos supone la vuelta del pintor sevillano a su casa. Una sala con su nombre dentro del Espacio Santa Clara que se inauguró en abril de 2019 fruto del acuerdo del Ayuntamiento de Sevilla y la Fundación Luis Gordillo de cara a dar cobijo de manera permanente a la obra de uno de nuestros pintores más universales en una sede municipal”, destacó.
En efecto, Gordillo, que comenzó su formación artística en la Escuela de Bellas Artes de Sevilla para convertirse en uno de los nombres más destacados del panorama artístico actual, tiene su sala homónima en el refectorio alto del Espacio de Santa Clara, que abría sus puertas en abril de 2019 para dar cobijo de manera permanente en un espacio municipal a la riquísima obra de una de las grandes figuras del arte abstracto en España. Además de ofrecer una mirada a la vasta trayectoria de Gordillo, la sala ha acogido también obras de artistas sevillanos posteriores, como Miki Leal y Rubén Guerrero, en una clara apuesta del Consistorio por la creación local contemporánea. Esta es la tercera propuesta que alberga la sala tras …carmenmásetcéterAs…, que recorría diferentes épocas de su trayectoria artística; y Tríplex, que reunió tres obras realizadas en conjunto por Gordillo, Leal y Guerrero, además de creaciones individuales de los tres artistas.
Por último, cuando el creador, premio Nacional de Artes Plásticas (1981) y premio Velázquez a las Artes Plásticas (2007), entre otros reconocimientos, es invitado a elegir qué color le iría mejor a los turbios tiempos que vivimos, lanza un suspiro: “Tiendo a pensar en el technicolor de las películas de Hollywood de los años 60, pero en el fondo nuestra época tiene los problemas de la vida de siempre: pobreza, guerras, tragedias, todo lo cual pide una gama muy diferente”, reflexiona. “Lo que sí veo es que la gente joven que hace pintura hoy es muy colorista, emplea el color a toda pastilla. Debe de ser que tienen esperanza”.
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