Un concejal abandona Ciudadanos y deja en el aire el Gobierno del Ayuntamiento de Málaga
Juan Cassá, concejal y dos veces candidato a alcalde de Málaga (2015 y 2019), ha anunciado este lunes por la mañana que deja Ciudadanos. Esto tiene una consecuencia inmediata: la alcaldía de Málaga queda en el aire. Hasta ahora, Cassá formaba parte de la coalición de Gobierno entre Partido Popular y Ciudadanos, pero su descontento en los últimos meses era de sobra conocido. Ambos partidos sumaban 16 concejales, suficientes por la mínima para retener la mayoría absoluta que sostiene a Francisco de la Torre. Con el paso de Cassá al grupo de no adscritos se abre la posibilidad a articular una nueva mayoría, que los partidos de izquierda no tienen desde hace 25 años. No obstante, de momento la oposición dice que “no toca” hablar de moción de censura.
Cassá ha anunciado su ruptura con el partido en sus redes sociales. “Hoy he solicitado la baja como afiliado de Ciudadanos. Después de la V Asamblea General del partido, Cs comienza una nueva etapa y considero que ha terminado un ciclo para mí. Seguiré trabajando por los malagueños”, ha escrito en Twitter. En Facebook ha ahondado en sus razones. “Ya no siguen liderando el partido las mismas personas con las que empecé, ni los planteamientos y principios son los mismos que yo compartía plenamente y que me llevaron a participar con gran ilusión en el proyecto”.
La salida de Cassá se barruntaba desde hace meses. Desde las elecciones municipales de 2019 era una china en el zapato del partido, que había hecho todo lo posible por desairarlo y que abandonara su acta. Ya antes de las elecciones se publicitó el deseo de la dirección nacional de buscar un candidato alternativo y con proyección mediática. Ningún proyecto cuajó y Cassá repitió como candidato a la alcaldía. Ciudadanos sólo mantuvo dos de sus tres concejales, Cassá y Noelia Loseda.
La sorpresa fue mayúscula cuando, pocas horas antes de comenzar el Pleno de constitución, se comunicó que la firmante del acuerdo que consumaba el cogobierno entre PP y Ciudadanos era Losada. Tanto, que durante horas se mantuvo la incógnita de si el desaire a Cassá podría motivar un portazo de este al gobierno de coalición de PP y Ciudadanos. Su propia mujer alentó la hipótesis: “Las mejores decisiones son las que van acompañadas de un ‘a tomar por culo’ al final”, escribió Giannella Ligato en sus redes sociales.
No fue así, Cassá votó a favor del Gobierno de coalición y mantuvo su acta de concejal. También logró un puesto bien remunerado en la Diputación de Málaga, como coportavoz. Pero no asumió tareas de gestión en los equipos de gobierno, ni en el ayuntamiento ni en el ente provincial. Desde mayo de 2019, Cassá ha sido un ente extraño dentro de un partido que gobierna el Ayuntamiento y la Diputación de Málaga. Su escasa (o nula) presencia en las comisiones le ha valido un buen número de críticas. A Cassá se le etiquetaba como el “desaparecido”.
Posibilidad matemática de una moción de censura: 12 + 3 + 1
Durante el último año la posibilidad de que Cassá abandonara Ciudadanos y pusiera en duda el gobierno de coalición ha sobrevolado la Casona del Parque. Los partidos de la izquierda nunca han descartado la posibilidad de que su malestar acabase cuajando en una moción de censura que sumara su voto a los doce del PSOE y los tres de Unidas Podemos. Durante los últimos meses ha habido acercamientos, consecuencia directa de su alejamiento de Ciudadanos. Hoy, la posibilidad está más próxima que nunca, porque Cassá ha dado el primer paso: desvincularse de la disciplina de su antiguo partido.
Este lunes, tanto PSOE como Unidas Podemos evitaron alimentar públicamente el runrún. “El Grupo Municipal Socialista no valora ahora cuestiones que tengan que ver con el funcionamiento interno de otros grupos municipales”, dijo el PSOE. Eduardo Zorrilla, portavoz de Adelante Málaga, escribió en Twitter que “no toca” hablar de moción de censura sino de un “gran pacto” para la “reconstrucción de Málaga”.
La cuestión es por qué Cassá ha elegido este momento. Con una alcaldesa accidental mientras Francisco de la Torre se recupera de una intervención cerebral, y en plena pandemia. Él dice que lo ha hecho una vez consumado el relevo en la cúpula Ciudadanos, durante la V Asamblea General celebrada este fin de semana telemáticamente. Cassá ya no forma parte del Consejo General del partido, donde ahora sí están malagueños como Carlos Hernández White, Teresa Pardo, José Luis Paradas Romero y Alejandro Carballo. Su peso orgánico hace tiempo que es nulo.
El partido naranja ya ha pedido que también renuncie a su acta de concejal por “coherencia personal y respeto a los principios éticos del partido”, y le ha recordado que firmó un compromiso al respecto. Eso parece lejos de las intenciones de Cassá, que ha dejado claro que quiere “seguir trabajando por nuestra tierra en el ayuntamiento de Málaga y en la Diputación”. Es decir: se va de Ciudadanos, pero no abandona la política.
En este momento, su voto es clave para las votaciones del Pleno, pero también para un eventual vuelco en el ayuntamiento que sería histórico tras veinte años recién cumplidos con De la Torre al mando.
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