Teatro sobre ruedas: los autobuses de Sevilla se convierten en escenarios para “contar la intrahistoria de la ciudad”
Bajo el título genérico Dramawalker, el Centro Dramático Nacional (CDN) ha impulsado hasta la fecha propuestas escénicas en distintos barrios de Madrid, Barcelona, Santiago de Compostela y Logroño. El próximo domingo le llegará el turno a Sevilla, pero en esta ocasión, el escenario no será ningún vecindario en particular, sino los autobuses de Tussam, y el público está invitado a sumergirse en una ciudad distinta a la que normalmente contempla en sus vaivenes cotidianos.
Así lo explica David Montero, creador de este proyecto, al que el CDN en colaboración con el teatro Lope de Vega encomendó la misión de “contar la intrahistoria de la ciudad” a través de una serie de ficciones sonoras. “Mientras que en otros lugares se había trabajado sobre barrios con mucha personalidad, yo pensé que en Sevilla podíamos trabajar con las líneas de autobús, con la memoria en tránsito de la ciudad. Ya es muy raro que alguien pase todo el tiempo en su barrio, lo normal es que vivamos en uno y trabajemos en otro, y que nuestra vida transcurra en esas idas y venidas”, explica.
Para ello, y alentado por el director del Lope de Vega, Carlos Forteza, pidieron colaboración con la empresa municipal de transportes, Tussam, que prestó su colaboración a lo largo de todo el proceso, desde la fase de investigación a los últimos retoques. “Hemos podido acceder a los autobuses, a las cocheras, conversar con los conductores… Ha sido muy fácil en ese aspecto”, agrega Montero, quien convocó a su vez a varios representantes de la nueva dramaturgia sevillana para dar forma a las distintas historias que querían contar.
Mitos y ritos
Rosa Romero, Alberto Cortés, Ana Sánchez Acevedo, Alex Peña y el propio David Montero fueron finalmente los encargados de dar forma a los citados relatos, uno por cada una de las líneas elegidas, transitando “desde lo más cotidiano hasta lo explícitamente político, configurando un mapa de la heterogeneidad, las contradicciones, las desigualdades, los mitos y los ritos de Sevilla”, anuncian. Así, la circular C1 fue la que inspiró a Ana Sánchez Acevedo la pieza Sevilla no se vende, una reflexión sobre las luces y las sombras de las exposiciones universales que pondrá el foco en los vestigios de la Expo 92.
La línea 10 será el escenario móvil de La leña arde, de Alberto Cortés y Rosa Romero, donde el respetable asistirá al recorrido que una tonadillera –incluyendo la voz de una artista muy conocida– hace camino del cementerio para visitar la tumba de su esposo. La línea del aeropuerto, la EA, sugiere a Alex Peña el argumento de Make Sevilla great again, una fantasía distópica en la que los sevillanos, que han sido expulsados de la ciudad por los turistas y emigrado a otras regiones, se disponen a reconquistar el terreno perdido.
Por último, la línea 2 es el espacio en el que David Montero ha trabajado sobre el tiempo compartido en el autobús, “en el que los fragmentos de las conversaciones se suman para darnos una idea de cómo es la vida de la gente que viaja en el transporte urbano”. Su título, De pequeñas partes.
Un paseo de setenta y cinco minutos de duración en dos funciones (12.00 y 19.00 horas) en un autobús urbano al que se accederá sacando la entrada en la taquilla del teatro Lope de Vega, junto al cual estacionarán los autobuses. Las entradas serán canjeadas por unos auriculares que permitirán a los viajeros-espectadores escuchar las distintas historias mientras redescubren su propia ciudad.
La función continúa
“Lo interesante en este caso es que te montas en un autobús como el que coges cada día deprisa y corriendo, pero esta vez se trata de ver Sevilla de otra forma, y compartir tu experiencia con otras personas. Se superpone la mirada individual con la que sugieren las distintas piezas”, subraya Montero. “Aunque todos los autores hemos tenido absoluta libertad creativa, el hecho de que todo esto sea el resultado de un proceso compartido da cierta coherencia al conjunto. Vamos desde mi propuesta, que es por así decirlo más a ras del suelo, a la humanización de un icono popular o un cuestionamiento de la marca Sevilla”.
Cabe destacar que la iniciativa ha contado con la música original y el diseño de sonido de José Torres Vicente, el asesoramiento urbano y diseño gráfico de Lugadero y los vídeos de Carolina Cebrino.
Además, tras las dos funciones previstas el domingo, el proyecto seguirá vivo, ya que las obras podrán escucharse en la web del Centro Dramático Nacional y a través de códigos QR que se colocarán en las marquesinas de las paradas TUSSAM. “Con todo, la idea es dar continuidad a la idea y repetir en algún momento la experiencia, ya que para el domingo contamos con un aforo de 300 personas, la mitad del aforo del Lope de Vega. Seguramente la replicaremos en otro momento”.
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