Málaga evita la huelga de basuras en Semana Santa
Primero fue Granada, después Sevilla y parecía que le iba a tocar el turno a Málaga. La capital de la Costa del Sol ha estado pendiente del tira y afloja que desde hace dos semanas mantiene la empresa de recogida de basuras, Limasa, con los trabajadores para evitar una huelga indefinida que estaba convocada para el próximo 22 de marzo, Viernes de Dolores.
Sin embargo, tras más de siete horas de reunión esta madrugada, trabajadores, Ayuntamiento y Limasa han conseguido llegar a un acuerdo “satisfactorio” que toca aspectos como el plus de productividad, trabajar los festivos y la contratación de eventuales. Con esta decisión, y a falta de que la ratifiquen los trabajadores en asamblea mañana, Málaga se libraría de una huelga de basuras que hubiera afectado a toda la Semana Santa.
El conflicto laboral de la limpieza en Málaga no es nuevo. Desde que se constituyera la empresa mixta que gestiona el servicio en la ciudad, los encuentros y desencuentros entre las partes han sido constantes. Sin ir más lejos, el año pasado se convocó otra huelga indefinida en febrero, aunque finalmente se retiró al firmarse un nuevo convenio colectivo. Precisamente, el incumplimiento de parte de ese convenio por parte de la empresa es una de las causas que está detrás del actual malestar de la plantilla.
Sobre la mesa de negociación, el recorte de horas de trabajo que quiere llevar a cabo la concesionaria del servicio de limpieza en los festivos y la nueva organización de los turnos de vacaciones del personal fijo. Limasa, participada en un 51% por socios privados y en un 49% por el Ayuntamiento, quería recortar el gasto en unos cuatro millones de euros al año. Este ajuste se alcanzaría por la reducción de la contratación de los 800 empleados eventuales que aproximadamente forman parte de la bolsa de trabajo, de los que actualmente trabajan unos 300 cada año. Tras el acuerdo, se garantiza que no va a haber ninguna reducción de plantilla fija; tampoco habrá rebaja en la contratación de los eventuales de Semana Santa (700) y Feria, aunque, como ha asegurado el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, “el número de eventuales el resto del año dependerá de una moderada reducción de salario”.
Respecto a una de las grandes particularidades de la empresa, la de los puestos hereditarios si el trabajador sufre una invalidez, jubilación anticipada o fallecimiento, se mantiene de momento. Eso sí, las dos partes acordaron abrir un proceso de diálogo para cambiar este tipo de privilegios. Según el presidente del comité de empresa, Manuel Belmonte, los artículos que hacen referencia a esta posibilidad de heredar el puesto “se modificarán en un 99%”. En este sentido, cabe recordar que el Ayuntamiento de Málaga ya aprobó a finales del pasado año una moción autorizando al alcalde a retirar del convenio estos puntos que fueron firmados en los 80 por el regidor socialista, Pedro Aparicio, y que desde entonces ni Celia Villalobos ni Francisco de la Torre han podido eliminar pese al rechazo popular que provocan.
La tercera parte en cuestión de este conflicto, y quizá la más perjudicada, es la ciudadanía. El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre (PP), reconoce que sin tantos operarios en la calle la ciudad dejará de estar tan limpia. “Si hay menos gente, tiene que haber menos calidad, pero eso se suple con colaboración ciudadana”, señalaba recientemente el primer edil al valorar la nueva situación que se planteaba con los recortes de Limasa.
Un laudo que no contenta
A lo largo de estos meses se han ido acercando unas posturas que parecían no tener puntos en común. Sin embargo, ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo durante semanas de reuniones, los encuentros entre empresa y trabajadores se trasladaron al Servicio Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales (SERCLA) de la Junta de Andalucía. Mientras tanto, el alcalde anunció en una reunión con el comité de empresa que Limasa estaba incluso planteándose aplicar un Expediente de Regulación de Empleo a parte de la plantilla.
Para intentar poner punto y final al conflicto, el juez dictó un laudo de obligado cumplimiento que entró en vigor ayer lunes. En este dictamen se daba la razón a Limasa sobre la reducción de la carga de trabajo, aunque le impedía ejecutar el anunciado ERE sobre los empleados.
Principio de acuerdo
“Entendemos que después de tres meses o más, hemos llegado hasta donde podíamos llegar desde el punto de vista laboral”, declaraba el presidente del comité de empresa, añadiendo que “eventuales y fijos se van a sentir satisfechos por lo conseguido”.
Por su parte, el alcalde de Málaga que convocó este lunes a los trabajadores a una nueva reunión para intentar desbloquear el conflicto y evitar la huelga, ha indicado que “en todos los acuerdos cada parte tiene que ceder, pero estoy satisfecho”. En su opinión, las conversaciones deberían retomarse justo después de Semana Santa.
El principio de acuerdo alcanzado anoche entre trabajadores y empresa deberá ser ratificado mañana en una asamblea con todos los empleados. Pese a que existe confianza en que el voto para desconvocar la huelga sea favorable, cabe recordar que en Sevilla los propios operarios recharazon en un primer momento el acuerdo que permitía desbloquear la huelga del pasado mes de febrero.
La basura como arma arrojadiza
El conflicto de los trabajadores del servicio de limpieza en Málaga no hace más que evidenciar el poder de este colectivo para reivindicar derechos laborales en una población asfixiada por la crisis. De confirmarse la huelga de Málaga, sería la tercera de un servicio de basuras de una capital andaluza este 2013 tras las de Sevilla y Granada.
En la ciudad de la Alhambra, los 540 trabajadores de Inagra, empresa concesionaria de basuras, estuvieron el pasado mes de enero 13 días de huelga. 2.400 toneladas de residuos se acumularon en las calles. La empresa pretendía reducir nóminas y aumentar la jornada laboral a 37,5 horas semanales. Finalmente se pactó una reducción de los salarios del 2,5% y la basura tardó algo más de 48 horas en retirarse.
Por su parte, en Sevilla, donde la empresa es 100% municipal, se llegaron a acumular más de 7.000 toneladas de basura durante los siete días de paro del pasado mes de febrero. El fondo de la protesta era el mismo que en Granada y Málaga: una reducción de costes. En la ciudad hispalense el ahorro pasaba por un recorte del 3,6% de las nóminas de los trabajadores fijos.
Los que siguen sufriendo la huelga de los servicios de limpieza son los 5.000 habitantes del municipio sevillano de El Coronil. El conflicto se prolonga desde hace más de dos meses, periodo en el que se han decretado dos alertas sanitarias por lo que se ha hecho necesario la recogida de todos los residuos. Impulsada por el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), la huelga reclama que se reactive la bolsa de trabajo paralizada, según el alcalde de este municipio, por el decreto del Gobierno que prohíbe la contratación de empleados públicos.
Mientras tanto, en el recuerdo quedan los paros que en 2012 afectaron a las localidades de Cádiz y Jerez; y se mantiene la amenaza de nuevos problemas en Almería o Córdoba.