Los tres jóvenes mayores de edad detenidos el pasado domingo por la presunta violación de una chica de 20 años en el recinto ferial de Cortijo de Torres de Málaga han quedado en libertad con cargos tras prestar declaración este martes en el Juzgado de Instrucción número 2 de la ciudad. La titular del citado juzgado les imputa los delitos de violación y robo con violencia, según han informado a Europa Press fuentes judiciales, y además les impone una orden de alejamiento de la joven. En cuanto los dos jóvenes de 17 años, fueron enviados este pasado lunes a sendos centros de internamiento tras haber pasado a disposición de la Fiscalía de Menores.
En la Ciudad de la Justicia de Málaga se han concentrado este martes vecinos del barrio de La Corta para mostrar su apoyo a los detenidos, quienes han insistido en su versión de que la relación fue consentida por la mujer. El hecho de que supuestamente grabaron los hechos con un teléfono móvil permitirá aportar algo más a la investigación, según las mismas fuentes.
La joven fue encontrada en la mañana del domingo por agentes de la Policía Local en la calle Cuevas del Becerro, frente al auditorio municipal. La chica, aunque desorientada, pudo facilitar la descripción de sus presuntos agresores, asegurando, además, que uno de ellos habría grabado todo con su teléfono móvil. Finalmente, los agentes dieron con ellos: dos fueron localizados en las inmediaciones del recinto ferial, mientras que los otros tres se encontraban en la barriada de La Corta.
La Policía Nacional, encargada de la investigación, solicitó al juzgado que analizara el contenido de los teléfonos móviles incautados a los arrestado. Según la joven, los arrestados grabaron las imágenes de la agresión sexual, por lo que el análisis de los terminales podría arrojar información relevante a la hora de esclarecer la participación de cada uno de los implicados.
Por su parte, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, ya anunció que el Ayuntamiento se personará como acusación particular en este caso, al tiempo que reiteró que la celebración es “segura” y que “no se puede poner un policía detrás de cada ciudadano”.