APDHA lleva al Defensor del Pueblo Andaluz el alojamiento de migrantes en una caseta de la Feria de Málaga
Ya todos han sido trasladados al Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) de San Roque (Cádiz) pero la delegación de Málaga de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) ha dicho basta. Consideran que la caseta de la Feria que ha alojado durante varios días a muchos de los 170 migrantes que el pasado lunes fueron rescatados cerca de la costa ha sido “un CATE encubierto”, algo “bastante grave” dadas además las condiciones “indignas” en las que han vivido en este tiempo, entre “montañas de escombros y suciedad”, y la inexistencia en toda la ciudad de un espacio fijo donde atenderles. Este último episodio lo llevan este lunes al mismo Defensor del Pueblo Andaluz.
El asunto no es nuevo pese a que las llegadas de migrantes se suceden. Anoche, más de un centenar de personas eran trasladadas a Málaga desde el Mar de Alborán. ¿Dónde quedarán alojados? La falta de instalaciones en la capital málagueña, evidenciada cada vez que llega a puerto una patera o se produce un traslado, obligó a primeros de la semana pasada a que el Ayuntamiento ofreciera las instalaciones, sin uso durante el año, al no alcanzar ningún acuerdo con la Subdelegación del Gobierno, con quien sigue “en negociaciones” para disponer de un espacio adecuado. La llegada de estas personas a Málaga, como en otros puntos de Andalucía, se solventan con lugares temporales de atención como un polideportivo municipal o el propio puerto.
Mientras el Pleno de Málaga pide al Gobierno pedía hace unas fechas mecanismos “estables” para la acogida y atención de migrantes, APDHA exige una solución digna para la acogida de las personas migrantes que llegan a puerto. Fuentes de la asociación explican a este periódico que “no hay voluntad política para encontrar una solución digna” para las personas migrantes, en última instancia alojadas en un lugar “lleno de escombros y suciedad y con enseres apilados”.
La organización considera “lamentables” las instalaciones de 500 metros cuadrados de la Caseta de la Federación de Vecinos del Real de la Feria ofrecido por el Ayuntamiento de Málaga, “tras la presión de las organizaciones sociales y grupos municipales”, al no alcanzar ningún acuerdo con la Subdelegación del Gobierno.
Millones para el Puerto
Para la asociación, “resulta del todo incomprensible esta falta de planificación, que no tiene excusa, cuando llevamos 30 años recibiendo personas en las costas andaluzas. Es hora de tomar conciencia de la realidad y de que asumir la responsabilidad de dar una respuesta humana”, afirman. La delegación malagueña considera “un circo político, que se exacerba ante la cercanía de las próximas elecciones, los modelos de acogida que nos venden como un esfuerzo extraordinario del Gobierno con inauguraciones maravillosas y que no tienen ni un rasgo de humanidad”.
Los CATE han sido “un verdadero fracaso”, aseguran desde la asociación (“el de Motril se inunda con la lluvia y el Crinavis de San Roque se desmonta con el viento”) y “hasta las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han denunciado graves deficiencias higiénico-sanitarias y califican la situación de inhumana”.
La organización recuerda que, según la Autoridad Portuaria de Málaga, en lo que va de año más de 100.000 personas han llegado al Puerto, de los cuales “58.000 personas son cruceristas que han sido recibidos en la lujosa Terminal de Cruceros de Málaga, con 858 metros cuadrados y un coste de millones de euros”. “Tan solo la ampliación de los accesos al dique de Levante ha costado 8,5 millones, y la dársena deportiva para yates de lujo 3,5 millones, según su expresidente, Enrique Linde”.
Por otro lado, “según Cruz Roja, 7.080 personas han llegado en situación muy vulnerable, hombres, mujeres y menores para los que se ha preparado una pequeña carpa portátil, en condiciones denigrantes”, critican. “¿De verdad que lo máximo que podemos ofrecer es una caseta de feria con suciedad y escombros o unas tiendas de campaña (CATE) que se inundan o se vuelan con el viento? No creemos que en la ciudad de Málaga sea tan difícil encontrar un lugar adecuado para albergar a estar personas recién llegadas”, lamenta APDHA.
Para la asociación, “se trata de una situación inaceptable y de una cuestión que solo requiere de voluntad política: dejar a un lado los discursos instrumentalistas y el alarmismo para abordar con humanidad un proceso natural que está presente en nuestra realidad desde hace décadas y que no va a desaparecer”.