Los activistas empiezan a ganar en la playa de Arraijanal, el “Algarrobico malagueño”
Hace aproximadamente un año, las obras de la academia de la Fundación del Málaga CF en el paraje malagueño de Arraijanal avanzaban a buen ritmo. Los obreros trabajaban pese a las denuncias de grupos ecologistas y asociaciones vecinales, y de la labor de desgaste de los activistas, acampados junto a la obra pese a los desalojos policiales. Un año después, la situación ha cambiado: uno de esos activistas acaba de ser absuelto por los daños que, según la constructora, había causado en su material. La denuncia no tenía pruebas. Mientras, la obra acumula meses de parón sin visos de reactivarse.
Helí Ordóñez fue absuelto esta semana porque la denunciante ni siquiera acudió al juicio. La constructora Bilba había empezado denunciando amenazas a un trabajador y daños valorados en miles de euros. Después, el caso se transformó en un supuesto delito leve por daños a una manguera, valorados en 380 euros. Finalmente, la representante de Bilba ni siquiera compareció, de modo que la jueza declaró la absolución de Ordóñez.
La denuncia se había construido sin pruebas contra Ordóñez. Ana María Borrego, la representante de Bilba, denunció en junio de 2018 que alguien había cortado una manguera durante un altercado con un vigilante de la obra, al que también habría amenazado. Sin embargo, no lo identificó. Fue la propia Policía quien aportó el nombre de Helí Ordóñez. “A juicio de esta instrucción, la persona denunciada por Ana María Borrego es Helí Ordóñez”, dice un informe policial, que eldiario.es/Andalucía ha podido consultar.
El informe no explica por qué concluye que él era el autor del corte, y las fotos incorporadas al sumario muestran una persona indistinguible por dentro de la valla, pero no cortando la manguera. Otras fotos están completamente en negro.
Al poner la denuncia, la constructora aportó varias facturas para cuantificar el daño, alguna por 69.000 euros, y reclamó el supuesto coste de incrementar la vigilancia. Ante la indefinición de los supuestos daños, Antonio Pachón, abogado de Ordóñez, presentó un informe que cifraba el coste de la manguera en 380 euros. La constructora no rebatió la cifra y finalmente abandonó su denuncia, que de haber prosperado podría haber acabado en una condena a prisión. El 19 de julio, más de un mes después del supuesto incidente, la Policía llegó a detener al activista, que pasó unas cuantas horas en los calabozos.
Por aquel tiempo, la Fiscalía investigó a la constructora por la perforación ilegal de un acuífero. “Quien había hecho algo era Bilba perforando un acuífero, que es mucho más grave que cortar dos mangueritas”, recuerda hoy Mari Cruz Torres, de la asociación Ciriana, que puso la denuncia ante el fiscal.
En aquellas fechas los activistas sufrían el incremento de la presión para conseguir que abandonasen el campamento. Radicales del Málaga merodearon por la zona, la Policía Local desplegó patrullas de vigilancia, y Fali Doblas y Leti González fueron acusados de lesionar a varios agentes durante un desalojo. Ambos aceptaron una condena tras llegar a un acuerdo con el fiscal que evitara a Doblas entrar en prisión, como informó eldiario.es/Andalucía. Se trata de dos activistas malagueños a quienes no se les conocen incidentes violentos. En el vídeo de la detención se observa cómo los policías detienen a Doblas por apoyarse en una valla.
Obras paradas, licencia caducada
La Fundación Málaga CF, una entidad privada presidida por el jeque Al-Thani, empezó la obra en marzo de 2018, y retiró sus máquinas y operarios en octubre. La academia está en un suelo público, expropiado en su día por el Ayuntamiento, que luego lo cedió gratuitamente a la fundación para que esta construyera la academia. La Junta de Andalucía promete desde hace años un gran parte en los terrenos adyacentes.
Los activistas siempre defendieron que se trata de un lugar con un importante valor ambiental y también arqueológico, pero ni sus denuncias ni las investigaciones de la Fiscalía pararon la obra. Fue la falta de dinero.
Hace unas semanas, el Ministerio para la Transición Ecológica respondió a una denuncia de varias asociaciones vecinales. El Ministerio advirtió de que la zona sufre una “regresión importante” por la “urbanización indebida” del delta del Guadalhorce y su encauzamiento, por lo que va a ser estudiada específicamente en un programa financiado por la Unión Europea. También advierte a la Junta de Andalucía y al Ayuntamiento de que en la playa hay una estación de bombeo, tuberías y arquetas ilegales, y que podrían estar realizándose vertidos de aguas fecales.
Su retirada y su sustitución por una nueva instalación entre la obra y la autovía es una exigencia de la Dirección General de Costas desde el Plan Especial de 2012. La Fundación del Málaga debía acreditar que cumplía esos criterios, como requisito para la concesión de la licencia definitiva de obra. Sin embargo, los colectores y la arqueta siguen donde estaban, cada vez más expuestos al oleaje por efecto de la regresión marina.
Además, la licencia, el pliego de condiciones y el convenio recogen que la obra sólo podrá parar un máximo de seis meses por causas de fuerza mayor. Ese plazo ya se ha superado, por lo que las asociaciones han pedido al Ayuntamiento la revocación de la cesión del terreno a la Fundación Málaga CF. No han recibido respuesta. El jeque Al-Thani ha perdido en los tribunales su primera batalla por la propiedad de las acciones del club, y mientras se dilucida la cuestión, la obra seguirá en el alero.
“El Ayuntamiento, tendría que haber cancelado ya la cesión, y recuperado la zona para los ciudadanos, con sus valores ambientales y arqueológicos”, señala Mari Cruz Torres. Sin financiación, y objeto de varias denuncias por parte de ecologistas y de Izquierda Unida, el proyecto podría quedar encallado. La obra es hoy una estructura abandonada y algunos empiezan a alertar de que pueda convertirse en el “Algarrobico malagueño”.