La 'Abuela Marihuana', condenada a nueve meses de cárcel aunque no entrará en prisión

Fernanda de la Figuera, también conocida como la Abuela Marihuana por su histórico activismo por la legalización del consumo de cannabis, ha sido condenada a nueve meses de prisión por el juzgado de lo penal 5 de Málaga. Junto a ella han sido también condenados el tesorero y el secretario de Marías por María, la asociación que constituyó en 2010. El juez considera que es culpable de un delito contra la salud pública, y además de la pena de prisión le impone una multa de 10.000 euros. De la Figuera, que siempre ha hecho bandera del consumo personal sin ánimo de lucro, ha anunciado a eldiario.es/Andalucía que recurrirá la condena.

La sentencia, fechada el pasado 16 de diciembre, condena a De la Figuera por un delito de tráfico de drogas “que no causan grave daño a la salud”. El juez cree que De la Figuera y los otros dos condenados favorecieron el consumo de marihuana y esgrime que no se cumplen los requisitos fijados por el Tribunal Supremo para que el funcionamiento de los clubes cannábicos no sea delito: que se trate de un grupo reducido de consumidores habituales, que consumen de forma inmediata y en un lugar cerrado.

La sentencia destaca que el número de socios de Marías por María era “muy elevado” (200), que no se controlaba que los socios fuesen consumidores habituales o “adictos” y que tampoco se vigilaba que solo consumieran en el local en pequeñas cantidades.

El juez concluye que esto, aunque no exista ánimo de lucro, es delito porque la asociación se convirtió en “un medio de facilitación del consumo de la marihuana”. “Nos encontramos ante la existencia de una estructura organizativa, en la que un núcleo de personas (…) poniendo esta estructura al servicio de los socios que adquieren la droga en la citada asociación, pagando una cuota y compartiendo los costes de producción de la droga”, concluye.

“No me siento culpable”

La condena de nueve meses implica que De la Figuera evitará el ingreso en prisión. Por eso, y pese a la condena, De la Figuera se dice aliviada, porque el fiscal pedía para ella una condena de cuatro años de prisión. “Y con cuatro años no te libras de pisar la cárcel”, dice. Ha pasado unas semanas muy inquieta, y la resolución le da “un respiro”. Sin embargo, no está conforme y recurrirá la sentencia. “No me siento culpable”, insiste. En su día declaró ante el juez que estaba convencida de estar haciendo algo legal cuando fundó Marías por María.

“Me han absuelto repetidas veces, soy cultivadora legal, soy la primera persona en este país que ha obtenido una absolución por hacer cultivo para su propio consumo”, dice ahora, en conversación con eldiario.es/Andalucía. De la Figuera fue absuelta en 1995 por el cultivo en la misma finca de Alhaurín el Grande por la que ahora es condenada.

En 2010 fundó Marías por María, inspirándose en otros clubes legales que proliferaron por entonces, al amparo de una interpretación aparentemente tolerante del Tribunal Supremo. La registró ante la Junta de Andalucía y declaró que su objetivo era facilitar el cultivo colectivo, especialmente a mujeres con enfermedades crónicas, como artrosis, fibromialgia o reúma, evitando los riesgos de acudir al mercado ilegal de cannabis. Cada socio pagaba una cuota anual para los gastos de cultivo y mantenimiento y contaba con una ficha que fijaba su consumo máximo.

Un registro sin orden judicial

El 2 de julio de 2014, varios policías locales irrumpieron en el local sin orden judicial, la detuvieron a ella, al tesorero y al secretario y requisaron la marihuana. Un par de meses después, la Guardia Civil entró en una finca de Alhaurín el Grande y decomisó la marihuana destinada a los socios: 181 plantas y 28 cajas, con un peso neto ligeramente superior a ocho kilos, según determina ahora el juez.

El juicio se celebró el pasado 30 de octubre. Tras cuatro horas de interrogatorios, el propio fiscal admitió que no había indicios de ánimo de lucro en Marías por la María, aunque mantuvo la petición de cuatro años de cárcel.

El juez declara la nulidad de la entrada y registro del club, por entender que los policías locales vulneraron el derecho fundamental a la inviolabilidad del domicilio, pero da valor a sus declaraciones testificales. También corrige a la baja el peso de la cantidad incautada por errores en el informe pericial. Por el contrario, no declara la nulidad del registro de la finca (realizado también sin orden judicial).

De la Figuera ha visto reducida la pena porque el juez la aplica en su grado inferior, al entender que pudo ser víctima de la confusa jurisprudencia respecto a los clubes de cannabis. Sin embargo, cree que se trató de un error “vencible” porque ella se dedica al cultivo desde hace más de 30 años y es “una auténtica experta en la materia” dedicada a promover el uso personal de la marihuana y divulgar sus aplicaciones y beneficios.

De la Figuera anuncia que seguirá dando la batalla y sigue convencida de lo que hace: “En el juzgado de mi pueblo saben que toda la vida me he buscado la vida en el mercado inmobiliario y que no me dedico a vender marihuana. Mi interés no es ese, sino dar a conocer la maravillosa sustancia que es y lo buena que es para la salud de muchísima gente”.

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